La misa con niños II

Me lo ha sugerido José Ángel Antonio el escribir recomendaciones para asistir a la misa con los niños.

Le aseguré que mi experiencia se limita al breve entrenamiento de un año que recibí de parte del Cuerpo de Paz para la atención de niños de escasos recursos en edad pre-escolar (3 a 6 años) y a la que obtuve en el Museo de los Niños atendiendo 400 niños diarios en edades entre los 7 y los 12 años.

Fui tía, además, tía soltera como si fuera poco, lo que significa que en más de una ocasión salí sola con una catizumba de chiquillos a acampar a la playa, al cine o a alguna fiesta, más por este lado no puedo asegurar que obtuve buenos resultados porque la mayor alborotera siempre fui yo.

En fin, le he tomado la palabra a José Ángel Antonio y por eso me he dejado venir a platicarles sobre lo que haría si tuviera que asistir semanalmente a misa con mis tres hijos pequeños y mi marido.

Primero que todo le propondría a mi marido que se involucrara y que formuláramos la mejor estrategia para la familia, es decir, un plan que juntos podamos cumplir sin que sea una carga extra para la pareja ni para la familia.

Empezaría porque juntos nos respondiéramos un par de preguntas fundamentales: ¿A qué vamos como pareja a misa? ¿A qué queremos llevar a los chicos?

De la claridad, sinceridad y sencillez de las respuestas surgirán las pautas para llevar a los niños a misa sin que signifique una odisea.

Ofrezco un ejemplo: Si juntos llegamos a la conclusión de que “vamos a misa porque la necesitamos” tal respuesta en si misma ofrece la solución a la forma en que transmitiremos nuestra necesidad a los niños.

Si como pareja, vamos a misa porque la necesitamos, tendremos que hacer un esfuerzo por transmitir a nuestros hijos la importancia que la misa reviste para nosotros.

Para empezar, por ejemplo, una noche de la semana me propondría “casualmente” preguntarte: -“Oye, Juan. Me podrías explicar de nuevo por qué es tan importante para ti la misa?” Y ahí, tú, Juan te explayarías en respuestas breves y fáciles de entender asegurándote de que los niños escuchen. Yo, mientras, buscaría la forma de aportar lo mío e interesar a los niños en la conversación ya sea haciéndoles preguntas o motivándoles a que las hagan. Esta conversación no debe ser forzada ni prolongarse más allá de lo que los chicos logren mantener el interés.

Por largo tiempo provocaríamos conversaciones de este tipo como preparación para el acontecimiento de la misa del fin de semana que es “tan necesaria” para nosotros, asegurándonos que los niños vayan poco a poco comprendiendo la importancia que ésta reviste para la vida de la pareja.

Creo que sería interesante plantear la misa a los niños como un acontecimiento destacado en la vida de papá y mamá para que, por nada del mundo, quieran quedarse fuera.

Si consiguiéramos que comprendan cuánto necesitamos de la misa tendríamos en buena medidad ganada la autoridad necesaria para poner las “reglas de asistencia a misa” y hacerlas cumplir sin mayor obstáculo.

Como dije al principio, es primordial que la pareja responda las preguntas fundamentales: ¿A qué vamos como pareja a misa? ¿A qué queremos llevar a los chicos?, porque de ahí surgirá la estrategia.

He notado que en una sola entrada no he podido que dar más que una recomendación y tengo muchísimas bajo la manga, así que de a poco y quizá durante los fines de semana las vaya colocando en el blog.

Ahora si, escucho sus comentarios.

10 comentarios

  
Jailson Uriel Zanini
Parabéns plo eus texto!
Belo ensinamento!
Abraços
Jailson Uriel Zanini
Londrina-PR
Brasil

.......
Gracias, Jailson.
Un abrazo,
07/08/11 3:48 AM
  
Gaby
No tengo experiencia tratando con MUCHOS niños, pero algo me ha tocado con pocos. Y, salvando las obvias diferencias, en Misa hago lo mismo que en el cine o en el teatro: doy ejemplo.

Hasta el niño más revoltoso comprende que hay momentos para guardar silencio, momentos para aplaudir y momentos para reírse; si lo ve hacer a los adultos. Los "míos" hasta han resultado corrigiendo a los mayores que no saben comportarse (momento en el que yo quisiera que la tierra me tragara, pero que muy en el fondo, me hace sentir orgullosa).

Yo veo a familias ir a la Misa y no me parece que les cueste "controlar" a sus niños. Son más difíciles de controlar los adultos que van y no saben a qué van.

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"Son más difíciles de controlar los adultos que van y no saben a qué van".

Claro, y eso se ve reflejado en la conducta de los niños. Me parece.
Por eso insisto en que se hagan como pareja las preguntas fundamentales, a ver qué descubren.
Gracias, Gaby.
07/08/11 6:24 AM
  
Memob
Maricruz:

Tenemos 4 hijos, 9, 7, 5 y 3 años respectivamente, la de 9 ya ningún problema, la de 7 hay que recordarle sobre todo con el ejemplo (viendo que sus padres están atentos con sus gestos y respuestas a la misa) que debe comportarse en Misa, el niño de 5 años es casi igual que la de 7 y comienza a hacer preguntas sobre la misa pero a veces hay que jalarle la orejita para que no juguetee tanto con la hermanita de 7 y la de 3, con la de 3 años me la paso pidiéndole a la Virgen y su Angel de la guarda que me la mantenga tranquilita y ya van como 6 domingos que no me hace salirme de la misa, es trabajo arduo y paciente y tiene mucho que ver con el ejemplo, en las misas entre semana a veces me llevo a uno o dos por separado y eso ayuda mucho.

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"es trabajo arduo y paciente y tiene mucho que ver con el ejemplo"

Estás en lo cierto.
Llevarlos por separado entre semana me parece una magnífica idea.
07/08/11 7:23 AM
  
Norberto
Maricruz

Creo, que el enfoque acertado del asunto procede de analizar:

1)Cómo es el niño de hoy: cómo aprende, que habilidades desarrolla, en qué fija su atención, cómo es su metalenguaje.

2) Qué pinta el niño en misa: qué le dicen los ritos, qué parte de su consciencia afecta, cómo identifica lo que ve, qué conclusiones saca.

3) Distinguir entre misas para niños: ajetreo, folklore, excesos, en suma celebración modelo acto fin de curso.

4) De las misas con niños: ¿es imprescindible, o no, su presencia, saben a lo que van, hay atractivo en el templo para ellos, han visitado el templo previamente, les resulta un lugar atractivo y acogedor, se sienten como en su casa?.

5) Recordar que evangelizar no es sacramentalizar: alto riesgo de empacho de los niños, de provocar rechazo, de que en su memoria la misa sea algo negativo, restrictivo, una pesadez insoportable.

6) Dada la influencia temprana de la televisión y otros medios audiovisuales, es necesaria una catequización previa sobre todo aquello que no reciben en el colegio, ni en clase de religión: templo, imágenes - de Xto., de María, de los santos - los sacramentos, los ritos, en suma todo lo que se presume que conocen y no es así.

7) Los niños pueden hacerse amigo de Jesús, de maría de los santos, elegir el sitio en que les gusta más estar en misa, etc., siempre que les facilitemos la tarea.



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Norberto, queremos que la pareja desde la sinceridad y la claridad con la que sean capaces de expresarse comuniquen a sus hijos, como en este caso, la "necesidad que tienen de la misa".
Antes que cualquier análisis necesitamos padres convencidos de lo que hacen. Me parece.
07/08/11 8:51 AM
  
Paseante
Cuidado. Eliminemos de una vez lo de "misa PARA niños". No hay misas PARA niños. La misa es para todos los católicos. Aunque lo dice en el post, es confuso su uso de las preposiciones; los títulos son muy erróneos. La expresión correcta es: "misa CON niños" (lo que indica apertura a adultos, que van CON los niños).

Ver:
http://www.lexorandi.es/Recursos/Documentos/DirectorioMisasninos.pdf



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Tiene razón. Gracias,
07/08/11 12:04 PM
  
Norberto
Maricruz, convicción, sí, pero con talento, para no provocar rechazo, que es lo que más ocurre.
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Norberto,
Has tocado una cuestión muy interesante que es lo que llamas "talento".
Por mucho tiempo confundí el talento, destreza, creatividad, etc. que tengo como catequista con lo que produce en mi la certeza del Señor como algo que acontece en mi vida cada día.
Esta nueva manera de vivir mi fe le ha venido dando un matiz diferentísimo a todo lo que hago como catequista, facilitadora, coordinadora, etc.; ahora comprendo que no se trata de talentos ni programas sino en la forma en que expreso con mis acciones esa certeza, la forma en que testifico al Resucitado.
Y te confieso, es la primera vez en mi vida que empiezo a ver los frutos de lo que hago por amor a Dios y a mis hermanos.
Si cada uno de nosotros consiguiera vivir a Cristo como acontecimiento no habría necesidad de esquemas, formulaciones, programas pastorales, catequistas, etc.
No habría necesidad de escribir entradas al blog sobre las misas con niños, por ejemplo, jeje.
Un abrazo,
07/08/11 3:10 PM
  
Lorca León Cayasso
¿Porqué les cuesta tanto disciplinar a los hijos?

Es sólo una hora:

1. No les dejen llevar juguetes
2. No les lleven de comer como si fueran al cine
3. Persígnenlos y cúbranlos con la Sangre de Cristo antes de entrar al templo
4. Oren en familia
5. No hablen entre ustedes con sus familiares y parientes como si esperaran que un espectáculo empiece, entren al templo y hagan oración... prepárense...
6. Lean el Evangelio en la casa, para que entiendan de qué se tratará la liturgia de la Palabra...
7. Claramente establezcan que en el Templo no se juega, no se come, no se habla por teléfono, etc... por Dios... establezcan reglas y castigos claros. Y cúmplanlos...
8. Salgan a tiempo y siéntense adelante

¿O es que los papás de hoy no saben comportarse? lean, busquen, pregunten... etiqueta, urbanidad... no sé, un tema que me parece tan obvio, es un asunto de volver a enseñarle a la gente cómo ser gente.



08/08/11 2:17 AM
  
R. Sandoval
Estimada,a lo mejor en tu país se usa decir pareja para referirse al matrimonio, pero creo que esta última palabra es mejor para un católico. Somos declarados Marido y Mujer y no simples parejas.
Gracias
08/08/11 6:39 PM
  
Cynthia
Gracias...estoy leyendo con ansia todo esto.

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Cynthia,
Si descubres que existe algún aspecto sobre el que te interese que escriba, dímelo.
Saludos y gracias.
13/02/12 5:57 AM
  
Mauricio
Maricruz:
Quisiera preguntarte qué me aconsejas porque a mi esposa no le gusta ir a misa (y ha dicho que no va a ir) y yo llevo a mis hijas de 6 y 8 años que tampoco se sienten muy a gusto en la iglesia.
Tal vez lo mejor sea que siga yendo solo, pero así creo que no les transmitiré a ellas lo que significa el ir a misa para mí.
Te agradece tus comentarios,

Mauricio


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Mauricio,
Sin ser una experta en el tema necesito primero que todo decirte que si no deseas que el asistir a misa se convierta en punto de discordia con tu mujer e hijas, debes conversarlo primero con ella y juntos, hablar lo que decidan con sus hijas.
Desde mi punto de vista, la misa no es una opción, en un hogar existen reglas y al menos durante los primeros años de catecismo y sobre todo si tu hija de 8 años ha hecho la primera comunión, la misa no es una opción.
Si al final deciden que vas solo, ten calma y en misa reza por ellas. Tu ejemplo de perseverancia unido al de tu oración y que ofrezcas por ellas la comunión contribuirá para que comprendan lo que significa para ti la misa y, sobre todo lo que ellas signfican para ti.

16/09/12 1:28 PM

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