Rafaela dice que la pólvora ya está inventada
Me dice que todavía no se ha repuesto pero que se quedó tan a gusto. El caso es que hacía años que no pasaba por el pueblo su prima Angelita, que de joven se fue de monja con las Társilas y a la que había perdido la pista hacía tiempo. Postulantado, noviciado, misiones… años sin volver a España y menos al pueblo.
Cuando se presentó en su puerta ni la reconoció. El último recuerdo que le quedaba de la hermana Ángela de la Visitación, que así era su nombre en el convento, era el de una monja joven y por supuesto con hábito. Que de repente aparezca en tu casa una setentona en traje de monja aseglarada y te diga que es tu prima Angelita, la monja, no es una sorpresa, es casi como una aparición.


Es que esto es un jolgorio y no precisamente místico. Un total desmadre que va a más por momentos. Cualquier cosa en esta Iglesia nuestra es posible. No pasa nada. Nunca pasa nada.
A ver, si la cosa es muy sencilla. Tan sencilla como que alguien nos diga si lo del sexto mandamiento es como siempre o si últimamente se ha concedido una dispensa general de facto.





