¡Mi vida, al fin te pertenece!
Querido Señor:
He venido viviendo estos días de Navidad y de fin de año tratando de descubrir algo en los acontecimientos que me permita hablar con esperanza de esta hermosa vida que me has dado. No encuentro nada o no he sabido mirar.

Cuál sería su reacción como catequista si llegase una pareja de homosexuales al curso de preparación para el bautismo con la expectativa de bautizar a su niño adoptado o engendrado mediante fertilización in vitro?