Este cura tan poco racional ante el nuevo caso Galileo
Ayer salió. Como estaba previsto. Ahí tienen ustedes la exhortación apostólica LAUDATE DEUM sobre la crisis climática. Servidor no ha hecho aún una lectura en profundidad, pero sí he podido hacer una primera lectura rápida desde mi condición de alguien poco racional y de posturas despectivas ante el tema.
Cómo no acordarnos en esta hora de Galileo Galilei, que tuvo la osadía de llevar la contraria a los grandes consensos científicos del momento. Dios me libre de compararme a nadie, hasta ahí podíamos llegar, pero sí de intentar conocer la verdad, buscar, leer y conocer opiniones diversas sobre este asunto. Suelo decir a mis fieles que ante asuntos que pueden ser controvertidos, el cambio climático y la responsabilidad del ser humano lo son, se molesten en leer al menos dos opiniones diversas y de un cierto peso.

No hermanos, no. No se hagan ilusiones pensando que la superación de esquemas rígidos, y la derrota de esa forma de pensar consistente en que lo blanco es blanco y lo negro negro nos hacen entrar por fin en caminos de libertad y de misericordia. Todo lo contrario. El depende como gran categoría, lejos de ahondar en libertades y ser garantía de una forma de pensar en la que de verdad quepamos todo, en realidad es el arma definitiva de la peor de las dictaduras que, lejos de disponer y aplicar un código de derecho claro y unos criterios, principios y dogmas del todo clarificados, opta por un aparentemente bunismo basado en que en el fondo todo depende, pero que al fin y a la postre se convierte en patente de corso para el que manda.
No sé por qué hay gente nerviosa con esto del sínodo de la sinodalidad. De acuerdo en que parece que a las Rafaelas del mundo no les importa, ni saben ni preguntan. Vale que los temas sean preocupantes. De acuerdo con que algunos de los sinodales elegidos directamente por Francisco, como el P. James Martin, S.J., no barrunten cosa buena y que el predicador de los ejercicios previos, el dominico P.
Es mi costumbre.