InfoCatólica / Germinans germinabit / Archivos para: Junio 2009

6.06.09

Respuesta a Fray Nelson Medina, de la muy querida Orden de Predicadores

El pasado viernes día 5 de junio apareció publicado un post titulado “Germinans y los límites del anonimato” en el blog que el padre dominico fray Nelson Medina tiene alojado en el portal Infocatólica.

Por directas alusiones paso a responder.

Prerrequisitos

En un primer párrafo del artículo en cuestión, fray Nelson manifiesta “admiración por los compañeros de esa aventura de Fe y servicio a Cristo y a la Iglesia que es Infocatólica”. Tras considerar a todos los que allí nos alojamos como “compañeros”, es decir miembros de una misma compañía o familia, pasa a una afirmación moral: la necesidad de estar dispuestos a revisarnos a nosotros mismos (auto-revisión o autocrítica)

Tras los cual, y haciendo una aséptica referencia a Germinans como “un blog que se llama Germinans, que es anónimo y no admite comentarios”, realiza una invitación a obrar de modo distinto: una corrección moral.

Notas a los prerrequisitos

1. Usted es muy libre de considerarse compañero de quien quiera. Nosotros, por el hecho de estar alojados en un determinado portal no nos consideramos compañeros más que de nosotros mismos. Nuestra presencia en Infocatólica es coyuntural y no define nuestra identidad como grupo ni siquiera nuestros objetivos que son anteriores al nacimiento de dicho portal informativo.

2. Para poder hablar de compañerismo habría que dar por hecho un mínimo sustrato de conocimiento personal y de objetivos mutuamente compartidos. Nosotros no conocemos de usted más que lo que usted dice de sí mismo en sus diversos blogs y publicaciones http://www.fraynelson.net/ o http://fraynelson.com/blog/ . Al mismo tiempo, usted no conoce nada de nosotros más que los artículos que cada uno escribimos en Germinans y esto bajo pseudónimo.

3. Germinans Germinabit no es un blog. Es una página web (albergada “a manera de blog” en Infocatólica) de información eclesial en Cataluña, realizada por sacerdotes y laicos de la Archidiócesis de Barcelona, que utilizan pseudónimos en sus artículos y que publica todas las opiniones que sus lectores deseen enviarles en su apartado “Cartas al Directorio” al través del correo [email protected]

4. Si después de estas puntualizaciones usted desea “invitarnos a obrar de modo distinto”, hágalo, pero nosotros lo entenderemos como una corrección fraterna realizada por un sacerdote dominico y no como una “revisión de nosotros mismos”, ya que usted y nosotros no somos un mismo ente.

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La Misa Romana. Capítulo 28: Nobis quoque

Como lo hace suponer un manifiesto paralelismo con el “Communicantes”, el “Nobis quoque” tiene una relación muy cercana con el “Memento etiam”. Sin embargo el entronque de ambas oraciones, a la luz de su evolución, es difícil seguirlo. Su razón de ser es pedir también para nosotros, después de orar por los difuntos, una parte de la felicidad eterna.

Nobis quoque peccatoribus famulis tuis, de multitudine miserationum tuarum sperantibus, partem aliquam, et societatem donare digneris, cum tuis sanctis Apostolis et Martyribus: cum Joanne, Stephano, Matthia, Barnaba, Ignatio, Alexandro, Marcellino, Petro, Felicitate, Perpetua, Agatha, Lucia, Agnete, Caecilia, Anastasia, et omnibus Sanctis tuis: intra quorum nos consortium, non aestimator meriti sed veniae, quaesumus, largitor admitte. Per Christum Dominum nostrum.1

Y a nosotros, pecadores, siervos tuyos, que confiamos en tu infinita misericordia, admítenos en la asamblea de los santos apóstoles y mártires Juan el Bautista, Esteban, Matías y Bernabé, [Ignacio, Alejandro, Marcelino y Pedro, Felicidad y Perpetua, Águeda, Lucía, Inés, Cecilia, Anastasia] y de todos los santos; y acéptanos en su compañía no por nuestros méritos, sino conforme a tu bondad.

Pero ¿por qué precisamente en este sitio y no en el Memento de vivos o como ya hacemos en el “Communicantes”? ¿Por qué otra oración con el mismo carácter? En primer lugar hay que afirmar que el Nobis quoque es una oración más antigua que el Memento de difuntos, pero muchos siglos posterior al Supplices, constituye pues una añadidura o prolongación para pedir una comunión fructuosa, es decir poniendo en íntima relación la eucaristía con la vida eterna. Es por eso que hay que interpretar el “quoque” en el sentido de “et” (y) cosa enteramente posible en la baja latinidad. Además como se trata de una autorrecomendación del clero, enlaza perfectamente con la petición más general a favor de todos los fieles: lo hace pues, no con una fórmula independiente, si no con una frase a modo de añadido a cualquier otra oración intercesora, es decir, un apéndice.

La lista de los santos

He hecho mención varias veces de la lista de los santos. Tal como la conocemos en la actualidad presupone una larga historia de formación. Los nombres de los santos Juan y Esteban, que hoy vienen los primeros de la lista, son también los más antiguos que se mencionaban en esta oración. Cuando San Gregorio (590-604) dio a la lista su forma definitiva, uno de los criterios para su reforma fue el de no repetir ningún nombre de los santos mencionados en el Communicantes. Y lo aplicó con tanta rigidez que ni siquiera repitió el de la Santísima Virgen, aunque era tradición antigua nombrarla en esta oración.

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4.06.09

Padre Alberto: A pesar de todo, Tu es sacerdos in aeternum secundum ordinem Melchisedec

El lamentable caso del famoso Padre Alberto, popular comunicador del mundo televisivo hispano de los Estados Unidos, ha puesto de relieve y de plena actualidad la cuestión de la noción del sacerdocio católico. Uno se pregunta cómo es posible que un hombre de Dios, que hablaba de las verdades católicas con un convencimiento y una capacidad de persuasión tales que arrastraba en pos de sí audiencias que hacían la envidia de los más avezados presentadores televisivos, haya podido, en el giro de pocos días y con ocasión de un lío de faldas, pasar a sostener lo contrario de lo que antes defendió. Pues ahora resulta que, como el Reverendo Cutié quiere casarse con su novia y eso no es posible en el seno de la Iglesia Católica Romana, se ha pasado a la confesión Episcopaliana, que no obliga al celibato a sus ministros. De sacerdote a pastor…

Sacerdotes católicos que se enamoran y no son capaces de mantener la promesa de celibato que formularon el día de su ordenación los hay y no pocos: unos simplemente cierran los ojos y se amanceban; otros prefieren renunciar al ejercicio del orden y piden a la Santa Sede la reducción al estado laical; otros, en fin, deciden atacar la ley misma que quebrantan para justificar su conducta y desembarazar su conciencia y se organizan en asociaciones combativas de sacerdotes casados (civilmente, claro está) que no están dispuestos a escoger entre la Iglesia y su mujer. El Padre Alberto no ha optado por ninguno de estos tres caminos, sino que ha ido bastante más lejos y por el atajo de la apostasía.

Como Enrique VIII de Inglaterra (cuya pasión irracional por Ana Bolena le hizo llevar a la Iglesia de Inglaterra al cisma, renegando de su antigua y filial devoción a Roma y al Papa) o como el príncipe Alberto de Brandeburgo (que secularizó la Orden Teutónica y pasó al luteranismo para casarse y formar una dinastía reinante en Prusia) Cutié ahora “quema lo que ha adorado y adora lo que ha quemado” sólo que no como el fiero sicambro, que dobló la cerviz ante san Remigio, sino con la arrogancia del infatuado por el aplauso fácil y del que halaga sus pasiones en lugar de domarlas.

Lo grave en toda esta historia es lo que subyace al hecho de que un sacerdote católico aparentemente ortodoxo y convencido cuelgue tan alegremente sus hábitos y pase a otra religión con la facilidad con la que se cambia de camisa. Cabe preguntarse qué noción del sacerdocio tenía porque no es normal que asuma ese paso con la naturalidad con que lo ha hecho y sin problematizarse sobre su identidad. Todo parece reducirse para él a un cambio de temas, de público y de escenario para sus prédicas (en lo que es muy ducho por lo visto). Pero la cosa es muchísimo más delicada, ya que un sacerdote no es simplemente un predicador (aunque, a la luz de la conducta del Padre Alberto, parece que éste, en realidad, siempre lo consideró así). Analicemos qué es lo que puede haber llevado al reverendo en cuestión a dar un paso que tanto daño acarreará a muchos que creyeron en él.

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3.06.09

Los curas obreros

La Televisión de Catalunya (TV3) también conocida popularmente en algunos sectores como “Tele-Montilla” nos brindó hace unos días un reportaje sobre los sacerdotes obreros, poniendo como ejemplo de ellos al Rvdo. Romà Fortuny, que como puede apreciarse en esta captura televisiva es clavadito a Don Pere Casaldàliga, y no sólo en el físico sino también en el discurso.

La política informativa del gobierno Montilla en los medios de Comunicación que controla, ni es frontista (ataques frontales a la Iglesia) ni es ocultadora de todo lo que sea religioso. Habla con cierta frecuencia de cuestiones religiosas o que afectan a la Iglesia pero casi siempre destacando una determinada Iglesia, la Iglesia nacionalista de n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach y de Dom Josep Maria Soler o bien la Iglesia de los disidentes, de los que “oficialmente” forman parte de la Iglesia pero tienen un discurso y unas posturas en contradicción con la doctrina oficial de la Iglesia.

Se incluyen también los sacerdotes, religiosos o seglares con cargos eclesiales que “dan la nota” o hacen cosas originales o poco convencionales para ser “católicos".

Hablar en este momento presente de los sacerdotes obreros es ridículo. Esta es una figura de los años setenta, de la que apenas quedan un grupúsculo de supervivientes que se pueden contar con los dedos de las manos y que tienen la edad del homenajeado Rvdo. Fortuny.

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2.06.09

El cambio de rumbo es incompatible con Romeu

Mucho se está hablando de un cambio de rumbo en la segunda parte del pontificado del Cardenal Martínez Sistach, y es cierto que se están observando algunos cambios, no solo en la orientación doctrinal, sino también en la propia manera de ser y en la actitud de nuestro arzobispo. Pueden parecer detalles nimios, pero un encuentro con madres de sacerdotes o el interés que se ha tomado el cardenal por el estado de salud de Mossèn Pere Muñoz, fundador del Instituto del Oasis de Jesús Sacerdote, eran impensables hasta ahora. También es motivo de satisfacción que nuestro prelado haya refinado sus gustos y no solo tenga el fútbol como afición, sino que en una semana asista a dos conciertos, uno en el Palau de la Música y otro en el templo de la Sagrada Familia. También es destacable su afán por acercarse a las parroquias (nunca, como en esta primavera, había acudido a tantas confirmaciones) y, en su punto de vanidad personal, debe destacarse el hecho de que el Santo Padre le haya recibido en audiencia personal en su último viaje a Roma y que, últimamente, forme una pinza con el Cardenal Cañizares, cuya amistad cultiva con denuedo, hasta el punto de haber conseguido que el actual Prefecto romano fuera entrevistado en el programa de Josep Cuní en TV3, en plena celebración de la Champions blaugrana.

Todos estos datos son bastante positivos. Sin embargo, una negra nube se cierne sobre la diócesis: Cuentan y no callan de que este año habrá grandes novedades en los nombramientos parroquiales para el próximo curso. Por fin, se van a aceptar jubilaciones que Sistach se negaba a cumplimentar y se va a autorizar el retiro de párrocos enfermos, que, por diversas causas, siguen al pie del cañón. Sería el momento de ejemplificar con esos nombramientos aquel cambio de rumbo. Pues, por los rumores que corren no va a ser así. El nombramiento de Francesc Romeu como rector de Sant Josep Oriol o de Sant Ildefons supondría una quiebra de toda posibilidad renovadora. Porque a nadie se le puede escapar que pasar a Romeu de una parroquia sencilla y menestral como Sant Francesc d’Assis a una parroquia emblemática (aunque en estos momentos se halle en franca decadencia) supone un premio para el caballero y un ascenso en toda regla.

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