22.07.08

21.07.08

La Pataria (y II)


Estamos en el año 1.063, año en el que se sienta en la cátedra de San Pedro el Papa Alejandro II. Una de las primeras cosas que realizó este Papa es llamar a Roma a los líderes patarinos, el diácono Arialdo y el caballero Erlembaldo Cotta, hermano de Landulfo, muerto en el año 1.057. Erlembaldo es un noble laico al que Arialdo había convencido para que se uniera a la Pataria. A Landulfo lo sustituyó un sacerdote llamado Sira. Mientras, los enemigos de la Pataria se eligieron un antipapa: Honorio II (1.061 – 1.072).

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19.07.08

18.07.08

Iusta et Rufina

En memoria de los santos apóstoles y mártires,
de la gloriosa siempre Virgen María,
de Zacarías, Juan, los Inocentes, Esteban,
Pedro y Pablo, Juan, Santiago, Andrés,
Acisclo, Torcuato, Fructuoso,
Félix, Vicente, Eulogio, Justo y Pastor,
Justa y Rufina, Eulalia, la otra Eulalia, Leocadia.

Esta es una de las oraciones que conforman la «oración entre los dípticos», del rito Hispano Mozárabe que se sigue en Toledo. En esta intercesión solemne que se pide a los santos, aparecen las Santas Justa y Rufina, gloria del martirologio sevillano.

Junta y Rufina eran hermanas, nacidas en el siglo III en el barrio de Triana. Dice la tradición que eran alfareras, cristianas pías.
Regía los destinos del Imperio Diocleciano, cuando durante la procesión de la diosa Salambó por las calles de la Sevilla romana, se acercaron los idólatras a casa de Justa y Rufina a pedirle dineros para el culto. Las hermanas se negaron y se rebelaron, arremetiendo contra la efigie, que se hizo añicos contra el suelo. Hoy serían tachadas de fundamentalistas.

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Una noticia escandalosa

No me lo podía creer. Cuando lo leí me quedé patidifuso, pasmado, asombrado. No podía creerme que fuera posible lo que estaba leyendo. Mi espíritu quedó embargado de dolor, el mundo se me venía abajo, ¡el Papa tiene una prima Testigo de Jehová!.

No, no es una broma. Esta noticia ha sido publicada en el diario El Mundo entre las dedicadas al seguimiento del viaje del Santo Padre en Australia. La firma Marta Lobato, que se habrá quedado más ancha que pancha tras su publicación. ¿Esperará que le den el Pulitzer por la misma?

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