Mi solidaridad con el pueblo polaco

En estos momentos difíciles para el pueblo polaco , al que expreso mis más sinceras condolencias, quiero rescatar algunos parrafos de un artículo que escribí hace unos años.
La razón del mismo: La extraordinaria lección humana y espiritual que recibí de ellos a lo largo de mi corta, pero intensa, estancia en Siennika, un pueblecito a 60KM de Varsovia, rodeado de granjas, campos de labranza y grandes bosques.

“Paseaba por las calles de Varsovia, con mi joven amiga Marlena, repasando la situación política, social y económica de Polonia y de España, en estos últimos años. Me contaba que el pueblo polaco había puesto demasiadas esperanzas en su proceso de democratización, y ahora se daban cuenta de que ni la democracia, ni el capitalismo, que ellos tanto añoraban, son la solución a sus problemas: “La gente esta desanimada y desilusionada. Después de sufrir tanto y de haber levantado el país, una y otra vez, el pueblo polaco tiene la sensación de que no vale la pena seguir luchando. Habían puesto muchas esperanzas en la democracia, pero… el gobierno socialista solo promete y promete, y seguimos igual que antes. La gente mayor sigue pensando que el Estado les va a mantener y a cuidar de su puesto de trabajo, de su estabilidad económica y social. Tienen demasiada dependencia del Estado. No les culpo. Han vivido, muchos años bajo la influencia comunista”.

Continuamos con nuestro paseo por la nueva Varsovia. Nueva, porque, esta ciudad, después de la invasión nazi en la II Guerra Mundial, quedó totalmente destruida, y poco a poco, han reconstruido casi todos los antiguos edificios. Incluso, hay lugares en los que podemos encontrar fotos de cómo era, como fue destruida y así, los turistas pueden comparar el antes y el después.

Polonia ha sido siempre, “carne de cañón” para las continuas invasiones de los países de alrededor. Y es que, a lo largo de la historia, Polonia ha sido un país castigado por la guerra y la sumisión. Países como Austria, Rusia, Alemania, Hungría, Prusia,… se han disputado su soberanía durante siglos.

Sin necesidad de remontarnos a décadas anteriores, vemos que ya en 1795, Polonia fue dividida por tercera vez, entre Austria, Prusia y Rusia, desapareciendo como nación durante casi 120 años. Mas tarde, seria Napoleón I, el Zar Alejandro I, el Zar Alejandro II, la I Guerra Mundial y las continuas represiones y prohibiciones, primero, durante la ocupación nazi en 1939-1945 y, mas tarde, durante el periodo de totalitarismo comunista, las que intentaron apoderarse de los ciudadanos, sin mucho éxito, pero con mucho sufrimiento para el pueblo polaco.

“Durante uno de los días en Hamburgo- en una brisa marina, visito cafés, tiendas y teatros- y perdono. ¡Sin embargo, si mataste la sonrisa de mi madre, si torturaste a mi padre hasta la muerte, si disparaste a mi amigo, si demoliste mi casa, la sangre de mi familia y la mía no caerá sobre ti y tus hijos! ¡No caerá sobre nadie, NADIE!” (R.Brandstaetter)
Pero Polonia se mantuvo unida, gracias a que hubo Alguien que, continuamente, les recordaba que formaban parte de una Patria, manteniéndoles la esperanza de una Polonia libre. La “Principal Revolucionaria”, como así la llama el pueblo polaco, fue la Madre de Monte Claro- Jasna Gora- en Chestokowa.

Todos los países invasores le temían, pues la consideraban el principal soporte de la fe y el patriotismo del pueblo polaco. De hecho, el 26 de agosto de 1956, se proclamaron en el Santuario de Jasna Gora los Nuevos Votos de la Nación, escritos por el Primado de Polonia, Stefan Wyszynski, para celebrar el 300º aniversario de Lvov del Rey Juan Casimiro. Esta celebración fue tan multitudinaria (reunió a un millón de peregrinos), que los lideres comunistas no tuvieron mas remedio que liberar al Primado, de sus casi tres años de encarcelamiento en prisiones estalinistas. Stefan Wyszynski, que fue Primado de Polonia durante 1948-1981, se le considera Primado del Milenio por los meritos conseguidos para Polonia y la Iglesia Católica polaca. Juan Pablo II, en la Audiencia General del 3 de Mayo de 2000 recordó, este acontecimiento, en su saludo al pueblo polaco: “Nuestros pensamientos se dirigen hoy a la Madre de Dios, a la Reina de Polonia, cuya fiesta se celebra precisamente el 3 de mayo. Con ocasión de esta solemnidad del 3 de mayo, vienen a la memoria las palabras que el rey Juan Casimiro pronunció ante la imagen de la Virgen de las Gracias, en la catedral de Lvov, el 1 de abril de 1656: “Gran Madre de Dios-hombre, santísima Virgen, yo, Juan Casimiro, rey por la misericordia de tu Hijo, Rey de reyes, (…) rey postrado a tus santísimos pies, hoy te tomo como mi protectora y reina de mis Estados". Con este histórico y solemne acto, el rey Juan Casimiro puso todo nuestro país bajo la protección de la Madre de Dios. El 3 de mayo es también el aniversario de la Constitución de 1791. Esta coincidencia ha permitido que en el mismo día celebremos la fiesta religiosa y la fiesta nacional.

No es lícito olvidar estos acontecimientos enraizados tan profundamente en la historia de la nación. Han entrado con tanta fuerza en la conciencia de los polacos, que su recuerdo ha superado todos los momentos más difíciles vividos por la nación: el período de las reparticiones, que duró más de cien años; el tiempo de dos guerras mundiales; las persecuciones; y los muchos años de dominación del sistema comunista.“

Los distintos gobiernos, aunque lo intentado en varias ocasiones, nunca se han atrevido a negar las manifestaciones religiosas del pueblo polaco, tanto de carácter privado, como publicas, pues teme una sublevación popular. En 1981, la situación del pais se agravo, tras la sublevación de los miembros de Solidaridad, impusieron la ley marcial. Pero el 4 de junio de 1979, Juan Pablo II, el primer Papa polaco, acudió a su Polonia natal y devolvió la confianza a sus conciudadanos.

En su visita al Santuario de Jasna Gora, “Santuario de Gran Esperanza”, fortaleció los corazones de millones de peregrinos, que se habían acercado a la capital espiritual de la nación en su lucha por una Polonia libre. Para muchos polacos Maria es la “Protagonista” de la revolución polaca y de la liberación del régimen comunista. Gracias a su nombramiento como Sucesor de Pedro, JPII, el número de católicos polacos se incremento considerablemente, sobre todo, entre los jóvenes estudiantes. Como es habitual en Polonia, cada gremio de trabajadores tiene su pastoral (ferroviarios, pasteleros, albañiles, estudiantes…), por lo que no podemos extrañarnos de encontrar a un pueblo que se caracteriza por una fe inexpugnable, una arraigada y agradecida devoción mariana y una profunda piedad, que es un ejemplo, para el mundo entero, tal y como hemos podido ver tras el fallecimiento de JPII: confesiones multitudinarias, increíbles expresiones de duelo en pueblos y ciudades, miles de ciudadanos en celebraciones eucarísticas, etc…”

No me gustaría terminar sin recordar un proverbio popular, “El mundo es de Dios y Dios lo alquila a los valientes”, que les viene al pelo al pueblo polaco, caracyerizado por ser reflexivo, sereno, alegre y audaz. Ninguna tragedia, como la acaecida hace setenta años en Katyn, donde miles de oficiales militares polacos fueron asesinados, ni ningún régimen totalitario ha podido viciar ni manipular su tradición nacional, familiar y religiosa. Y me pregunto: ¿Cómo lo han hecho?¿En que se ha basado su éxito?

Resulta evidente, ¿no les parece?

Nuestra Señora de Czestochowa, Madre de la Polonia sufriente, ruega por ellos

2 comentarios

  
César Fuentes
Los polacos,como los rusos,son dos de los pueblos más sufridos de la historia, y es ejemplar el ver cómo la Fe se mantiene,mejor que peor,sin que consigan destruirla. No me extraña que Solzhenitsyn admirase a Juan Pablo II,sobre todo cuando advertía que no se cayese,tras la caída del maldito comunismo,en los errores dehumanizantes y consumistas de occidente. Hay mucho que aprender de las palabras de ambos.

Buen artículo doña Remedios.
12/04/10 9:17 PM
  
Tulkas
La catedral de Moscú, sede del Patriarca, se alza sobre lo que los comunistas quisieron convertir en piscina pública.

Y el pueblo ruso, con sus más y sus menos, ha vuelto a la Fe.
14/04/10 10:20 PM

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