Fundados con absoluta confianza en la Providencia Divina

Hoy salí muy temprano, poco después del amanecer, para dirigirme a la tienda a comprar café para el desayuno. La perrita más grande, llamada Gotera, me acompañaba.

Estábamos cruzando el portón que da a la calle cuando llegó el panadero que le deja pan a mi vecina de enfrente. Este bandido señor,  acostumbró a Gotera a comer trozos de pan desde que era cachorro así que, pueden imaginar, la alegría con que  lo recibió.

Cruzó la calle y se detuvo frente a la puerta del automóvil a esperar su ración.

El panadero, mientras, rebuscaba entre sus bolsas el trozo de pan que Gotera esperaba.

Seguí caminando esperando que la perrita me siguiera una vez se terminara su trocito de pan pero no lo hizo, sino que se quedó esperando que le dieran más.

Fue muy gracioso porque, a pesar de que le chiflaba, no me atendía y seguía moviendo su cola alegremente frente a la puerta del carro del panadero.

Esperarla me dio la oportunidad de ver algo muy delicado y bello como fue a los pajaritos pararse en medio de la calle para recoger con su pico las migas de pan que momentos antes había dejado desperdigados el panadero.

No pude evitar pensar que éste debe ser un panadero que disfruta de su trabajo como para que, durante años y años, saque el tiempo para complacer no solo a sus clientes sino  a tantos animalitos.

No esperé a la perrita ya que no me hacía caso y como el pan se le terminó, el panadero consiguió adelantárseme en su automóvil.  

Fue cuando se detuvo delante de una casa que no es la suya y, sacando una llave de su bolsillo, abrió el portón del jardín y entró a dejar dos bollos de pan fresco bien grandotes a esta casa donde sé que vive una señora mayor con su esposo enfermo.

Como les digo, este panadero es algo especial y no fue hasta hoy que me di cuenta de cuán especial es; cosa que me hizo pensar en que muy bien uno puede pasarse la vida, sencillamente, haciendo bien su trabajo pero, además, disfrutándolo al permitirse llevar su obligación más allá del deber; es decir, donándose completamente a quien uno se encuentra por el camino.

No sé si el panadero es católico, ni siquiera sé si es cristiano. No recuerdo haberlo visto en misa ni nunca vestido como para ir al culto; sin embargo, voy a prestar mayor atención y, si no resisto la curiosidad, yo misma le preguntaré.  

Y, saben? Es que en mi pueblo, pese a las quejas de muchos, la mayoría vive al margen de lo que está pasando en la Iglesia y que, al tanto o no de las maravillas que Dios hace a través suyo, continúan donándose por lo que, en conjunto, se me figuran como una especie de maquinita que -por gracia- transforma en  oración y adoración su trabajo, y de la que –en absoluto silencio- se sirve el Señor para sostener el mundo.

Ellos, aunque no quede claro a  primera vista, están tal como Madre María, José, los ángeles y santos delante del trono de Dios absortos en adoración gozando en silencio de la plenitud de los dones del Espíritu Santo, fundados con absoluta confianza en la Providencia Divina.

Abbá, Padre!

Somos el barro y tú el alfarero.

Somos tu obra.

Gracias, Señor! 

4 comentarios

  
Vladimir
Maricruz, talvez no viene al caso y además está fuera de tema; pero me ha gustado mucho ver que mencionó a JOSE, antes que a los Angeles.
María Santísima ama mucho a su Esposo y lo quiere en el lugar inmediato al de ella (como en su aparición en Fátima, hace ya casi 100 años, el 13 de Octubre de 1917).
A San José, nuestro Padre y Señor (como le llaman Santa Teresa de Avila y San Josemaría Escrivá) le pido todos los días por la "corrección" del Papa Francisco.

Bendiciones
16/06/17 5:40 PM
  
Anacoreta
Excelente. Se nos ha olvidado el sentido y el ejercicio sereno de la contemplación. Sin duda que hay muchas personas que viven su vida de fraternidad con todo lo que les rodea ajenos a lo que está pasando en la Iglesia, pero con actos en los que se refleja el Amor de Dios. Y eso, es mucho para estos tiempos. Creo que nuestro buen Dios, tiene una gran paciencia con nosotros, y su inmenso amor permitirá que sean los sencillos con su hacer cotidiano bien hecho, los que provoquen el giro en la Iglesia de nuevo hacia Dios, nuestro Padre, Creador y Señor. Gracias.
16/06/17 7:03 PM
  
Maricruz
Gracias por sus comentarios.
18/06/17 3:57 PM
  
Eiztarigorri
Efectivamente la Iglesia no debería volver a las Catacumbas porque le urge su vocación misionera. Pero esa decisión no depende de la Iglesia sino de los enemigos de la Iglesia. El problema es saber quien está empujando a la Iglesia a las catacumbas, ¿el mundo, la jerarquía católica o una extraña alianza de ambos a la que estamos asistiendo ante nuestros propios ojos? La primera condición para mantener la Fe es mantenerla y conservarla, haciendo lo que se nos ha transmitido, y cuando no sea posible hacerlo, porque alguien se opone a ello, "aunque sea un ángel del cielo, o nosotros mismos" como dice San Pablo, debemos de adaptarnos a la persecución. Persecuciones la Iglesia ha conocido unas cuantas: las de los judíos, las de los romanos, las de los herejes, las de la Revolución Francesa y la de los hijos de la Revolución Francesa. Pero todas estas persecuciones no son sino preparaciones para la definitiva que no vendrá de fuera sino de dentro de la Iglesia y que se refiere a la gran apostasía que está anunciada por Nuestro Señor Jesucristo y por multitud de apariciones de la Virgen Desde La Sallete a Garabandal pasando por Fátima y Akita. Está predicha incluso la instalación de la "abominación de la desolación sobre el lugar Santo" Profecía de Daniel que se refería a la idolatría de los sacerdotes de Israel, pero que también se refiere a la prevaricación y al abandono de la Fe por los sacerdotes de la Iglesia. Por sus frutos los conoceremos, porque el árbol bueno no puede dar fruto malo, por tanto si el fruto es malo, es porque el árbol tampoco lo es. Por esta razón la Virgen advirtió en la La Sallete contra los peligros que acechaban a las almas consagradas y en Fátima se alertó del peligro de las modificaciones en la liturgia. Pero aunque cesara el sacrificio perpetuo, como está profetizado, aun nos quedaría el Santo Rosario, tal y como nos lo entregó la Virgen en su día.
29/07/17 5:12 AM

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