InfoCatólica / De profesión, cura / Archivos para: Febrero 2018

28.02.18

Resquicios que nos vuelven locos

Decir que lo que siempre fue blanco, ahora ha de ser considerado negro, o al revés, es un problema, pero no lo peor. Lo más grave es que todo sea como siempre, aunque no lo es, o siéndolo no vamos a ser rigoristas, y dependerá, y según el caso, y nunca se han de cerrar las puertas, porque eso te deja en una indefensión y un sin saber que acaba con la moral de cualquiera.

Nos encontramos aquí con tres problemas, a mi modo de ver.

PROBLEMA PRIMERO: DOCTRINAL. Cualquiera quisiera tener claro cuál es la doctrina de la Iglesia y cuál su moral. Por ejemplo, saber si tras la consagración el pan y el vino contienen a Cristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. O si solo un poco, o depende, o sí, pero no es lo más importante.

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26.02.18

La gracia de ser cura de pueblo

Aunque siempre escribo para todos, hoy me van a permitir que lo haga pensando de manera especial en los sacerdotes, y especialísimamente en los compañeros que, como un servidor, ejercemos el ministerio en el mundo rural. No es nada fácil.

No son pocos los sacerdotes que viven o sienten la pastoral rural, la que llevamos a cabo en pueblos, demasiadas veces mínimos, como algo que hay que hacer, pero sin ilusión, sin esperanza, sin demasiadas ganas de sacarlo adelante. Es decir, me tocó, pues nada, a hacer lo que se pueda. Los hay que se acostumbran incluso a vivir así, y los hay locos por largarse a una parroquia mayor. Tampoco todos comprenden el ministerio de un sacerdote en pueblos diminutos y se preguntan si no sería suficiente con mandar a alguien alguna vez.

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23.02.18

Cosas raras que hacemos los curas: llevarnos las velas a casa

¿Y eso? ¿es que se las roban? No, robar no. ¿Quién va a querer robar un par de velas de una parroquia de pueblo? ¿Entonces? Es por el frío… Me lo explique.

La explicación es sencilla. Cada vez es más común utilizar para la liturgia velas que funcionan a base de un aceite especial. Tienen un depósito que se va rellenando, su mecha, y son de lo más cómodo y limpio. El único problema es con el frío, porque entonces ese aceite se congela y no hay forma de encender los cirios. Así que el señor cura párroco ha decidido guardar las velas en casa y llevarlas al altar justo para el momento de la celebración.

¿Tanto frío hace en esa iglesia? Tanto, tanto que el párroco nos contaba a los compañeros que cuando se reviste para celebrar, se coloca el alba sobre el jersey y la cazadora, porque si no se hace la cosa imposible.

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21.02.18

Rematadamente locos. El cardenal Marx propone una bendición para parejas homosexuales

Se nos van haciendo normales las discrepancias entre obispos. En principio, nada que objetar, siempre han existido. Son muchos los temas que admiten libre discusión y es normal el debate. Lo malo es cuando la discusión puede afectar a cosas que uno entiende pertenecen al depósito de la fe o de la moral, en cuyo caso las discusiones deberían sobrar.

Esta última semana nos ha llegado lo que espero sea un simple globo sonda, que no lo será, según el cual el cardenal Marx propone algún tipo de bendición para parejas del mismo sexo. No solo propone, sino que parece ser, estamos siempre en el parece, que ya hay una comisión, un adelanto, un empezar a hacer.

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19.02.18

Creatividad pastoral y ocurrencias del señor cura párroco

Depende de cómo quieran entenderlo. Técnica y formalmente, queda mucho mejor hablar de creatividad pastoral –de la fetén, que un no olvida el foro- que de ocurrencias del señor cura párroco. Depende.

Hay que partir de mucho dolor. Justo el que los pastores debemos sentir al ver a tantas ovejas perdidas, descarriadas, errantes. Hoy cualquier barrio, cualquier ciudad, cualquier pueblo es abundante en gente alejada de Cristo y de la Iglesia. Estas cosas nos tienen que doler en el alma. Es una herida profunda verte en misa con una asistencia del todo exigua, los cuatro, o mejor las cuatro de siempre, la prácticamente inexistencia de la confesión, o tener el templo lleno porque ha habido un funeral de persona muy conocida, pero donde nadie responde ni al Señor ten piedad. Triste, muy triste.

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