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28.10.15

Curso Experto Comunicador Católico (ECC)

Queridos lectores:

A continuación copio el correo que me ha enviado la Universidad Libre Internacional de las Américas de quienes me consta, ya que llevé el curso el año pasado, posee un amplio y de primera categoría cuerpo académico del que, al igual que yo, muchos de ustedes podrían estar sacando ventaja para su vida profesional y de fe para estos tiempos duros que corren. 

Me he tomado la libertad de publicarlo aquí a manera de retribuir a la universidad su esfuerzo que no es poco dada la altisima calidad del profesorado, el cuerpo técnico y los contenidos. 

Espero que, de anotarse en algún curso, me lo hagan saber. Me dará mucha alegría.

De mi parte, nada más recomendar que, por ser intensivos, necesitarán disponer de al menos dos horas diarias para el estudio, de lunes a domingo, y que -además- les guste estudiar asi como la temática propuesta. Sería ideal que tuvieran, al menos, estudios de escuela y colegio completos.  

Los invito a leer y a recurrir a los enlaces por mayor información. 


 

Tercera edición del Curso de Experto en Comunicación Católica, ECC, auspiciado por CATHOLIC VOICES ESPAÑA y la Universidad Libre Internacional de las Américas, ULIA, que lo oferta como título propio. El curso está coordinado por los profesores Ignacio Gil Pechuán y José Pérez Adán.

Va dirigido a periodistas y divulgadores católicos; jóvenes comprometidos mediáticos y activos en redes sociales, potenciales comunicadores, difusores, y portavoces no oficiales de la fe católica en medios de comunicación que reclamen el testimonio de vida de personas comprometidas. Se oferta para alumnos de todos los países de habla española.

FORMATO:

El curso consta de 23 sesiones semanales en total. Cada sesión comprende 3 partes:

1.- El video del experto (sobre 15 minutos)

2.- Un/os textos de estudio a propuesta de la dirección del curso y/o del experto

3.- Un control de 3 preguntas de desarrollo sobre la comprensión del video y los textos que elabora la dirección del curso y que el alumno deberá responder semanalmente.

Para la obtención del título de experto además del control semanal se exige al alumno la elaboración de un video final de diez minutos con una comunicación propia acerca de un tema relativo al curso.

CONTENIDOS:

18 temas de actualidad y de interés mediático entre los que figuran:

Aborto 

Abusos sexuales por sacerdotes y pederastia 

Anticoncepción de emergencia 

Clericalismo  

Divorcio 

Educación de la sexualidad

Eugenesia

Eutanasia y “muerte digna”

FIVET 

Homosexualidad  

Laicismo

Libertad 

Libertad religiosa  

Matrimonio 

Matrimonio homosexual  y multifamiliasmo

Moral social 

Reconocimiento de la fertilidad 

Transhumanismo

Y 5 temas propios sobre la actitud y enfoque de la comunicación católica en base a la experiencia de Catholic Voices.

Cada tema cuenta con un experto profesor universitario que interviene en el video. Los profesores expertos, todos de renombre y experiencia, colaboran específicamente en el curso con intervenciones inéditas grabadas para este propósito. Más información en www.ulia.org/ecc

Le rogamos pase la información a sus recomendados. El tope de alumnos por curso es de 20 personas. El plazo de aceptación de solicitudes de matrícula se cierra cuando se llena el cupo.

Considere por favor la idoneidad de las personas a las que hace la recomendación.

Quedamos a su servicio. Muchas gracias

23.10.15

La mejor persona de la historia

Dedicado a Ana Lau

El otro día una conocida, hablando con ella de la castidad, me decía que nunca querría pertenecer a una religión como la nuestra, tan inhumana y opresora.

No deja de tener razón en el sentido de que Cristo exige mucho de nosotros tanto en el aspecto físico como emocional e intelectual.

Aunque, valdría la pena mencionar que -si uno se toma en serio- resulta ser lo más estimulante que criatura humana podría conocer el tener delante a Cristo desafiándole, ya no digamos a ser “santo” sino a ser “la mejor persona de la historia”, es decir, aquella persona que ni siquiera imaginas podrías llegar a ser.

Un héroe. El héroe que, muy en el fondo de ti, siempre has intuido podrías ser.

O, es que, acaso, de una persona de la magnitud de Cristo, rechazarias un reto semejante?

Pues, qué diré, lo rechazaría solo alguien que no quisiera salir de su “zona de confort"; es decir, alguien que está satifecho con el ser humano que es, con lo que hace, dice y piensa. No crees?

Bromas aparte, y para aliviar un poco la tensión acerca del Sínodo, no les parece que gran parte del desacuerdo que existe es debido a que muchos (católicos, entre ellos) no quieren, no pueden o no detectan el desafío que plantea Cristo?

Quizá por esa razón es que hemos escuchado a varios padres sinodales decir, tal como mí conocida, que la Iglesia espera demasiado de las personas ya que, por ejemplo, alguno por ahí ha dicho que solo “héroes” vivirían en castidad.  

Por supuesto, podría ser que Cristo no es para ellos quien es para nosotros. Eso podría ser.

Podría ser que, unos estaríamos ante Cristo, el Logos, origen y fin de todo lo creado y, otros, ante alguien que es como uno de nosotros o, quizá, tan solo una idea salida de su propia cabecita.  

Y es que nuestra cabecita puede llegar a tener ¡cada idea!; muchas de las que, ya lo sabemos, son considerablemente inhumanas y opresoras.  

Así es, lo reconozco, y parecerá el colmo, pero existen padres sinodales y muchos (no cristianos, entre ellos) que no se enteran (o no quieren enterarse) del desafío que tienen por delante: ser “la mejor persona de la historia”

Es lo que, de manera simple, planteó Cristo a los discípulos.

Lo que nos plantea a cada instante.

Por eso seguir a Cristo es exigente pero a la vez fascinante.

Lo único humano y liberador.

20.10.15

¿Emocionales antes que racionales?

El domingo pasado fui a la misa de 5:30pm en la que me encontré que era una misa con jóvenes (Ta-nán!)

Sufrí de antemano un poco, ya que con el párroco anterior, experimenté en carne propia lo que la “iniciativa” de los catequistas puede hacer a una celebración litúrgica con jóvenes cuando el párroco tampoco tiene claras algunas cuestiones básicas de nuestra fe.

Mirándolos aplaudir jubilosos o quebrados en llanto lo único que lamenté fue que los estén conduciendo a un supuesto encuentro con Cristo a través del camino de los sentimientos y de las emociones. 

Esta experiencia dejó para mi muy clara la magnitud del problema que tenemos entre manos.

No solo ha sido que algunos obispos se consideran con autoridad para regular en sus diócesis, algunas veces, prescindiendo de las directrices del Magisterio sino que la epidemia se extiende a sacerdotes, catequistas y hasta los mismos laicos que, supuestamente, reciben formación católica; la que, al día de hoy, posee mayor contenido basado en los sentimientos y emociones antes que en lo razonable que resulta creer.  

Por que es razonable creer, o no? Acaso no responde Cristo en persona, mejor que cualquier amigo, a nuestras más profundas aspiraciones tanto afectivas como racionales?

Pues, eso! Las responde! Por eso creemos, o no?

El caso es que, les pregunto: los apóstoles, tras la muerte y Resurrección, se juntaron para llorar juntos o, al contrario, se plantearon con seriedad su vidas ante el hecho de haberse encontrado a través de su muerte con la Persona que encarna el Amor?

Hasta este punto nos hemos permitido dejar de razonar la fe y, hasta ese punto hemos llegado a pensar que Cristo es algo, cuando es Alguien, es decir, persona con derecho a una Liturgia digna y a que su mensaje sea transmitido de modo fiel. 

Esto ha quedado para mi muy claro tras ver el video del padre Santiago Martin que circula por Facebook en el cual explica su preocupación acerca de que algunos obispos y cardenales en el Sínodo se hayan emocionado por el caso del niño quien, en su Primera Comunión, partió la hostia consagrada para entregar la mitad a su papá quien es divorciado en segundas nupcias.

Es cierto, resulta preocupante que hayamos tantos en la Iglesia que estemos dispuestos a emocionarnos por un sacrilegio.

Lo que me lleva a pensar que el papa emérito Benedicto tuvo razón al decir que si la Iglesia llegara a destruirse sería por el trato que damos a la Liturgia. 

O, acaso no es debido a la pérdida del sentido de lo sagrado, que muchos laicos, obispos y sacerdotes ya no crean que Cristo es persona con derechos y que, por lo mismo, lo traten como a un objeto que les procura agradables y merecidas emociones y sentimientos?

En efecto, Cristo, antes que ser Alguien que nos seduce con su forma de ser y de quien procuramos su amistad para amarlo de vuelta tal como nos ha amado, ha sido arrancado de cuajo de muchas de las celebraciones litúrgicas a las que tiene derecho como Hijo de Dios y Redentor del mundo, para habernos colocado, curas y laicos, en el centro de la celebración.

Lo digo de nuevo y no me cansaré de decirlo: la misa según el vetus ordo así como el Catecismo de preguntas y respuestas, dejan muchísimo más rápidamente claro en los neófitos el amor de Dios y lo que exige. 

La Liturgia apegada al misal obtiene del cielo la gracia para comprender en corto tiempo quién es y qué pretende la Persona en la que se encarnó el Amor así como la forma en que podemos amarla. Les evita a niños, jóvenes y adultos, un largo proceso de conversión ya que prescinde de las emociones y sentimientos debido a que exige comprender y pensar para conseguir amar. Para eso sirven las rúbricas, o no?

O es que, vamos a seguir -de necios- haciendo las cosas como mejor nos parece? Habrán de insistir algunos padres sinodales en ser emotivos antes que racionales o, en el peor de los casos, insistirán en actuar localmente según propio criterio tal como el papa Francisco ha sugerido? Ya veremos.

El caso es que, si alteramos la Liturgia, alteramos fácilmente la catequesis y si ésta es alterada, qué tipo de evangelizadores estaremos enviando? Caray! Ni pensarlo quiero.

Así están las cosas.

Podría tener razón un amigo cuando dice que el Sínodo no arrojará otra cosa que no sea lo que ya tenemos: una Iglesia que contiene dos o tres iglesias incorporadas bajo el Primado de Pedro. Podría tener razón, aunque, pregunto: ¿eso fue lo que tuvo el Señor en mente al encomendar a Pedro la Iglesia?

El Señor sabrá para qué nos ha puesto en esta situación.

De mi parte solo me queda clamar el cielo su gracia para conservar la confianza y la Esperanza. No seré defraudada.

Me pongo a rezar. Hágalo también.

17.10.15

Por nuestra propia mano sobrevendría la destrucción del matrimonio y de la familia

“El origen de la dificultad para la comprensión de la infinita justicia de Dios y la infinita misericordia divina es la dificultad en el reconocimiento de que todo hombre es pecador”

Eudaldo Forment en su artículo XXVII. La misericordia y la justicia de Dios

 

La línea pastoral que condujera la atención y acogida de los pecadores tendría que ser conducida por la premisa propuesta por el Aquinate «el fin de todas las obras divinas es la manifestación de la bondad divina». Comprender la bondad divina implica haber comprendido el sentido de la misericordia y de la justicia divina y conseguirlos transmitir. La comprensión de la misericordia y la justicia involucra comprender y transmitir el sentido del pecado y la gracia.

La delicada situación a la que nos enfrentamos, en mucho, es debido a que desde hace décadas nadie ni los comprende ni los menciona.

Esto se debe a la penetración del Relativismo en la Iglesia el que ha tocado la médula de lo pastoral favorecido porque lo doctrinal ha sido malinterpretado, deformado y/ o excluido durante décadas.

Hagan la prueba. Indiquen con la mayor caridad posible a cualquier pecador la gravedad de sus actos; es más, hagan la prueba tan solo exponiendo a un divorciado en segunda unión que su deber como católico es, bajo dirección espiritual, discernir las acciones que lo condujeron hasta el momento presente para que, de inmediato, se sienta rechazado y nos acuse de inmisericordes. Prueben explicarle, si es que la persona la ha solicitado, las razones por las que no puede recibir la comunión. Prueben manifestar la sana doctrina ante algunos obispos, sacerdotes y laicos para que la reacción sea la misma.

La situación actual demuestra que, quienes han evitado persistentemente reconocer el sentido del pecado y la eficacia de la gracia, han caído en gran confusión respecto a la Revelación, la Tradición y el Magisterio, la cual extienden entre nosotros como la peste.  

La prueba más clara la hallamos en las propuestas de Mons. Kasper & Co así como en tantos católicos quienes, desenvolviéndose en diferentes ámbitos y niveles, proponen un sentido de la misericordia exenta de justicia así como la acogida del pecador sin mencionar el pecado, la enmienda, la necesidad de conversión, de confesión y la necesidad de la gracia.

Su sentido de la misericordia resulta mero sentimentalismo a la manera de los activistas de la Ideología de Género quienes tienen como perversa manía el elevar el DESEO a la categoría de DERECHO.

Hagan la prueba. Basta que un divorciado vuelto a unir que no viva en castidad manifieste su DESEO DE COMULGAR para que, de inmediato, volquemos la doctrina patas arriba con tal de COMPLACER su DESEO.

Cuando, por el contrario, si tuviésemos claridad doctrinal, el camino directo a la satisfacción de su deseo pasaría por ayudarle a reconocer su pecado, su necesidad de arrepentimiento y de enmienda así como ofrecerle el Sacramento de la Confesión; acompañarle, obviamente, durante todo el proceso a la manera en que, asumo, debería haberse estado haciendo hace años.

Lo pastoral yerra al momento en que reduce el sentido de lo doctrinal, es decir, al dejar de mencionar el pecado y la gracia.  

Ahora bien, a estas alturas del partido, es imperativo establecer que lo doctrinal fundamente con rigor lo pastoral, ya que –de no hacerlo- el grave peligro al que quedaremos expuestos es a que, con muy buena voluntad, estaríamos utilizando de pleno los mecanismos de la Ideología de Género dentro del mismo seno de la Iglesia dejándole el camino libre para alcanzar su objetivo ya que, por nuestra propia mano sobrevendría la destrucción del matrimonio y de la familia.

De qué manera? Al reducir el sentido del pecado, de la gracia y de los Sacramentos.

Estaremos de acuerdo en que, al no mencionar el pecado ni la gracia, nos dispone a hacer excepciones para que un pecador prescinda del Sacramento de la Confesión a la hora de recibir la comunión con lo que reducimos no solo el sentido del Sacramento de la Confesión sino el de la Eucaristía.

Cuando el pecador resulta ser, por ejemplo, un divorciado en nueva unión que no vive en castidad, no solo reducimos el Sacramento de la Confesión y el de la Eucaristía sino, además, el Sacramento del Matrimonio y, por tanto, dejamos vulnerable a la familia y, sobre todo, la vida de los hijos desde el momento de su concepción.

Esto debido a que, si no existe pecado tampoco hace falta el Sacramento de la Confesión para estar en gracia; así es como estar en gracia se vuelve innecesario para comulgar.

Si no es innecesaria la gracia y no existe pecado en ciertas uniones el Sacramento del Matrimonio lo podría solicitar cualquiera; así es como abriremos la puerta de los Sacramentos a las parejas del mismo sexo. 

Lo siguiente sería que dichas parejas en “unión católica” recurrieran a la adopción o, en su defecto, a los vientres de alquiler y a la FIV para optar por la prole sin que mediara razón para objetar ya que al haber perdido el sentido del pecado y prescindir de la gracia habrá quedado reducido a un mero acto humano el sentido del Sacramento.

Cuando elevamos el DESEO DE COMULGAR por sobre los SACRAMENTOS los propios católicos procedemos como las parejas infértiles, abortistas, quienes piden la eutanasia y el gaymonio cuando elevan su DESEO por sobre el DERECHO A LA VIDA.

Así como el Estado no debe elevar el DESEO por sobre el DERECHO y las LIBERTADES FUNDAMENTALES ya que le pertenecen a la sociedad civil, la Iglesia, no debe elevar el DESEO por sobre los SACRAMENTOS ya que ni siquiera le pertenecen. Pertenecen a Cristo.

Mi interés es que los responsables y quienes nos veremos afectados, advirtamos el peligro, para que pidamos al Señor la gracia del discernimiento que nos moverá a tomar las decisiones correctas bajo el cuidado de María Santísima.

Consuela hallar por doquier evidencia acerca de que, muchísimos laicos y una buena parte del clero, protestantes y católicos de oriente, guiados por la gracia, han advertido el peligro y se han manifestado al respecto.

Gran paz nos embarga al reconocer que Cristo, a pesar nuestro, ha guiado siempre a su Iglesia. No dejará de hacerlo. Por eso, sigamos orando. 

11.10.15

Los sacerdotes son como las mesas

Las mesas son un gran invento ya que no solo sirven para congregarnos sino para alejar del suelo el alimento con el beneficio que implica para la salud.

La mesa de un joven será diferente a la de un adulto. El joven, lejos de casa, hará de mesa hasta una caja de cartón, más cuando llegue a la edad adulta, buscará una mesa sólida y estable.

De hecho, la mesa dice mucho del usuario. 

He visitado hogares en los que la mesa es de las fabricadas en China sobre la que duda uno en apoyarse ya que al menor peso parece caerán desbaratadas; por otro lado, he conocido mesas rústicas construidas por manos habilidosas que no han escatimado en ingenio, conocimiento y belleza en su elaboración. 

Estas son mesas hechas con buen material a las que se les han colocado patas del tamaño y peso adecuados las que podrían hacerse cargo del peso de toda la familia.  

Da gusto reunirse y comer sobre una mesa que invita a hacer uso de ella.

Una mesa así es como una puerta abierta o como el hogar. Uno, llega y se va, reconociéndose acogido, apreciado, valorado, listo para la batalla y para el encuentro.

Uno desea tener una mesa así para disfrutarla junto a los que amamos.

Los sacerdotes son formados por largos años para que, con el paso del tiempo, lleguen a ser una mesa de este tipo.

Es una realidad que la calidad de la mesa no dependerá del artesano sino del material que la constituye; es decir, cuán maleable sea al pasar por las manos del ebanista y de su disposición al uso al que ha sido llamada. 

Habrá sacerdotes que se permitirán ser formados como ingeniosas, sólidas y eficientes mesas para camping diseñadas por ingenieros italianos.

Otros serán  chiquitas mesas de madera elaboradas artesanalmente para espacios reducidos. 

Los habrá que son como mesas plegables que se adaptan fácilmente a todo tipo de espacios, usos y comensales.

Otros habrá que arriban al seminario como llega un bruto tronco de cedro al taller del artesano por lo que con el paso del tiempo se dejan formar como mesas seguras firmes y acogedoras.

Aunque, seamos realistas, también los habrá de material que, tarde o temprano, manifiesta alguna deficiencia o carencia por lo que nunca se sabe lo que será de su destino.

El caso es que, con el amplio conocimiento alcanzado, a lo largo de la vida habremos de encontrarnos con muy diferentes tipos de mesa y sacerdotes quienes, bien que mal, cumplen su función; muchas veces,  más mal que bien pero… este sería un tema aparte ya que de tal cosa se encarga la gracia del artesano.

De mi parte, bástame una mesa de madera sólida que no cojeé.