Albert Manent y el victimismo pusilánime de los hijos de papá
El pasado domingo, descubierto por la pregunta que formulaba Antoninus Pius el pasado miércoles 10 de marzo sobre quien está detrás de la web “El integrismo es pecado" , Albert Manent (el de la izquierda de la foto), la joven esperanza de la “Iglesia catalana”, reaccionaba con el recurso típico de su generación ideológica.
Este recurso es el presentarse como la vía media derrotada por la Guerra Civil , perseguida por los bárbaros rojos por un lado, y los nacional-católicos españoles iletrados, visigóticos y “fascistoides” por el otro. Se trata de un recurso que, como el tendido eléctrico sustentado en postes de madera, (Carles Cardó, Joan Bonet i Baltà, Hilari Raguer etc) conecta el presente con el pasado.


No se trata de un resultado parcial de baloncesto, sino del número de seminaristas que poseen ambas diócesis en el presente curso 2009-2010. Con motivo del Día del Seminario, la Conferencia episcopal española ha publicado
Benedictus qui venit in nómine Dómini. Bendito Benedicto, que viene en nombre del Señor. Así es. Benedicto XVI, un papa que se distingue por su admirable capacidad de poner en valor la doctrina de la Iglesia y con ella la moral, es una bendición para la diócesis de Barcelona, el mayor foco de neopaganismo de España.
“Bueno será que, en esta hora, volvamos la vista atrás y hagamos una especie de balance provisional de las cosas que el Concilio nos ha enseñado en el estudio del primer esquema. Que no son pocas.”