InfoCatólica / Deo Omnis Gloria / Categorías: Itinerario de fe, Oremos

9.07.19

¿Adónde irás esta mañana?

Podría ser que de aquí a cien años haya sucedido.

Podría ser que sea que el NOM haya triunfado sobre los pueblos sometiéndolos a su ideario.

Podría ser que, como dijo Benedicto, hayamos quedado reducidos al mínimo y que, como hace tiempo, estemos celebrando culto en las casas. Quizá sin templos, sin signos religiosos, sin poder salir a la calle en procesión, sin poder manifestarnos abiertamente por no quedarnos sin trabajo o morir dejando a nuestros hijos sin padre y/o madre.

Podría ser llegue a ser así porque, simplemente, antes ha sucedido.

Podría ser que, efectivamente, la única forma de culto que no nos signifique peligro sea la forma extraordinaria por silenciosa y poco llamativa. Podría ser ya que, el latín será todavía una lengua más desconocida que antes aunque seguirá siendo nuestra, con la que nos comunicamos con Dios y entre nosotros sin correr peligro.

Podría ser que el ministerio sacerdotal no quede prohibido, como en China, por lo que llevar sotana será la única forma de hacer presente la fe en la vida pública y con lo que los fieles sabremos que no estamos solos ni que todo está perdido.

Podría ser que todas esas visiones (que nunca leo) y profecías se cumplan, especialmente y sobre todo, las que señalan que el Inmaculado Corazón de María triunfará y nos daremos cuenta que está siendo así porque todos seremos hijos de María y devotos del Sagrado Corazón de Jesús.

San José, nuestro bien amado padre, será tutor y custodio de nuestra familia tanto como lo fue de la suya 

Ciertamente, la familiaridad con el Espíritu Santo crecerá porque ya no habrá mucho libro que podamos leer, ni mucho teólogo o sacerdote a quién recurrir y por eso, el Santo Espíritu que habita en María nos concederá aquello de lo que carecemos para llevar una vida santa, agradable a Dios.

Quizá será la manera en que reconoceremos que el Reino existía desde tiempo atrás y para lo único que había que esforzarse era para vivir en santidad, con lo mínimo necesario y quizá ni eso; en la humildad de haber visto todo perdido, no depender de nadie sino de Dios y de las gracias de las que María Santísima es administradora.

Uno se despierta un buen día, tal como hoy, pensando en estas cosas y aunque sabe que no vivirá para verlo se dice que, al menos, espera ser contado entre los miembros de la Resistencia la que, en  buena hora existe.

Dentro de cien años, quizá quinientos, seremos recordados (o quizá no) como los católicos que salvaguardaron la fe ante el embate del Mal que se había propagado sobre la Tierra consumiendo miles de almas en el Infierno.

Dirán que fuimos quienes actualizaron en significado del martirio que, si bien en los primeros años no fue sino expiar con el propio sufrimiento por los pecados propios y ajenos, le dio el empuje necesario al plan de Dios con el que rescataría a los que le pertenecen desde el principio del mundo.

No sé, digo todo esto porque por las mañanas tiendo estar muy lúcida pero, obviamente, podría ser que no.

Adónde irás esta mañana? Adonde quiera que vayas y lo que pienses hacer hazlo teniendo en mente que, dentro de esta maravillosa historia (que no necesita agradarte), estás colaborando con Dios en lo que tenga planeado para el ser humano; todo lo que (aunque no en apariencia) será definitivamente un bien.

El Señor te acompañe. 

4.07.19

Whatsapp, mi párroco y yo (II)

El whatsapp puede ser un recurso para un respetuoso intercambio con el párroco. 
Yo lo he convertido en el medio para compartir con el mis preocupaciones e inquietudes.
Es mi intención ofrecer algunos de dichos intercambios que puedan servir como modelo para que otros se animen a utilizar la aplicación de la misma forma.  
Sin embargo, que no se piense que existe garantía de obtener respuesta. 

Yo nunca la espero. 

_____________________________________________________

Padrecito, cómo amaneció?


Digame una cosa: usted piensa hacer algo al respecto de varios de sus más cercanos colaboradores que en fb hablan abiertamente de estar en contra de los evangélicos y a favor de los neo-marxistas que ostentan el poder? 

Si, esos que votaron en contra del evangélico provida movidos por el engaño de que nos quitaría a la patrona de Costa Rica; de los que dieron su voto a los mismísimos anti-católicos sobre quienes usted nos alerta en las homilías. 

Yo es que, sinceramente, lo que hago es preguntarles directamente si es que, acaso, ponen atención en misa. Claro, nunca me responden. 


3.07.19

Whatsapp, mi párroco y yo (I)

El whatsapp puede ser un recurso para un respetuoso intercambio con el párroco. 
Yo lo he convertido en el medio para compartir con el mis preocupaciones e inquietudes.
Es mi intención ofrecer algunos de dichos intercambios que puedan servir como modelo para que otros se animen a utilizar la aplicación de la misma forma.  
Sin embargo, que no se piense que existe garantía de obtener respuesta. 

Yo nunca la espero

—————————————————————————————–

Hola, padre:

“Digame usted: Si “con el pecado mortal el hombre pierde la gracia santificante y no hay realidad natural que pueda devolvérsela” [1] cómo es que los curas nos piden que nos “esforcemos” por ser discípulos sin pedirnos a la vez que vivamos en estado de gracia y que para eso es necesario evitar el pecado?

Nada sobrenatural, tal como el discipulado, será posible si estamos en pecado ya que solo la gracia puede mover al pecador a ser discípulo, nunca lo podrá lograr por su propio esfuerzo. 

A mi, en lo personal, me resulta un sin sentido por eso, cuando usted habla de esa forma en las homilías, prefiero salir a tomar agua para aliviar mi tos.

Por supuesto, no siempre saldré a tomar agua por cosas que me parecen sin sentido. Usted habla como pocos. Sabe que doy gracias a Dios por eso.

[1]  Alonso Gracián

30.04.19

¿Para cuándo, Señor, veremos a tu ejército formado en batalla?

Si no fuéramos seres espirituales no habría monjes y ascetas en otras religiones, no habría sacerdotes ni obispos ni tantos líderes cristianos o en otras religiones y creencias; por lo que, como somos seres espirituales, andamos sedientos de trascendencia. Sedientos de respuestas para haber nacido y para morir, saber quiénes somos y para qué estamos aquí.  

Sin fidelidad a nuestra naturaleza humana espiritual, sin deseo de búsqueda de aquello que la satisfaga y sin compromiso con lo que va siendo hallado, estaríamos reduciendo nuestra humanidad al nivel de las bestias.

Porque bestias somos en cuanto actuamos movidos, no por razones sino por sentimientos o emociones que son, al fin y al cabo, el equivalente al instinto en los animales.

Les decía el otro día que, a manera de experimento, me atreví a llamar idiotas a muchos que se dieron por aludidos. No debí haberlo hecho.

No debí hacerlo porque, si bien la evidencia le dice a mi razón que son idiotas que han perdido capacidad para razonar, por ser yo una criatura cuyo entendimiento es iluminado por el Espíritu de Dios, no debí haber pasado del pensamiento al acto; es decir, pensar que son irracionales no es pecado sino haber actuado al respecto llamándoles idiotas.

Después que lo hice pase unos días convulsos no solo en relación a lo que mi conciencia me decía sino porque tanto en lo físico como a mi alrededor lo estaba siendo.

No conseguía entender cuál había sido mi error. Para dejármelo muy claro y no volver a hacerlo me lo presenté de la siguiente manera: “Dios Padre debe tener clarísimo que soy idiota pero no actúa de acuerdo a lo que piensa. Muy al contrario".

Cuando lo entendí, fue una noche en la que estaba con un fuerte dolor físico que no me dejaba descansar por lo que dolor físico y moral se fundieron solo para arrojarme arrepentida en los brazos del Padre.

Se los narro porque esta misma experiencia me llevó a entender las razones por las que, por ejemplo, un presbítero u obispo no se atreven a decir lo que debe ser dicho. 

Obviamente, no propongo que llamen idiota a ninguno pero si que, sabiendo que son idiotas, actúen corrigiendo a la sociedad tal como lo hicieron grandes papas el siglo pasado.

“La Iglesia no hace política, pero cuando la política toca su altar, la Iglesia defiende su altar” Pío XI

Es que me digo, si yo –que no tengo ni la décima parte de la formación de un obispo- me atrevo, incluso a equivocarme, con tal de guardar fidelidad a lo que del Reino de Dios me ha sido dado, cómo es que no lo hace o lo hace apenitas uno que, supuestamente, tiene mucho mayor responsabilidad que yo?

Cielos! Uno ve que año tras año triunfan los socialistas en tantos países como lo hacen, roban, mienten, manipulan, desordenan, expulsan la ley natural y a Dios de todo lo que tocan y los obispos, con excepciones, siguen hablando como poco o nada estuviese pasando.

Con tanto temor, con tanta reserva y cálculo, al que supongo llamarán prudencia (pero que no es más que corrección política) que llegan a exasperar a gente simple como yo que termina pecando por llamar idiotas a unos por la mera impotencia.

Yo me digo, cuándo es que los católicos les hemos sido agradables a los políticos sino cuando nos hemos vuelto políticos antes que católicos?

Nunca le hemos sido agradables al mundo desde antes de morir Cristo en la cruz. Entonces? Es que, realmente, están convencidos que es posible “dialogar” con el mundo, que es posible ayudar al Señor a salvar almas sin decir lo que debe ser dicho sin faltar al modelo de Cristo?

En fin, he aquí –no a una persona desesperada- sino exasperada que, probablemente, volverá a pecar hasta que entienda cómo deben ser dichas las cosas y, sin duda, las habré de decir aunque más adelante, como a Mons. Páez, me llamen a Roma.

Somos seres espirituales a quienes se les ha revelado mucha mayor información sobre las exigencias del Reinado de Cristo que a cualquier religión o creencia por lo que es obsceno que la reduzcamos a lo que nos sirva solo para pasarla bien en este mundo el que, de cualquier manera, siempre nos ha rechazado ya que, de primero, rechazaron a Cristo y siempre lo harán.  

¿Para cuándo, Señor, veremos a tu ejército formado en batalla?

 Por cierto, con “ejército” me refiero a una Iglesia actuando concorde con al legado de Nuestro Señor Jesucristo. . 

  

26.04.19

Como Iron Man pero sin ese tonto corazón que brilla

“Yo digo que es humildad reconocer que Dios nos hace criaturas nuevas, que hay lucidez en creer en Dios quien nos capacita. Es humildad reconocer abiertamente que Dios hace mejor al ser humano” Maricruz Tasies

He observado cierta idiocia entre los enemigos de la Iglesia.

No sé qué será, si será que la especie humana  ha degenerado o si, simplemente, su empecinamiento en el pecado reduce su capacidad para razonar y que, por tanto, no tienen otra cosa más que los sentimientos para orientarse. No sé. 

Ese montón de argumentos estúpidos para defender el aborto, esos padres idiotas que se emocionan por el deseo de sus hijos por cambiar de sexo, la idolatría hacia los drag queen y cualquier otra expresión espectacular de personas con desorden de identidad sexual…

En fin… tantas cosas que se ven en tantas de personas con tan poco cerebro que uno se pregunta cómo será cuando, cada día más, se les otorgue poder sobre el resto. Es de temer, sin duda.

En redes sociales, una sola vez los llamé idiotas, y como moscas se dieron por aludidos, de tal forma que, efectivamente, existen muchos más de los que imaginamos aunque no tantos. Dichosamente, todavía, no son mayoría pero podrían llegar a serlo.

Al respecto, me pongo a pensar cómo será que las conferencias episcopales, la propia Iglesia en su Magisterio o el mismo Papa, se están preparando para una sociedad de este tipo.

Me hace pensar, específicamente, cómo se preparan los obispos de mi país y cómo los presbíteros a su cargo. Porque, sin duda, deberían estarlo haciendo si es que pretenden sacar a la Iglesia de sus cuatro paredes parroquiales. Si es que han pensado que, si hay gentes que necesitan de Dios, son éstas.

Me figuro que, de estarlo haciendo, se habrán dado cuenta que deberán echar mano del conocimiento que ofrecen casos en los que la Iglesia ha debido lidiar con sociedades de este tipo; me refiero a multitudes sin Dios y, por ende, sin capacidad para razonar.

Porque eso sería lo más importante, conocer cómo se echarán al ruedo ante una multitud que a gritos pide su cabeza.

Me figuro que estarán haciéndose a la idea del martirio porque, digo yo, ¿de qué otra forma podrían estar pensando en dar testimonio?

Lo mismo me pregunto de los agentes de pastoral o si será que, más bien, siguen con ese pensamiento blandito de que con puro amor y esa rara misericordia de ahora atraerán almas a Cristo?

No sé, en realidad no sé. No sé si más bien, de entre todos ellos: obispos, curas y agentes, empezarán a surgir gentes valientes. Gentes sin miedo. Que digan lo que debe ser dicho en cualquier momento y lugar. No sé.

Sería lógico pensar que así fuera y saben por qué? Porque de no suceder, querría decir que Cristo padeció para que nada significara su Muerte y tampoco nada la Pascua. Que, quizá mejor, ni siquiera supiéramos de su existencia y nada de la Gracia; pero… sabemos que es todo lo contrario, de tal forma que, sucederá, surgirán y han surgido ya, gentes valientes y las habrá cada día más aunque no tantas como quisiéramos. Las habrá porque Dios existe.

En fin, sea como fuere lo hagan o dejen de hacer los responsables, no se si habrán notado cierta urgencia en prepararse para una  nueva etapa.

No sé si la preparación la están recibiendo mediante los duros golpes de la vida que los ha hecho entender que su vida dentro de la vida de la Iglesia no volverá a ser lo que fue y que, por lo mismo, cada uno de ha venido siendo cambiado tal como si le estuviesen forrándole con una armadura fortísima dentro de la que instalaron, hace tiempo ya, un nuevo corazón de carne.  

Parecido a esa coraza del dichoso Iron Man sin ese tonto corazón que brilla. Jaja
Vaya metáforas “sutilísimas”  se me ocurren.

No se si, en verdad, lo habrán notado que ya no somos los mismos de hace cinco años.

Para lo que viene, hemos sido hecho nuevos.

Ya somos nuevas criaturas.

Es obra de la gracia. Todo es obra suya.