Mis lechugas tienen todo que ver con Dios
Esta entrada es una entrada de fin de semana, es decir, será una entrada ligera y alegre, justo para relajarnos y descansar.
Empezaré por narrarles el embrollo que significa para mi cada viernes que es el día que debemos recolectar, lavar y empacar mil lechugas hidropónicas para una de las más, sino la más importante empresa que compra y distribuye hortalizas y legumbres a nivel nacional.

El otro día una señora católica con la que crucé algunos correos me dijo (supongo que haciendo alarde del mejor de sus insultos) que ella no hablaba con miembros de “sectas católicas", refiriéndose al intercambio que manteníamos y a mi participación en el Movimiento Comunión y Liberación.