El pueblo no tiene NIF
Pura demagogia y de la barata el grito de que la catedral de Córdoba, la casa cural de Villataludes, la ermita de Sotolamina y el linar de la Virgen son propiedad del pueblo. Yo es que no sé quién es ese señor. Por lo visto el tan pueblo no tiene NIF, ni CIF, ni cotiza a hacienda, por lo cual es un concepto incapaz de poseer.
Luego cuando se dice que “to pal pueblo” –Alfonso Guerra dixit-, lo que en realidad sucede es que esa frase lo que realmente significa es que “to pa nosotros los políticos” que ya veremos lo que hacemos con ello.

Me van a permitir hoy un pequeño divertimento. ¿Se han dado cuenta las infinitas posibilidades con que uno se encuentra en la parroquia a la hora de pasar el cepillo en misa? Yo he observado al menos las siguientes variantes:
Mi primer teléfono móvil lo adquirí cuando me nombraron párroco de dos pueblos. Desde entonces hay algo que me angustia especialmente: que alguien me necesite y no me pueda localizar. Por eso en el teléfono fijo de la parroquia, si no podemos atenderlo y salta el contestador, se facilita mi número de móvil particular que jamás está apagado. Solo sin sonido durante misas y algunas reuniones.
El pleno municipal se presentaba movidito. Tras unos cuantos chanchullos del partido ahora el alcalde era Tomás, el de la mina. Después de unos años fuera del pueblo trabajando en la minería asturiana, de ahí el apodo, regresó prejubilado y con un cierto caché de conocer y saber. Sindicalista de joven, y experto en todas las reivindicaciones, rápido fue pescado por la izquierda del municipio primero como concejal y, cosas de la vida, ahora alcalde y de rebote.





