El escándalo de la contemplación
Hace unos días ha pasado por aquí un grupo de voluntarias de Cáritas de una parroquia vecina para conocer nuestros proyectos, especialmente en el tema de empleo. Buena gente, entregada, solidaria, acompañadas por la trabajadora social de la zona que es quien anda coordinando y animando sus proyectos.
Una de ellas me decía que Cáritas es muy importante porque es el gran signo de la Iglesia ante los no creyentes, que nuestro mejor y mayor testimonio es la atención a los pobres.
Mi respuesta fue llevarlas a ver la capilla de la adoración perpetua. Creo que se sorprendieron, como si no acabaran de comprender el misterio de la adoración y la contemplación. Normal, es un escándalo.
Cáritas hace una labor extraordinaria, qué me van a contar si llevo en el ajo toda mi vida. Pero lo que hace Cáritas lo hace Cruz Roja y lo hacen multitud de ONGs. ¿Qué significa? Pues eso, que somos buena gente, tan buena gente como un voluntario de Cruz Roja o cualquier miembro de una asociación filantrópica. Pero nada más.

Poca cosa hay más falaz que presentar la disidencia pura y dura con la doctrina de la iglesia bajo capa de mansedumbre, humildad, bonhomía, deseo de autenticidad y vuelta al más puro espíritu del evangelio, en el camino del Vaticano II, y en la confianza de que “volverá a reír la primavera, que por cielo, tierra y mar se espera”. Echo en falta lo de “arriba hermanos a vencer, que en la Iglesia empieza a amanecer”, pero lo dejo como sugerencia por si a alguno le vale.
Hoy se cumple el año de la inauguración de la capilla de adoración perpetua en la parroquia. Escribo este post para contar a los lectores cómo estamos viviendo el aniversario y para animar a sacerdotes y parroquias a abrir nuevas capillas. Los frutos son extraordinarios por pura misericordia de Dios.
Dos cosas que no me resisto a comentar, porque me duelen en el alma y me desgarran por dentro.
Son cosas que me he encontrado en mi ordenador y se me ha ocurrido compartirlas aquí para aliviar el tedio de una tarde, en España, de nieve, lluvia, frío y temporal.





