Monjas del «cuore»
Ayer estuve en la consulta del médico por un problema de garganta. Antes que nada tengo que decir que José Antonio, el médico de cabecera de mi familia es un doctor peculiar, a la antigua usanza. Esto le viene de herencia, ya que su padre, D. Luis (q.e.p.d.), una eminencia (¡toda la carrera sacada con matrícula de honor!) supo inculcarle esa sabiduría que distingue a los médicos de antaño con los de hogaño. La medicina no es cuestión sólo de ciencia, sino de psicología. La medicina es una de esas disciplinas en las que no se sabe cuando acaba la ciencia y empiezan las humanidades. Al menos antes era así, de ahí que muchos filósofos fueran médicos y viceversa.