Algunas notas sobre la eutanasia y su valoración desde la filosofía moral I

La comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española acaba de publicar una nota en referencia al proyecto de ley sobre la eutanasia que se está impulsando decididamente desde algunos grupos políticos en España. La nota hace referencia al un texto publicado el año pasado titulado Sembradores de Esperanza. Acoger, proteger y acompañar en la etapa final de esta vida.

He estado releyendo el documento y desde aquí quiero hacer un llamamiento a que todo el que pueda dedique algún tiempo a estudiarlo. Me parece un documento clarísimo, bien estructurado y con una presentación muy adecuada. El documento deja claros los puntos principales de la cuestión, afrontando los distintos problemas que se recogen: el de la eutanasia propiamente dicha, el del suicidio asistido, el encarnizamiento terapéutico, los cuidados paliativos, etc. Además, la estructura está muy cuidada, porque en la primera parte utiliza un enfoque ético y filosófico, mientras que introduce la luz que aporta la fe a estas cuestiones en un segundo momento. Esta estructura es muy útil, no sólo porque pone de manifiesto que muchas cosas de las que se pueden decir al respecto son comprensibles a la luz de la sola razón, sino porque además ayuda a que los católicos tengan un cierto “argumentario” a la hora de afrontar estas cuestiones. Por último, la presentación está hecha a modo de preguntas y respuestas, lo que ayuda a comprender el documento y buscar respuestas a las cuestiones fundamentales rápidamente.

Creo que leyendo ese documento cualquiera realmente interesado en conocer lo que la Iglesia enseña sobre el tema puede hacerse una idea bastante clara. Sin embargo, yo voy a intentar clarificar un poco más algunos puntos concretos desde una perspectiva estrictamente filosófica. Son algunas consideraciones generales que surgen después de haber escuchado algunas argumentaciones estos días a favor de la eutanasia y que en algunos casos repiten cosas que ya están en el documento que he citado y en otros desarrollan algunos aspectos nuevos.

Qué es la eutanasia

Uno de los obstáculos a la hora de tener un diálogo sobre temas controvertidos, como es el que nos ocupa, es la incapacidad de muchos a la hora de definir con precisión los términos sobre los que se debate. El documento de la CEE comienza señalando la definición de eutanasia que proporciona la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Española de Cuidados Paliativos. La definición es la siguiente: «la eutanasia es la provocación intencionada de la muerte de una persona que padece una enfermedad avanzada o terminal, a petición expresa de esta, y en un entorno médico».

El documento, acertadamente, hace una precisión sobre esta definición, recordando la que daba San Juan Pablo II en Evangelium vitae: «la acción u omisión que por su naturaleza e intencionadamente causa la muerte con el fin de eliminar el dolor».

Voy a presentar una tercera definición, tomada de la Real Academia Española, que, aunque no supone una autoridad médica ni ética, sí puede ayudar a precisar de qué hablamos cuando hablamos de eutanasia. Dice que es la «intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura».

Las tres definiciones coinciden en algunos puntos:

  • La eutanasia es formalmente un homicidio: el acto de matar a un ser humano.
  • Es intencionada por parte del que la realiza. Es decir, se busca la muerte como efecto directo de la acción, como medio para otro fin. Esto es muy importante para la valoración moral.
  • La víctima es una persona enferma o sufriente. Aunque no todas las definiciones explicitan el fin, se entiende que el fin que se pretende alcanzar mediante el acto de matar a la víctima es el de aliviar su sufrimiento.

Hay, sin embargo, algunas divergencias:

  • Sólo la definición de la OMS hace referencia a la petición expresa de la víctima. Esto, intentaremos razonar más adelante, no pertenece esencialmente a la razón moral de la eutanasia, sino que sería más bien una circunstancia.
  • La definición de San Juan Pablo II hace referencia a la omisión. No es una precisión irrelevante, porque algunos de los casos más polémicos que se han dado han consistido precisamente en la negación de cuidados vitales a un enfermo, como la alimentación y la hidratación.
  • La definición de la OMS se refiere al carácter terminal del enfermo, lo que quiere dar la idea de que con el acto de matar al enfermo solamente se querría adelantar lo inevitable. La definición de la RAE se refiere explícitamente a un enfermo, mientras que la de San Juan Pablo II, más general, se refiere únicamente al dolor, algo que no tiene por qué limitarse únicamente a la enfermedad.

Creo que la definición que da San Juan Pablo II es la más ajustada al hecho moral de la eutanasia, sin introducir los aspectos secundarios o accidentales que, con clara intención ideológica, desliza la definición de la OMS. Por tanto, tratando de sintetizar al máximo la cuestión, yo diría que la eutanasia es una acción cuyo objeto moral es matar a un ser humano y cuyo fin es eliminar el dolor o sufrimiento de la víctima. Objeto, fin y circunstancias son términos técnicos de la filosofía moral, y conviene entenderlos bien. En un artículo precedente los describo brevemente.

El asunto de la petición expresa de la víctima, que se incluye en algunas definiciones de eutanasia, como la de la OMS, tiene la intención de desviar la atención del objeto moral. La petición de la víctima no modifica en nada el objeto moral, que es al que debe atenderse a la hora de analizar la moralidad de la acción. Sería, en todo caso, una circunstancia. Sin embargo, dado que muchos quieren hacer de la eutanasia una consecuencia de la libertad de la persona, habría que analizar aparte esa cuestión.

La eutanasia es matar, no morir

Creo que este es el punto principal por resaltar y con el que suelen jugar los partidarios de la eutanasia. La eutanasia se presenta en el debate como un derecho, una decisión, como si fuera algo que nace de la víctima. Pero esto no es así desde el análisis moral.

En la valoración moral de la eutanasia no entra la consideración del suicidio, al menos esencialmente. El suicidio asistido es, sin embargo, moralmente semejante, aunque aquí el actor pasaría a ser colaborador necesario. La colaboración necesaria a un mal no es de la misma especie moral del mal, pero evidentemente resulta reprobable.

El tratamiento legal de la eutanasia actualmente en España puede ayudar a diferenciar estas cuestiones, considerando que la ley penal positiva de un país no es criterio de moralidad. La eutanasia aparece en el artículo 143 del código penal actualmente vigente, en torno a la inducción y cooperación al suicidio. Al aparecer en este contexto, parecería que se introduce la solicitud de la víctima como algo esencial a la eutanasia, pero desde un análisis no jurídico (insisto en este punto en particular), sino moral del texto yo saco la conclusión contraria.

El artículo tiene cuatro puntos. El primero habla de la inducción al suicidio, que supone una pena de prisión de cuatro a ocho años. El segundo de la cooperación al suicidio, pena de dos a cinco años. En el tercero se pena de seis a diez años si se causa la muerte del que quiere suicidarse.

Es en el cuarto punto en el que aparece propiamente la eutanasia, y se presenta como un atenuante (ignoro si esto es jurídicamente así, pero en cuanto a la rebaja de la pena es lo que sugiere el texto) de los puntos dos y tres, entendiendo como distintas especies el suicidio asistido y la eutanasia propiamente dicha. El texto dice lo siguiente:

«El que causare o cooperare activamente con actos necesarios y directos a la muerte de otro, por la petición expresa, seria e inequívoca de éste, en el caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave que conduciría necesariamente a su muerte, o que produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar, será castigado con la pena inferior en uno o dos grados a las señaladas en los números 2 y 3 de este artículo».

La parte de la «petición expresa, seria e inequívoca» parece que deriva de los puntos 2 y 3, porque para que haya cooperación al suicidio es lógico pensar que el suicida debe haber expresado su deseo de suicidarse claramente. De lo contrario, se trataría penalmente de un asesinato. Por tanto, lo que parece definir el carácter concreto de la eutanasia es el hecho de que la víctima padezca una enfermedad terminal o que padezca sufrimientos permanentes. Es decir, el fin por el que se realiza el acto de matar a la otra persona, o colaborar con su suicidio, es el que modifica la pena, atenuándola. Esto es congruente con la filosofía moral, en la que el fin o las circunstancias pueden agravar o atenuar la bondad o maldad del acto, pero nunca hacer que un acto cuyo objeto moral es malo, se convierta en bueno.

De hecho, lo que propone el actual proyecto de ley es modificar este párrafo del Código Penal, que quedaría de esta guisa (en reprobable lenguaje políticamente correcto):

«No será punible la conducta del médico o médica que con actos necesarios y directos causare o cooperare a la muerte de una persona, cuando esta sufra una enfermedad grave e incurable o enfermedad grave, crónica e invalidante, en los términos establecidos en la normativa sanitaria».

Resulta patente, una vez más, que la eutanasia hace referencia a la condición de enfermedad de la víctima y al fin de evitar el sufrimiento, más que a la autodeterminación del suicida. Se dirá que en la «normativa sanitaria» se desarrolla un procedimiento para asegurar que la víctima haya solicitado la eutanasia, pero queda claro qué es lo específico de la eutanasia en el tratamiento legal, y también que ese procedimiento podrá ser fácilmente modificado posteriormente.

Si se admite, según lo dicho, que la eutanasia es un homicidio, la cuestión sobre la moralidad de la eutanasia pasará por discernir:

  • Si se puede decir que es inmoral matar a un ser humano.
  • Si esa norma fundamental admite excepciones.
  • Si la enfermedad terminal o el sufrimiento de la víctima es una excepción válida.

En la siguiente parte del artículo trataré de responder a estas cuestiones.

18 comentarios

  
esron ben fares
Buenas noches:

¿Qué libros sobre filosofía moral me recomienda? Para empezar y nivel avanzado.
Muchas gracias

---

FJD: Lo más elemental es conocer bien la Ética a Nicómaco. El comentario de Santo Tomás puede ayudar a profundizar.
El antiguo curso de filosofía tomista tiene un volumen de Moral bastante interesante. Luego hay autores como Pinckaers, que aunque hace teología moral, como buen tomista, sienta perfectamente las bases de la filosofía.
15/09/20 3:10 AM
  
luis alberto
EUTANASIA
¿Quién es el que “manda” en la vida? ¿Quién determina, éste muere y este no? ¿Dios o el hombre? ¿Está el “nombre” por encima de la vida humana? ¿Cuál es el problema moral que representa la práctica de la Eutanasia? ¿Es la Eutanasia un CRIMEN INHUMANO? o ¿Es un ACTO DE MISERICORDIOSA SOLIDARIDAD? ¿Se ha dictado el hombre a sí mismo la ley moral natural? ¿Se ha dado el hombre la vida misma? ¿Qué significa Eutanasia?
Desde el punto de vista etimológico: EU, bien y THANATOS, muerte; por consiguiente, no significa otra cosa que “buena muerte” o “buen morir”.
Este término hoy a servido para cambiar su significado de “CAUSAR LA MUERTE POR PIEDAD CON EL FIN DE ELIMINAR RADICALMENTE LOS SUFRIMIENTOS DE UN SER HUMANO”, o “PROCURAR LA MUERTE CON LA FINALIDAD DE PONER FIN A SUS SUFRIMIENTOS”.
Todos los que reclaman su legalización, usan estos términos, es decir, legitimar el derecho a que un ser humano dé muerte a otro ser humano dadas las circunstancias y las condiciones. La Iglesia se distancia de estas reacciones emotivistas y de sus adjetivos “buena” o “dulce” que pretenden evocar la misericordia y la piedad hacia el enfermo.
Como dije más arriba sobre la “vida humana”, con esta mentalidad, el hombre ha “desplazado” y “corregido” a Dios, es decir, lo que en el Decálogo se dice: “No matarás”, hoy se ha cambiado por “SI MATARAS”. La Eutanasia es “adueñarse de la muerte, procurándola de modo anticipada” (Evangelium Vitae N° 64). Pero, ¿cuál es el problema moral de la Eutanasia?
Tres son los principales:
1.- La INTENCION de dar muerte a una persona.
2.- Los medios son DIRECTOS o por OMISION, es decir, cuando no se ponen los medios oportunos para conservar la vida del enfermo.
3.- Se pretende ELIMINAR CUALQUIER DOLOR, sea físico, psicológico.
Todo este problema moral, es una FORMA DE SUICIDIO, porque implica que un hombre dé muerte a otro.
En otras palabras: el hombre se convierte en un ser SIN DIGNIDAD. ¿Cuánto le cuesta al Estado una persona en condiciones grave internado en un hospital? ¿O es que el Estado los considera “cargas inútiles?
No es Eutanasia, el aplicar un tratamiento necesario para aliviar el dolor, aunque acorte la expectativa de vida del paciente como EFECTO SECUNDARIO NO QUERIDO, ni tampoco puede llamarse Eutanasia al resultado de muerte por IMPRUDENCIA o ACCIDENTE por parte del personal médico.
Hay que suponer que la gente no pide la Eutanasia para sí misma la muerte, sino porque en realidad sienten que ya no pueden vivir de manera que desean.
15/09/20 4:32 AM
  
Alan
"«la eutanasia es la provocación intencionada de la muerte de una persona que padece una enfermedad avanzada o terminal, a petición expresa de esta, y en un entorno médico»."

Pues a mi me parece muy claro, que ustedes quieran que diga lo que no dice o que prefieran cambiar el texto por otro que sea mas facil de atacar es un problema suyo, no de quienes estamos a favor del derecho de cada cual a decidir como y hasta cuando vivir su vida.

---

FJD: Ahí no dice nada del derecho de nadie a decidir nada. Habla de provocar la muerte = matar, que es lo que yo he intentado explicar, sin éxito en cuanto a usted por lo que parece.
15/09/20 9:53 AM
  
Joseph González
Estimado Francisco José Delgado. En relación al tema que usted ha tratado en este artículo creo que le podría interesar leer el siguiente artículo académico; "The Nazi Physicians as Leaders in Eugenics and “Euthanasia”: Lessons for Today" .The American Journal of Public Health (2018) Vol. 108, N. 1
Reciba un cordial saludo
15/09/20 10:32 AM
  
Alan
"a petición expresa de esta"

¿Le parece que eso no es decidir?

---

FJD: No. Eso es pedir. Y eso no quita que la definición siga siendo matar.
15/09/20 10:37 AM
  
Palas Atenea
Que yo sepa a los presos que piden la eutanasia, excepto tal vez en Holanda, no se les concede. Por la misma razón podría preguntársele a un condenado a 30 años. Usted, ¿qué prefiere? ¿treinta años en la cárcel o la inyección letal? Y lo mismo se podía hacer con un parado o cualquier persona que no encuentre sentido a su vida. La voluntad no tiene por qué estar sujeta a una enfermedad, la voluntad de morir puede acompañar al hombre durante toda su vida, sin embargo se ocultan las tasas de suicidios o, si son altas, se consideran preocupantes.

---

FJD: Efectivamente. Aunque habría que analizar aparte si la voluntad de morir supone un acto de libertad. En el próximo capítulo diré algo al respecto, aunque por la dificultad que conlleva explicar en qué consiste la libertad, no profundizaré mucho.
15/09/20 11:51 AM
  
Alan
Ah, creia que ustedes estaban por lo del libre albedrio y que cuando se pide algo es por que uno lo ha decidido (como no soy conspiranoico por naturaleza, no contemplo a priori que la peticion de eutanasia de una persona venga dada por coacciones o amenazas).
Matar siempre es terminar con una vida, sea de una persona o de una hormiga, no hablo de que sea lo mismo o no, que seria otro debate, pero matar es matar en cualquier caso, lo que no veo es en que afecta eso a la cuestion de la eutanasia, ¿alguien ha dicho que eutanasiar a alguien no implique su muerte?

---

FJD: En el próximo artículo explicaré por qué el acto moral de matar a un ser humano es siempre inmoral, y no se deben admitir excepciones.
Matar a un ser humano no es lo mismo que matar a una hormiga. Si eso no lo entiende, le invito cortésmente a que no me lea, porque es evidente que jamás podrá comprender lo que escribo.
Que una persona se muera no es una acción, por lo que no está sujeto a evaluación moral. Que una persona mate a otra sí. Como la eutanasia consiste en el acto de matar a otra persona, está sujeta a evaluación moral.
15/09/20 12:00 PM
  
Alan
"no hablo de que sea lo mismo o no, que seria otro debate,"

Yo crei que usted habria entendido lo que escribi, veo que no.

"Como la eutanasia consiste en el acto de matar a otra persona, está sujeta a evaluación moral."

Es que yo no le he negado eso, lo que ocurre es que esa "evaluacion moral" no tiene porque ser la que emana de unas creencias religiosas determinadas, que ademas se consideran inamovibles en sus conceptos morales, es mas puede ser una evaluacion moral positiva, pero me temo que eso no entra en su "moralidad" si hablamos de eutanasia. Y es que, aunque usted no lo haya mencionado explicitamente en su articulo, ustedes parten de la creencia de que la vida es un regalo divino y solo Dios puede quitarla voluntariamente, esa es en realidad la clave de todo el debate de la eutanasia para ustedes, para quienes no creemos en entidades sobrenaturales, plantear las cosas en esos terminos no tiene ningun sentido.

---

FJD: Bien. Hasta aquí ha llegado su participación en el debate. No ha presentado ni un solo argumento racional, y lo único que se le ocurre es criticar los míos porque creo en Dios, a pesar de que no haya hecho ninguna afirmación tomada de la Revelación. Espérese a que salga el siguiente artículo para seguir dejándose a sí mismo en ridículo. No le voy a pasar más comentarios si no tiene nada que aportar.
15/09/20 12:49 PM
  
Oscar de Caracas
Estimado Padre,
El problema es no sólo decir que te opones a esa ley sino combatirla de frente.

Dejo esta entrevista con monseñor Viganò donde deja muy claro porque tantos curas y jerarquía han perdido el valor, es decir la fe.

https://adelantelafe.com/entrevista-de-tosatti-a-monsenor-vigano-la-jerarquia-adolece-de-un-complejo-de-inferioridad-que-los-situa-por-debajo-de-sus-interlocutores-en-el-mundo-2/

---

FJD: ¿Y exactamente qué está haciendo Mons. Viganò para combatir esto de frente que no estemos haciendo nosotros? Me interesa mucho su respuesta.
16/09/20 12:11 PM
  
Tulkas
Padre:

Depende qué incluya en ese “nosotros”.
Desconozco a Vigano y no sé si es obispo, pero parece que la diferencia está en que Viganó se está dirigiendo a los niveles de apelación a los que debe dirigirse:

1-sus hermanos en el episcopado
2-el poder secular real (Trump)

Lo que vemos habitualmente no es eso, no es una interpelación directa, sino unas declaraciones a la prensa o un documento lanzado al aire sin destinatarios concretos.

No le estoy criticando a usted, sino sólo señalando la diferencia entre las interpelaciones de Vigano y lo habitual a los que estamos acostumbrados.

---

FJD: Lo ha dicho al principio. Lo desconoce.
16/09/20 4:31 PM
  
Oscar de Caracas
Estimado Padre,

Vigano acusa a la casta política-catolica del partido demócrata de no ser católica aunque estos se digan que si lo son. Y lo dice con nombres y apellidos. En España, en casi todas las marchas contra el aborto, convocadas en Madrid, que he asistido apenas vi curas y ningún obispo apoyando a los fieles que combatimos esa aberración. Desde que se aprobó el aborto no he escuchado bramar contra esa aberración a casi ningún obispo salvo uno que otro, y muy puntualmente oiga.

Usted es joven y fuerte y mucho más inteligente que yo, lo tiene todo para plantarse al enemigo, ¡plantese!

---

FJD: Es decir, que Viganò está haciendo poco más o menos lo mismo que yo, que no es casi nada. Sobre todo porque él y yo poco podemos hacer. Ahora bien, él ha ocupado altos cargos en el Vaticano y en la carrera diplomática. ¿Me podría decir qué hizo entonces?
16/09/20 5:38 PM
  
Tulkas
Padre:

La cuestión no es la persona de Vigano, ni su biografía, ni el contenido de sus cartas.

La cuestión es si lo que ha hecho Vigano orienta en algún sentido. Dos comentarios:

1-parece que sí, porque ahí tenemos la “carta abierta” de Cañizares al Gobierno, aunque una carta abierta sea papel mojado

2-a raíz de lo de Vigagno yo he pensado mucho en la Carta Encíclica de Alejandro de Alejandría dirigida a los “consiervos de la Iglesia Católica por todo el mundo” dando la alarma en los albores del arrianismo.

El punto 2 es lo que se echa de menos: una carta con autoridad episcopal de un obispo a los otros obispos, no una mera “acción coordinada” de la CEE.

Reprochar a Vigano lo que usted reprocha es como decirle al obispo alejandrino: ¿qué has hecho hasts ahora para contener a los arrianos?

---

FJD: Yo no le reprocho nada. Contesto a los que me dicen que yo tengo que hacer lo que ha hecho él.
Y como este tema no tiene nada que ver con el artículo y no va a ninguna parte, lo dejamos ya.
16/09/20 7:46 PM
  
Oscar de Caracas
Estimado Padre,

Estamos en tiempos de prueba, donde hay que dar la pelea en la plaza y sobre todo en los púlpitos: Ya no se habla de los pecados mortales, de los novísimos y de que nos jugamos la salvación segundo a segundo ya no se habla con fe en las homilías; no la he visto en las misas que he ido desde que me convertí.
Hablar de estas cosas desde el confort digital no implica mucho riesgo pero si te la puedes jugar, el tipo, en el púlpito; algúno habrá que te denuncie por hablar valientemente de Cristo a las autoridades.
Padre, me consta que hay sacerdotes valientes y usted es uno de ellos.
16/09/20 10:23 PM
  
Centurión Cornelio
Páter,
Es muy fácil inducir a un enfermo que resulte una carga al deseo de terminar con la vida.
Esta ley es posible porque la mayoría de la sociedad ha dejado de ser católica, siquiera culturalmente.
Entonces, a quien no cree en Dios no podemos irle con argumentos del tipo "toda vida humana es sagrada" o "la vida sólo la puede quitar Dios", etc.
El católico debe pedir una muerte con dolor, como penitencia por sus pecados y para ofrecérsela a Cristo; morir sin dolor (no digo un dolor insoportable) es morir sin darse cuenta y sin posibilidad de examen de conciencia y arrepentimiento.
El concepto de libertad, tan manido y en general nunca explicado, a mi modo de ver debe definirse como "la capacidad que todo hombre tiene para elegir el bien", que es la explicación que a mí más me satisface por el momento.
Podemos prever la resistencia que los católicos opondrán a esta ley, viendo lo que pasó con la del matrimonio homosexual, desde mi punto de vista de consecuencias aún más destructivas.
18/09/20 9:32 AM
  
Daniel Lagos de Perú
Alguno de los que han traído a Mons Viganó por aquí:
¿Podrían dar un solo link de Viganó como Nuncio en EE.UU. hablando lo que ahora habla contra el CVII???
Valiente?? Sí, como no.

Viganó es como la mayoría de los del clero con los que por años trabajó, es decir, habla muchas cosas ciertas pero tienen también errores graves, como su pasada de rosca con el CVII. Y el simple hecho de mentar a Viganó de la nada para efectos de este post, muestra el grado de fanatismo de sus seguidores.

Por cierto, no tarda Viganó en culpar al CVII de la Ideología de Género y el Aborto.

Y es que claro, solo basta con ver la "tasa de natalidad" entre los que se consideran "Tradis Puros" para entender que dejaron la Humane Vitae en el buzón de sugerencias y solo la sacan para hablar contra el Aborto.
¿Y como se nota que alguien no ha leído La Humane Vitae o si la leyó ni se enteró?
Cuando en un post anticultura de muerte como este, el cerebro no les da para más que para mentar a Viganó y llevar la cosa por otro lado.

Tan absolutistas, preocupados en repudiar absolutamente todo el post Concilio...... y Dios inspira a su Iglesia La Humane Vitae (una de las Encíclicas más claras y contundentes de La Historia de La Iglesia) a un Papa Post Conciliar, en el Post Concilio.

En fin, no se si lo veré, pero si grande será el llanto y rechinar de dientes de los Modernistas cuando por fin llegue un Papa fiel a su ministerio y ponga las cosas en orden (si no es que Cristo mismo viene antes a ponerlas en orden el mismo), más grande será la sorpresa de muchos autoproclamados defensores del Tradicionalismo Católico (neo tradis más bien, o para su llanto, tradis nacidos en la Iglesia Post Conciliar) cuando ese Papa, les de su repaso por sus pasadas de rosca y sus Fetiches en canto a formas.
18/09/20 10:45 AM
  
Tulkas
Una buena noticia al respecto en el Colegio de Médicos de Madrid.

Le animo a entrevistar a su presidente.
18/09/20 4:42 PM
  
Oscar de Caracas
Estimado Daniel Lagos de Perú

El asunto no es sobre monseñor Viganó sino de la cobardía de nuestros pastores, los cuales no he visto personalmente defender la fe y han desmoralizado y desmovilizado a sus ovejas por su falta de valor y coraje; ellos persiguen a los buenos curas y a los pésimos los promueven...Todos sabemos que la eutanasia es una aberración y los pastores creen que con quejarse un poquito escribiendo un post extenso es suficiente...
¿Tendrán coraje de decirlo en las homilías? ¿Bramarán contra estas aberraciones.? Lo dudo. Al final la gente mayor poco formada catolicamente pedirá la eutanasia creyendo que es un bien e irán al infierno porque poquitos pastores hablaron claro ese pecado aberrante.

---

FJD: En realidad, mi artículo no va sobre ninguna de las dos cosas.
19/09/20 4:08 PM
  
José ignacio
Muy bien Daniel Lagos
20/09/20 11:46 AM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.