No Kidding!
Según escribe Moisés en el Génesis, cuando Dios creó al hombre y la mujer los bendijo, diciendo:
Creced y multiplicaos, y henchid la tierra (Gn 1,28).
El Rey David, escribe en el salmo 126:
Don de Yave son los hijos, es merced suya el fruto del vientre. Lo que las saetas en la mano del guerrero, eso son los hijos de la flor de los años.
¡Bienaventurados los que de ellos tienen llena su aljaba! No serán confundidos, cuando hayan de litigar en la puerta con su adversario.