No aguanto más. Estos de Cáritas están locos
Para empezar, y perdón por el exabrupto, a mí que no me vengan a tocar las narices con lo de estar con los pobres. Durante casi cuatro años funcionó en la parroquia el SOIE (servicio de orientación e información para el empleo) de nuestro arciprestazgo, con más de mil personas atendidas y un índice de colocación del 40 %. Hoy no está en la parroquia porque Cáritas Vicaría decidió suprimirlo y centralizar todo. Supongo que por nuestra ineficacia.
Siguiendo con las narices, desde hace dos años funciona en la parroquia el primer economato solidario que abrió Cáritas en Madrid, que, gestionado por una veintena de voluntarios, y apoyado económicamente por Natixis, una financiera francesa, atiende hoy a más de cien familias. Por cierto, qué malos siempre los bancos, porque otro economato de la zona funciona gracias al BBV.
Continuando con el apéndice nasal, en la parroquia funciona un centro de mayores que abre todas las semanas, además de que mantenemos abierto el despacho de acogida y participamos en la mesa de Cáritas de arciprestazgo con total normalidad. Servidor, incluso, ha sido durante varios años coordinador de Cáritas en su arciprestazgo.
Narices salvadas. Ahora sigo.

Hay que hacer de todo. Gente tenemos en grupos de formación, pero mucha más a la que eso de acudir periódicamente a las reuniones de la parroquia pues como que les cuesta. Por eso desde hace tiempo, además de los grupos normalitos de formación, programamos otras actividades formativas pero más puntuales, como pueden ser exposiciones, presentaciones de libros, conferencias…
Y a este paso San José, la Virgen de la Merced, la Pilarica…
En una parroquia normal los bancos tienen reclinatorio. El que quiere se arrodilla, y el que no le da la gana, no. En la parroquia progre el cura ha decidido que no hay que arrodillarse. Por tanto, todos los bancos sin reclinatorio.
Radio María podrá ser tachada de muchas cosas, se podrá decir que si es rancia, que si demasiado piadosa, que si monótona, que si lo que quieran. Ahora bien, lo que nadie podrá decir de Radio María es que se trata de una emisora confusa, que tenga una programación con segundas intenciones, que se aparte un ápice de la doctrina de la Iglesia. Ni remotamente.





