Brustenga, sacerdote ejemplar

Me informan que la revista Foc Nou, trata este mes el tema del sacerdocio, así que aunque es una publicación que me produce cierto repelús, decido ver como trata esta cuestión en el Año Sacerdotal.

Miro la portada y efectivamente el tema único de la misma es “Elogio de los sacerdotes” pero al leer la editorial de su director, nuestro “amigo” Jordi Llisterri ya me doy cuenta de por donde van los tiros: “Elogio de los sacerdotes progres", es decir que la revista como siempre tan imparcial va a elogiar sólo un tipo de sacerdotes, los suyos.

Pero mi sorpresa y diría mi incredulidad inicial llega cuando veo que entre los sacerdotes a los que Llisterri da cancha para que todos veamos lo “ejemplares” que son, aparece nada más y nada menos que el Rvdo. Joaquim Brustenga, también conocido como el el “héroe de Collblanch".

Sabía que Llisterri no era demasiado inteligente, pero sabiendo como sabe, que la parroquia de Collblanch está en armas contra su párroco, ponerlo como modelo de sacerdote me parece de una gran inconsciencia. Pero ¿que se puede esperar de Llisterri? fiel adalid del progresismo político y eclesial, sabe que su “colega” Brustenga está en horas bajas, y decide darle un golpecito en la espalda para animarlo en forma de articulito para que pueda desahogarse a gusto.

Porque eso es lo que hace el Rvdo. Brustenga en su escrito, reconocer que ha tenido “problemillas” con un sector de su parroquia como consecuencia de su sensibilidad social hacia los más pobres. ¡Que bonito que suena! pero que falso que es, sólo hace falta leer la sección “Especial Collblanch” para darse cuenta del tipo de personaje del que estamos hablando, despótico, tiránico, sin ninguna sensibilidad pastoral, que convirtió la rectoría en un piso patera-prostíbulo, sin ningún tipo de control, llegándose a escenas verdaderamente esperpénticas que preferimos no contar para no herir sensibilidades.

Si el Rvdo. Brustenga quiere ayudar a los pobres que se ponga en contacto con las hermanas de la Madre Teresa de Calcuta, que le explicarán como se puede servir de verdad a los marginados, sin demagogias, ni acciones alocadas que sólo provocan el caos y el escándalo.

Pero lamentablemente el Rvdo. Brustenga no es el único ejemplar de esta forma de entender el sacerdocio, es un estilo que ha dejado nuestras parroquias vacías y desoladas como la de Collblanch (floreciente antes de su llegada). Estos sacerdotes, la mayoría de ellos octogenarios, se atrincheran en sus parroquias con el beneplácito de n.s.b.a. cardenal Martínez Sistach, mientras los jóvenes sacerdotes maltratados y humillados, como el Rvdo. Juan Muñoz por Brustenga, caen en el desánimo y hasta en la depresión viendo como todo su potencial, sus ganas y energías pastorales juveniles, se ven truncadas por estos sacerdotes “ejemplares", y por nuestro cardenal que no deja paso a las nuevas generaciones para que no se molesten sus “amigos” y compañeros de quinta.

Mientras el Santo Padre nos pone a San Juan María Vianney como ejemplo de sacerdote y párroco a seguir, Foc Nou nos propone al Rvdo. Brustenga, igualitos, igualitos…


Antoninus Pius