23.08.13

De confesiones, horarios y estar en el confesionario

Cada vez que aparece el tema del sacramento de la reconciliación, vulgo lo de confesarse, suscita un clamor entre los fieles que se quejan de la poca facilidad que encuentran para acercarse a este sacramento. Muchos templos directamente carecen de horario de confesiones y en no pocos se resuelve con un “estamos disponibles, avisen”.

Para la gente no es nada fácil. Llegan a la iglesia, y cerrada. Van al despacho y encuentran a un sacerdote quién sabe si atendiendo a una persona, charlando con los catequistas, organizando las flores del domingo o hablando por teléfono. Comprendo que es una heroicidad plantarse en medio para decir que si confiesa… No digamos si está el sacerdote en la sacristía con los lectores, tres monaguillos, el responsable del coro y la señora Rafaela: “que si confiesa…

Lo útil y cómodo es que haya un horario MUY AMPLIO de confesiones y con el sacerdote en el confesionario, porque eso es lo que facilita al fiel el acceso al sacramento y es además lo que atrae como un imán a los que no pensaban confesarse pero vieron al sacerdote y… acabaron haciéndolo. He de decir que las grandes confesiones suelen producirse justo en esas circunstancias.

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22.08.13

Confesarse uno para que la Iglesia mejore

El cura Paco, siempre fue Paco para los compañeros, mantuvo siempre su pequeño ten con ten con su madre la Iglesia. No recuerdo cura más fraterno con los curas, ni hombre que quisiera más a su Iglesia. Quizá por eso sufría tanto.

Se ordenó allá por los sesenta, con su sotana como estaba mandado. Tras el concilio se embarcó gozoso en lo que comprendió como la necesidad de “aggiornamento”. Siempre parroquias poco cómodas. Pasó de la sotana a la camisa según entendió que había que hacer en aquel momento. Me decía hace años ¿tú crees que deberíamos volver otra vez a la sotana?

Pasó momentos difíciles. Vital, entusiasta, visceral en ocasiones, cada documento, cada declaración, cada gesto lo estudiaba, analizaba, intentaba vivirlo… aunque algunas cosas le hacían chirriar y le rasgaban el alma. No voy a decir qué cosas concretas, pero a veces nos decía: “si lo dice la Iglesia será así, pero yo no entiendo nada, a mí me parece una barbaridad, un disparate”. Ya. ¿Y qué hacemos?

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21.08.13

En Santa María del Taulat de Barcelona van pocos a la meditación semanal. Afortunadamente.

Nos quejamos de que en demasiadas ocasiones apenas viene gente a las convocatorias parroquiales. Sin embargo hoy he de decir que me alegro de que a algunas llamadas no aparezca nadie o casi nadie. Mucho mejor.

Me han hecho llegar un texto repartido en una parroquia de una ciudad española en el que se da a conocer a los fieles la experiencia de meditación que se lleva a cabo semanalmente en una parroquia de Barcelona. Parece ser que a esta extraordinaria y fantástica experiencia acuden, según se dice en la hojita repartida, entre cinco y quince personas cada semana. Afortunadamente. Menos mal.

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20.08.13

Romero Pose: una enorme alegría con un "pero"

Tengo el mejor de los recuerdos de monseñor Eugenio Romero Pose, obispo auxiliar que fue de Madrid, al que no sé imaginar de otra manera que regalando su sonrisa franca allá por donde pasaba.

Lo tuve en uno de mis pueblecitos con motivo de alguna fase en la restauración del templo parroquial. Lo recordamos entonces cercano, afable, dirigiéndose a la gente con una homilía honda y a la vez comprensible, de esas que los mismos curas dijimos: “parece un cura de pueblo”. Seguro que mis compañeros recuerdan la cena posterior en una casa del pueblo que nos prestaron para el evento.

Coincidíamos de vez en cuando en reuniones. En aquella época servidor pertenecía al consejo presbiteral y eso hacía que nos viéramos algunas veces. Siempre grato charlar con Eugenio, comentar cosas, preguntarle por su última lectura o ese detalle de los padres de la iglesia que acababa de descubrir.

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19.08.13

Historias de la gente sencilla: "es una polaca que tengo recogida"

Ayer mismo. Y que me perdone si cuento su historia, pero como me imagino que no me va a leer, y además cambio su nombre, pues todos felices. De todos modos, si alguien llegara a identificarla, tampoco pasa nada.

Titulares, fotos, polémica y primaras páginas en los medios siempre se los llevan otros. Pero la gente buena, sencilla, la que hace que la iglesia esté viva y sea testimonio de amor a Cristo y a los demás nunca asoma por los portales de información ni pintan nada.

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