Homilía diaria o improvisación habitual

La homilía en todas las misas dominicales y de días festivos, y no digamos la diaria, son fruto directo de la constitución Sacrosanctum Concilium del Vticano II. Hasta entonces, en los días feriados era del todo inexistente, y la homilía -el sermón- se reservaban para algunas misas dominicales y fiestas o acontecimientos del todo singulares.

Hoy lo normal es la predicación dominical y festiva en todas las misas que se celebren, y es bastante frecuente incluso la predicación diaria.

Yo no soy especialmente entusiasta de la homilía, entre otras cosas porque no creo que ahora, con tantísima homilía, seamos más santos que antes del Vaticano II, más bien sucede todo lo contrario: predicamos más que nunca y la gente tiene menos formación y menos vida cristiana que nunca. Como para que nos lo hagamos mirar.

Me parece que la mejor predicación que puede hacer un sacerdote -observen que digo “predicación” y no “homilía”, es celebrar bien: atento a las rúbricas, con un buen espíritu religioso, sin prisas, dando a cada parte de la misa el sentido que realmente tiene. Una misa bien celebrada es un tesoro y sin duda que impresiona y educa. Uno de los problemas que tenemos es el de las misas celebradas de cualquier manera, sin cuidar cada detalle, improvisando, sin más pretensión que lograr celebraciones “cercanas” y “entretenidas”. Muchos de nosotros hemos estado en este mes de mayo en celebraciones de primera comunión. No hay más que decir.

No sé el tiempo que dedicamos cada uno a preparar la homilía dominical y qué textos utilizamos: biblia, comentarios, padres, materiales homiléticos. Digo esto porque no es raro escuchar homilías en las que no se dice nada, no se recuerda nada, no se exhorta a nada ni se invita a nada, empezando por este su seguro servidor. Una homilía así hace daño, porque convierte la fe en nada. No digamos si la homilía, en lugar de exponer la fe de la Iglesia, expone lo que piensa el celebrante en su fuero particular. Cuánta gente deformada y sin remdio por malas homilías.

Soy especialmente tiquismiquis con las homilías de los días feriados, porque predicar a diario cosa de sustancia es muy complicado y exige una especial preparación. Es demasiado riesgo improvisar día tras día: o no dices nada, que pare eso mejor calladitos que estamos más guapos, o dices cualquier barbaridad, que es peor. Creo que a diario solo en algún momento especial y con muchísimo cuidado, no sea que en lugar de tener homilía diaria estemos ofreciendo al pueblo de Dios improvisación diaria. La gente se merece un respeto.

Personalmente apenas predico a diario. Rara vez. Alguna cosa que llame la atención. Lo que sí hago a diario es cuidar mucho la misa en todos sus detalles. Más aún, tengo por costumbre repasar de cuando en cuando las rúbricas del misal y preparar todo lo referente a la celebración con mucho tiempo: misal, leccionario, oración de los fieles, ofrendas, vinajeras, purificador inmaculado, ornamentos dignos. Y todo esto lo hago no por “ritualismo” ni “falta de espíritu conciliar”, que me los estoy viendo venir, sino por respeto al Señor y a los fieles. 

62 comentarios

  
chico
La homilía es la expresión de la vida de santidad del sacerdote, que incluye la sabiduría de él, claro. Si así es la cosa, la homilía cala entre los fieles. Pero si no...... todo es pura cháchara, y eso daña a los fieles porque los aturde y aun los pone de mal humor.
29/05/17 9:23 AM
  
Blondie warrior
Creo que una homilía bien preparada y meditada es un tesoro, por cuanto es la forma de hacer catequésis para muchos adultos que hace tiempo dejaron de actualizar sus fundamentos de fe. No debe renunciar a evangelizar,,¡recuerda la homilia de ayer¡ con un uso sabio y prudente del don de la palabra y la meditación que Ud.,especialmente, usa con enorme capacidad intelectual y espiritual. piense que mucho de los grandes santos lo fueron, entre otras razones, por ser grandes predicadores de la Palabra De Dios. Sin olvidar que Ud lo hace muy bien desde el pülpito del siglo XXI, las redes sociales.
29/05/17 9:55 AM
  
Santiago
En una conferencia (que está en Youtube) del padre Fortea sobre las partes de la Misa, al llegar a la homilía cuenta la siguiente anécdota: una señora llega tarde a Misa y cuando se sienta le pregunta a la persona que tenía al lado "¿por dónde van?", a lo que dicha persona contesta "la homilía ya ha terminado, pero el cura sigue hablando."
29/05/17 9:57 AM
  
misael
Quizá en otro tiempo no, porque la piedad de los fieles era mayor. Pero hoy día, que la vida cristiana ha decaído entre los laicos, se hace más necesario conducir sus pensamientos. Así la homilía puede verse como una muleta que invita hacia donde dirigir los pensamientos y la imaginación... esa loca.
29/05/17 9:58 AM
  
yo
La homilía refleja de la vida de santidad del sacerdote, el cual debe dar testimonio y ser ejemplo de santidad, ...y eso se nota.
"Si la sal se vuelve sosa....
La oscuridad..... no es otra cosa que falta de luz.
No se predica la seriedad de la vida temporal, se evita hablar de pecado, muerte, infierno, martirio, santidad, etc,...
Ahora todo es muy ligth, relativo, buenismo...
y el resultado lo vemos claramente en los que se llaman cristianos, pero viven paganos e incluso criticando, acusando, insultando y exigiendo derechos, etc, etc, etc,.... ya todos sabemos.
29/05/17 10:33 AM
  
chesco
Se puede hacer un comentario breve en la homilía diaria. Es verdad que si la misa es por la mañana y los horarios de los trabajadores van muy justos, lo mejor es optimizar tiempos o la gente no podría ir.

Pero en la misa por la tarde, hacer un inciso en tal o cual cosa es de agradecer. Entre no decir nada y decir barbaridades hay un término medio. Y la formación de un sacerdote debería ser suficiente para que no tuviera que necesitar mucho tiempo en prepararlo.

Dese cuenta que Vd. mismo ha dejado por escrito multitud de opiniones propias, y no creo que todas hayan sido afortunadas. Eso no es obstáculo para que el balance global pueda ser positivo.
29/05/17 10:39 AM
  
SR.
Personalmente creo que la predicación debería ser diaria. Me gusta leer las lecturas que nos marca el Misal Romano y para mí son ricas y suelen apelar a diferentes aspectos de la vida y la Fe. Y si aún así no se nos ocurre nada, podemos echar mano a la Liturgia de las Horas, ya que en el Oficio de Lecturas, si no recuerdo mal, suele haber un extracto de un Padre de la Iglesia.

De todas maneras, Padre Jorge, si usted ve que lo que va a decir no va a ayudar a la asamblea a llegar a Dios, (oséase, ser más santos), mejor ahorrarse la homilía. Hay sacerdotes que cuando no dicen sermón si dejan uno o dos minutos de reflexión silenciosa, que a mi modo de ver son también provechosos.
29/05/17 10:44 AM
  
Álvaro
Estoy totalmente con usted. En especial en lo que indica sobre las opiniones particulares del celebrante. Y es que en mi opinion ese es un punto riesgo tremendo ya que puede incitar al celebrante, sucede con demasiada frecuencia y con sacerdotes por lo demas magnificos, a dar su opinion pero no sobre la liturgia o las lecturas lo que de por si es una locura sino sobre cualquier cosa que se le pase por la cabeza. Ayer sin ir más lejos el celebrante de la misa a la que asistí introdujo en su ho,ilia, por lo demas buena, un aviso sobre la posibilidad de que hoy hubiera un gran atentado en el metro. Espero por supuesto que el buen hombre estuviera equivocado o mal informado y au que se que lo hizo de buena fe me dio un buen susto en un asunto en el que hay que andar con pues de plomo. E insisto lo hizo sin maldad y en el marco de una homilia por lo demas buena. No quiero decir que los sacerdotes no tengan derecho a pensar lo que deseenen todos los ambitos de la vida, faltaría más aunque con coherencia que por lo general existe, y a expresarlo siempre que quieran incluso "asesorando" a los fieles sobre las opciones más conformes con el evangelio, ya son estos mayorcitos para elegir lo que vean oportuno, pero no se si la homilia es el lugar apropiado para hacerlo. Acepto sin duda que es especialmente el domingo el mejor altavoz pero creo que este debe usarse para aclarar y dar relevancia a la Palabra de Dios que es lo esencial, y si es posible solo en domingos y grandes fiestas de forma clara y concisa. Gracias y perdon por la longitud.
29/05/17 10:48 AM
  
María de las Nieves
El objetivo de la homilia es un servicio a la Palabra de Dios , basta pequeños comentarios de determinados versículos,tanto de las lecturas como del Evangelio bien meditada y pasada por el corazón, del celebrante es escuchar al Señor dos veces y se hace más vivo en cada fiel, eso sí ,es captar todo el significado de la Palabra en su lugar concreto que queria decir Jesucristo a sus discípulos y como la Palabra es eterna ,vibra ayer hoy y siempre,baja del cielo entra en la mente y hay que hacerla viva ,acontecimiento para cada uno de sus fieles hoy ,el sacerdote tiene que encarnar la Palabra Jesucristo haciéndolo vivir en la persona del Ministro y bajar el cielo a la tierra .Animo Cristo en cada Ministro sagrado.hermosa misión la del sacerdote actuando como Cabeza de Cristo, visibilizandolo con gestos y palabras . Su Persona eterna su Palabra eterna
29/05/17 11:17 AM
  
Desde Valencia
Con todos los respetos, la mayoría de las homilías que escucho, son un rollo, un más de lo mismo, la verdad es que escuchar, lo que se dice escuchar, solo durante los primeros dos o tres minutos, los otros 10 no presto atención y si pasa de ahí, empiezo a preguntarme si el sacerdote se cree que los fieles no tenemos otra cosa que hacer, así me explico que entre los ridículos cánticos que quitan la devoción y las homilías eternas que no dicen nada, la gente haya dejado de ir a misa.
Es cierto que hay sacerdotes que predican muy bien, pero son los menos, así que agradezco mucho las misas sin homilía o las que se limitan a aclarar un poquito las lecturas en su contexto histórico, que hay ciertas cosas que en nuestra época nos cuesta entender y se guían por aquello de que lo bueno si breve, dos veces bueno.
29/05/17 11:36 AM
  
Bonifacio Moro

Don Jorge:

Me ha leido usted el pensamiento.

En mi parroquia,Covadonga de Manuel Becerra,en Misa de 8 de la mañana,las homilias de diario,improvisadas,duran en torno a los 10 minutos.
Todos los asistentes,durante la misma,nos miramos aterrados,porque tenemos que salir pitando a trabajar.Resultado:Salir directamente de la cola de la comuniòn a la calle con el Señor en la boca.
Sin ir màs lejos,el otro dìa,cuando el sacerdote iba por el minuto 8,no tuve màs remedio que acercarme con disimulo y desde una esquina decirle que nos tenìamos que ir a trabajar.
Las iglesias cercanas son peores:Una tiene homilias de 12 y otra de 15.Improvisadas y a las 8 de la Mañana!!!!!!
Por favor:Cùando un va a Misa de diario de 8 de la mañana es porque sabe de que va el percal.....POR FAVOR,NO DESTROCEN NUESTRA FE NI NOS OBLIGUEN A SALIR CON EL SEÑOR SIN TRAGAR A LA CALLE!!!!(ESTO NO LO DIGO POR USTED PADRE!)
Y lo màs cachondo,es que las homilias de 9,11 y 12,misas de jubilados duran.....2 minutos!!!!!!!!
Un abrazo, y muchas gracias.
29/05/17 11:38 AM
  
Javier Olivera Ravasi
Gracias, estimado padre Jorge. Siempre muy atinado.
Dios mediante, a fines de Diciembre estaré en Madrid, puntualmente para fin de año, con un grupo grande de universitarios argentinos a quienes llevaré a conocer Europa. Nos gustaría ir a visitarlo por su parroquia, de ser posible. Quizás incluso ayudarlo en alguna Misa. Abrazo hispano-americano y bendiciones. Padre Javier
29/05/17 12:04 PM
  
Roque
Siempre se habla de las homilías de los curas, pero que poco se habla de las homilías inacabables de los obispos, que suelen durar entre 30 y 60 minutos (y no exagero) Son la mayor parte de las veces soporíferas y no hay por donde cogerlas. Por cierto el Papa habla de homilías de menos de 10 minutos, y el don de hablar, yo diría de saber hablar, lo tienen pocos curas y obispos... Por lo tanto, el problema no es solo de curas, sino también y sobre todo de obispos.
29/05/17 12:38 PM
  
Laodicea
LLevo años con la misma pregunta. ¿cuando tantos sacerdotes se darán cuenta de que sus homilias son un tostón que aburren más que motivan. Me confesaba un profesor de Biblia que para él la parte más fastidiosa de la Misa era el tener que soportar una homilía soporífera. En alguna ocasión me he permitido hablar con algún asistente recien terminada la Misa y haciéndome el despistado preguntarel sobre el contenido del sermón y no han sbido darme explicación. Normal han estado pensando en otras cosas mas importantes. Así queremos formar cristianos intrépidos como los Coptos de Egipto que se dejan acriblllar a balazos antes que renegar del evangelio, el cura en la homilía "Ay pobrecitos"
29/05/17 12:47 PM
  
Opinando
HOMILÍA TIPO (puede encontrarla en multitud de parroquias)...

En estos tiempos...
Los pobres sufren mucho, no los olvidéis. ¿Qué hacéis por ellos?
Dios es amor y nos quiere. ¿Quieres tú a Dios lo suficiente?
Dios es misericordia y nos perdona. ¿Perdonas tú a otros?
No os olvidéis de los pobres, que sufren mucho. ¿Qué podríamos hacer por ellos?
¡Hala! A ser buenos y acordaros de Jesús de vez en cuando, como Él se acordaba de los pobres, que sufren mucho.

(Mientras, las caras de la audiencia denotan que en su mayoría están presentes físicamente pero su mente está lejos, muyyyy lejos; y no en el cielo precisamente).


Saludos
29/05/17 12:52 PM
  
Anastasio
Acabo de leer la confesión de un franciscano de Alepo que dice temer más a la comodidad efecto del progreso que a la persecución que sufre hoy la Iglesia. Es lo que vengo sosteniendo en mi fuero interno desde hace mucho tiempo y añado que opino que a quien más ha afectado este proceso es al clero, jerarquía incluida. . Si tienes que pedir un favor piensa antes si es persona de Iglesia y sobre todo cura o religiosa/o
29/05/17 12:57 PM
  
María
Las homilías son un rollo, además nunca explican las lecturas que se han proclamado, bien por respetos humanos, o porque al sacerdote no le gusta lo que dicen, y cuando no las tuerce a su gusto. Yo lo que haría es preparar buenos lectores, que es importantísimo, para que todos entiendan las Sagradas Escrituras que siempre son más claras que la tergiversación del sacerdote y suprimir las homilías
29/05/17 1:23 PM
  
María
A Opinando
Se le olvida Dios es amor y alegría por lo que seréis juzgado por vuestro amor y un cristiano tiene que vivir con alegria y yo que No soy un cascabel no se si tengo solución
29/05/17 1:28 PM
  
ayante
Absolutamente de acuerdo con D. Jorge. Un artículo para enmarcar.
La homilía ha adquirido una relevancia desproporcionada, frente al descuido y desatención con que se suelen celebrar las partes verdaderamente importantes y nucleares de la Misa.
29/05/17 1:28 PM
  
Alejandro Galván
En mi experiencia, una vez en la Catedral de Valencia, un sacerdote hizo la homilía el día del Evangelio de la curación de Bartimeo, en cuatro minutos escasos, explicando el episodio ya aplicándo la actitud de Bartimeo como modelo de la nuestre frente a Nuestro Señor. Casi me levanto y le aplaudo, al final.
29/05/17 1:29 PM
  
Anacoreta
Hay algunos fieles que, después de la chacharra-homiletica-sermonera-particularista del simpático de turno, salen malhumorados y diciendo: "¡Qué tío más pesado! La próxima no vuelvo". Y así se van vaciando los templos... por el afán creativo de cerebros desconsiderados.
29/05/17 1:37 PM
  
feligres
le agradezco enormemente cómo celebra diariamente la misa. Muchas gracias!!
29/05/17 1:52 PM
  
Jesant
Me decía un confesor que la sabiduría de la Iglesia se demostraba con situar el rezo del Credo justo tras la homilía. Que tras cualquier cosa debíamos confesar nuestra verdadera Fe.
29/05/17 2:01 PM
  
Urbel
¿Homilías diarias e improvisadas? ¿Banales y repletas de cristianismo secundario? Me recuerda algo, Santa Marta. No hay nada verdaderamente nuevo en este pontificado, sino que lo que llevamos años soportando en las parroquias, con la tolerancia y hasta el fomento de Roma, ha llegado a la cumbre gracias al primer papa que fue ordenado sacerdote después del Concilio Vaticano II.
29/05/17 2:24 PM
  
Viejo Profesor
¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo!
Algunos sacerdotes han convertido el templo en cueva de charlones.
De los sacerdotes con buena voz, líbranos Señor.
29/05/17 2:43 PM
  
Payasadas en Misa NO
Ayer mismo en Misa de niños el cura invitó durante la homilía / club de la Comedia a que jóvenes y jóvenas subieran al presbiterio a hacer una gansada que a él se le había ocurrido y que hizo desternillarse a la asamblea, aplauso final incluido
Para aguantar esto sin morir de vergüenza hay que tener muchisima fe o ninguna, en estados intermedios el efecto es devastador.
29/05/17 3:04 PM
  
Albert
Muchas homilias son lamentables. Más que una predicación del evangelio son divagaciones improvisadas, con chascarrillos, anécdotas insustanciales, consejos anodinos para la convivencia doméstica, recomendaciones de manual de autoayuda, e incluso barbaridades y herejías. Y encima duran casi media hora. Si a ello se añade el deterioro de la liturgia y unos horribles cantos guitarreros, ¿a alguien le puede extrañar la deserción de las iglesias?
29/05/17 3:35 PM
  
Luismi
En tiempo de melones
sean breves los semones
29/05/17 3:38 PM
  
Almudena1
Tengo 5hijos, alguno ya de más de 20, el pequeño de 15. No somos del Opus Dei, ni de Kikos ni de ningún movimiento. Diocesanos normalitos.
Rezamos el Rosario, abreviado desgraciadamente, casi a diario con todos los que están en ese momento de después de cenar, luego se lee el Evangelio del día y sin sermones ni palabrería nos ceñimos a El para explicar que es lo que Dios nos está diciendo y queriendo decir.
Así de fácil, palabras breves, sencillas pero ilustradoras y formativas respecto a La Palabra de Dios diaria.
Anímese Padre, y aunque sea breve y sencillo, no deje de decir en sus misas algo respecto al Evangelio proclamado. Hace un bien inmenso.
29/05/17 3:38 PM
  
Albert
Añadiría además que en los últimos decenios las parroquias parecen padecer fobia a la belleza y al arte. Esto se observa en todo. Desde la arquitectura de los templos, que parecen cines, garajes o naves extraterrestres de los 70, hasta la vestidura de los sacerdotes, pasando por unas imágenes kistch y una música inclasificable de ínfima calidad. Así lo católico ha pasado a ser sinónimo de estridencias antiestéticas, mal gusto y decadencia, en agudo contraste con la infinita riqueza del arte sacro de antaño. Y lo peor es que esa tendencia no es ni casual ni inocente.
29/05/17 3:49 PM
  
Feri del Carpio Marek
Padre, la palabra "feriado", al menos en Sudamérica, significa exactamente lo contrario del uso que usted le da en el post, por estas tierras significa un día de descanso con motivo de alguna festividad. Tal vez sería mejor usar la palabra "ferial".

Con respecto al texto en sí, me parece que le hace falta matizar. Me explico: estoy totalmente de acuerdo con que la homilía debe ser cuidadosamente preparada, y por supuesto basada en la Palabra que se está proclamando, o en la ocasión litúrgica particular que se esté celebrando; también estoy de acuerdo con que la homilía debe expresar la fe de la Iglesia, enraizada en la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio, y no deben ser opiniones del cura, que para dar opiniones hay otras ocasiones. Todo eso muy bien, y hasta refrescante leerlo; pero por el tenor de su post queda la impresión que incluso la homilía dominical no sea algo necesaria, lo cual sería un desatino. De ahí que, para no dar esa impresión, pienso que le faltó algún matiz al post.

Es muy necesaria la homilía dominical y festiva, e imprescindible que esté bien preparada, sino ni siquiera se puede llamar homilía, y eso es lo que se debe exhortar, como bien lo hizo Benedicto XVI con palabras y con el ejemplo. Él exhortaba a preparar la homilía dominical durante toda la semana, desde el lunes hasta el sábado, el sacerdote debería dedicar un tiempo de meditación para ir contemplando y madurando los textos de la liturgia del siguiente domingo.
29/05/17 3:59 PM
  
Santiago
Un servidor va a misas donde sabe que el cura que la dice tiene algo de sustancia. Sin embargo cuando esto no es posible, lleva un rosario en el bolsillo. Si la homilía del cura es sosa y sin sabor saca el rosario y reza los misterios que dure el tostón buenista de turno. Ahora ya no me enfado si tenemos tostón, sin ningún disimulo saco el rosario y hale.

Por si le ayuda a alguien.
29/05/17 4:07 PM
  
claudio
Cuando se publicó el Directorio Homilético de la Iglesia estaba presente el Cardenal Sarah que dijo una dos verdades tremendas:
1. “A menudo, para muchos fieles -explicó el Purpurado- el momento de la homilía, considerada buena o mala, interesante o aburrida, decide la importancia de la celebración”.
2. Efectivamente, la Misa no es la homilía.

La presentación contó con la presencia del nuevo Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Cardenal Robert Sarah. “A menudo, para muchos fieles -explicó el Purpurado- el momento de la homilía, considerada buena o mala, interesante o aburrida, decide la importancia de la celebración”.
“Efectivamente, la Misa no es la homilía, pero ésta constituye un momento importante para la participación en los santos misterios, es decir la escucha de la Palabra de Dios y la comunión con el Cuerpo y la Sangre del Señor”, dijo el Cardenal. “La homilía -recalcó- es un servicio litúrgico reservado al ministro ordenado, que está llamado por vocación a servir a la Palabra de Dios según la fe de la Iglesia y no de forma personalista. No es un discurso cualquiera, sino un hablar inspirado en la Palabra de Dios que resuena en una asamblea de creyentes, en el contexto de una acción litúrgica, con el fin de aprender a practicar el Evangelio de Jesucristo”.
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Luego de haber presenciado todo tipo de "liturgias" hay dos momentos en la Santa Misa que corren siempre peligro de perder su "santidad" por decirlo de alguna forma respetuosa. La Homilía y la Oración de los Fieles. En estos casos no hay otro responsable que el Celebrante y es tremando ver cómo en algunos casos esa responsabilidad no se advierte en lo absoluto.

29/05/17 4:14 PM
  
José Luis
Hemos de animar a nuestros sacerdotes que no se dejen vencer por los respetos humanos, y de seguro que los hay, gracias a Dios. Pues nada imposible hay para Dios. Por eso, para que todo asunto sea posible, también es necesario que nosotros oramos intensamente por los sacerdotes.

Pues también es cierto, cuando si por desgracia, impera los respetos humanos, el Pueblo de Dios es el que sufre mucho. Pues si Cristo sufre, los que son de Cristo sufren también.

29/05/17 4:32 PM
  
doiraje
No se preocuope en exceso, D. Jorge. Es usted un buen cura y un hombre bueno (que no es exactamente lo mismo que un buen hombre). No soy cura, pero supongo que para hacer una homilía hay que ponerse de alguna manera en manos de Dios. Récela, consulte algunos textos alusivos a las lecturas que haya de comentar y poco más. Si es buen orador, puede llevar apuntadas en una cuartilla las dos ideas fundamentales; si es tímido, le impone el escenario o no es bueno hilando ideas, llévela escrita y léala sin problemas, con entonación, con sentimiento, viviendo lo que ha escrito, sin apresurarse para acabar cuanto antes.

Procure que no sea demasiado larga, ni que contenga más de tres ideas (más allá casi todos nos perdemos y desconectamos, además de hacer la exposición demasiado prolija en su desarrollo).

Y desde luego, si no sabe qué decir o no se la ha preparado lo más mínimo, mejor guardar silencio y celebrar con el mayor respeto y fidelidad la misa en todas sus partes. No sabe cuánto más valoramos la prudencia del que sabe callar a tiempo que el charlatán que gusta de oirse durante minutos y minutos que se nos hacen insufribles.

Personalmente soy amigo de que los ministros comenten la palabra de Dios. He escuchado algunas homilías realmente buenas, y algunas incluso verdaderamente magníficas. Éstas no están relacionadas necesariamente con la brillantez intelectual o la erudición del sacerdote, sino con el grado de verdad, de coherencia entre la persona y sus palabras, la plenitud de unas palabras sencillas que han sido vividas por el hombre que las enuncia. Cuando encuentro esto en alguna misa (pocas veces, por desgracia), es uno de los mayores dones que el cielo me ha concedido, fuente de riqueza imborrable.

Como he dicho antes, si lo que me voy a encontrar es a un ególatra que usa el ambón y la palabra de Dios para su propio lucimiento, mejor que no haya homilías o sean lo más breves posible. Usted no se preocupe por esto, que no es de esos.
29/05/17 5:15 PM
  
Opinando
@ FERI DEL CARPIO MAREK...

"Feriado" significa lo mismo aquí que en Sudamérica; otra cosa es la interpretación que usted haya hecho del texto.

@ MARÍA...
Es cierto, pero: Si Dios es amor y alegría, ¿no deberíamos ser juzgados por nuestro amor... Y nuestra alegría?

Y se nos olvida el clasicazo total:
'Y a vosotros los jóvenes -(búsqueda desesperada con la mirada buscando algún joven en la sala; vale allí al medio hay dos por lo menos, ¡Uf!)... Y a vosotros los jóvenes que os voy a decir; sed buenos con vuestros papás y hacedles caso; y por supuesto... ¡Los pobres! Jóvenes no os olvidéis de los pobres que sufren mucho, ¿qué hacéis vosotros jóvenes por los pobres?

Y se me pasaba el último grito en homilías...
¡Y qué me dicen de los refugiados! Los pobres refugiados, como sufren, ¿qué estamos haciendo por los refugiados? Porque la culpa es suya don Javier, y suya doña Puri, y del de la tercera fila; sí, sí, don Eusebio, no se esconda; la culpa es vuestra. ¿Qué haréis para arreglarlo?

Eso, eso, metamos todos un musulmán en casa, a ser posible hombre entre 17 y 35 años (los típicos refugiados de toda la vida, o al menos, así son los del siglo XXI) que son unos tíos estupendos y muy agradecidos.

Saludos nuevamente.
29/05/17 5:19 PM
  
Percival
Por lo que se suele ver, y lo que se comenta aquí en varias intervenciones, el problema no es que se predique a diario o no, sino el contenido de lo que se predica (y su duración más o menos adecuada y oportuna). Malos contenidos, malas expresiones, mala celebración, evidentemente si se hace a diario, no es que sean un tostón, es que son un asesinato espiritual en serie.
En cambio, si se vive a tope como sacerdote a diario, se predica con la vida. Si se celebra bien a diario, se predica con los gestos. Y si se anuncia con gozo a Cristo a diario, y lo otro va con esto, creo que se hace lo que todo sacerdote debería hacer. A diario.
29/05/17 6:15 PM
  
Luis Piqué Muñoz
¡Bravo, Gran Padre Jorge, efectivamente, se trata de Predicar, y qué mejor Predicación que una Misa tranquila, despacio y bien dicha! Y qué Gran Verdad que el gran defecto de los Curas es la Palabra de Dios, que extendida está la Mediocridad y el Silencio entre los torpes oradores sacerdotales. Sólo conozco a uno, quizá uno o dos más que no recuerdo, Mn Enric Ribas y Baciana, Maestro de la Palabra ¡como el único Maestro! que en cada Homilía diaria decía algo y Evangelizaba con brillantes términos eclesiásticos. En fin ¡Viva la Palabra de Dios! ¡Viva Mn Ribas! ¡Viva la Iglesia! ¡Viva Dios!
29/05/17 6:31 PM
  
Ignacio
Lo cierto es que cada vez que un sacerdote predica, no debe ser porque sí. La experiencia con los sacerdotes que he conocido, me ha dado a entender que detrás de una buena prédica hay una preparación no sólo intelectual sino, ante todo, espiritual, y detrás de un buen predicador hay un hombre de oración y estudio. Me parece que todo sacerdote que va a predicar, debe tener en cuenta tres cosas: En primer lugar, tener una buena formación doctrinal, en la que esté constantemente perfeccionándose, en segundo lugar, conocer, de primera mano, lo que sucede en el contexto en que sus fieles viven hoy, cuáles son las circunstancias en las que viven, y las preguntas que muchas veces les inquietan. Con ello en mente, en tercer lugar, entrar y darse un tiempo necesario de Lectio Divina (cuya extensión sea en la medida de sus posibilidades), en la que pueda, el día anterior, o durante la semana si la homilía es para el domingo, hacer una lectura orante de las lecturas que tocan, o al menos del Evangelio. Esto le permitirá realizar una homilía que enseñe realmente lo que dice la Palabra de Dios en la enseñanza de la Iglesia, y que esta toque la mente y el corazón de los fieles, que remezca almas y mueva conversiones. Quienes mejor hacen esto, por lo que me ha tocado ver, son los monjes sacerdotes.
29/05/17 7:40 PM
  
Pub
Una sugerencia. En lugar de la homilía, los días laborables podrían hacer un comentario sobre el santo del día. Los hechos concretos son más interesantes y atractivos que los principios generales. En la Iglesia tenemos una maravillosa riqueza y diversidad de santos como para sacar las mejores enseñanzas y estímulos para llevar una pujante vida cristiana. Es una lástima que caigan prácticamente en olvido. Realmente no sabemos o no queremos sacar a la luz nuestros tesoros, mientras el pueblo languidece en la apatía.
29/05/17 8:01 PM
  
Primo
Yo tengo que reconocer que si pillo la cuarta parte de las homilías que oigo ya es un éxito. Buena parte se deberá a mi mismo, pero desde luego otra buena parte se debe a los que predican. Por eso, padre Jorge, me parece muy sensato todo lo que dice.
29/05/17 8:11 PM
  
Adrian Ferreira
La homilia sirve para efectos practicos para conocer que piensa el sacerdote, si se apega al evangelio es un buen sacerdote, pero si empieza a decir cuanta herejia se le venga a la mente o peor aun, contradiga el evangelio que acaba de leer, ya sabemos que tipo de sacerdote es. He escuchado homilias que en el dia en que se habla de los mandamientos, dice que son normas de convivencia simplemente que de mandamientos nada asi tal cual y bueno para que hacer la lista mas larga si cada persona ha experimentado en carne propia este tipo de sucesos. Hay que rezar yo en particular rezo para que en este tipo de situaciones la gente no le haga caso y siempre pido al Espiritu Santo para que ilumine las palabras del sacerdote, que no hay que despreciar que en un momento lleguen al alma de alguna persona, durante mi conversión me llego mucho el salmo 23 por ejemplo y fue leido justo durante mi conversion, el sacerdote dijo cosas que me ayudaron a ampliar mi entendimiento del Buen Pastor por ejemplo.
29/05/17 8:18 PM
  
Tomás
“Le mieux est l'ennemi du bien” (lo mejor es enemigo de lo bueno), decía el para nada cristiano de Francois Marie Arouet, mejor conocido como Voltaire. Creo que en este tema como en no pocos otros que conforman la vida de la Iglesia Católica desde los cambios propuestos por el Vaticano II, ha existido una marcada tendencia a privilegiar las soluciones hermosas, bellas, grandiosas, excelentes, los grandes proyectos....etc. por aquellas que sólo tienen a su favor el sentido común y la experiencia de los siglos... ¿Quién puede dudar que la homilia de los días festivos y aquella realizada frecuentemente no sean de provecho? Si, efectivamente. Luego se piensa y se recomienda que todo sacerdote debe predicar todos los días, mmm...tal vez, en teoría...en la práctica, ay Dios, cuántos peros no deben tenerse en cuenta... Personalemnte, pienso que el espacio de la homilia se lo ha sobre- exigido (distinto a sobrevalorar). No toda predicación sucede en la celebración de la Misa. Es ingenuo pretender que todo sacerdote pueda llenar las profundas lagunas de la fe con unos pensamientos fulminados en diez minutos. Más del 60% de los bautizados no escuchan nunca una homilia...y de los que asisten, ¿cuántos la aprovechan? Aprecio mucho la alternativa propuesta por el P. González G. la misma liturgia es una excelente predicación...siempre y cuando los celebrantes la sepan celebrar.
29/05/17 9:00 PM
  
Martinna
D. Jorge,
Con su permiso, le pido disculpas por atreverme a opinar sobre algo que usted sabe mejor que yo como sacerdote, pero como oyente me parece que la predicación es muy pero que muy necesaria. Sin predicación, evangelización o enseñanza de la Palabra no se conoce a Cristo, no se entiende la liturgia, ni la misa, ni ...
El caso es que bastantes predicadores católicos, aunque tienen mucha preparación y conocimientos, las homilias en la misa no les suelen salir bien porque no hablan desde la propia experiencia de vida en el Espíritu... No sé si me explico lo que quiero decir... No se trata de hablar por hablar porque toca, sino comunicar como cristiano lo que se sabe del evangelio por la propia vida, por lo recibido del Señor por medio de su Palabra, por medio de la oración y meditación de las Escrituras. Sin evangelización no hay cristianismo, hay que comunicar el camino, la verdad y la vida y hay que hacerlo con la unción del Espíritu para que toque y transforme el corazón y la mente de los fieles, pero esto se consigue orando, pidiendo antes de hablar qué decir, cómo decirlo. Si pedimos ayuda a Dios para todo, al momento de hablar de Él debemos menguar para que Él crezca y sea quien hable por nosotros.
El caso es que se da todo por sabido y a fuerza de repetir se convierte en costumbre, se cae en la rutina, se hace todo muy de pasada. Cuando en verdad estamos todos sin convertirnos y desnutridos del pan de vida.

29/05/17 9:46 PM
  
Millán
Pues si se las preparan medianamente bien y versan sobre el Evangelio del día vamos bien. Si empieza en Madrid y acaba en Buenos Aires además de no entender nada se pierde el sentido, la gente se despista, miran el reloj o a ver quien pasa, alguno saca hasta el móvil haciendo que lo apaga, y el cura dale que que te dale hablando más que un sacamuelas. Preguntas a los fieles haber si contestan, dialogo dirigido a chiquillos, anécdotas que no vienen ni a cuento.
Las homilías deben ser cortas de diez minutos o un cuarto de hora, sobre el Evangelio del día, o si se celebra algo importante o festividad sobre el asunto como destacar la vida de un santo, o si es fiesta de la virgen sobre lo que Ella siognifica para nosotros.
29/05/17 10:09 PM
  
jose 2 católico español
Querido D. Jorge:
Estando totalmente de acuerdo en celebrar bien, hay una prueba del 9 de la buena celebración y es cuando se ve el desorden de los asistentes, en mínimos detalles.
Admiro a los curas que celebran bien pues es la prueba de que realmente creen y nos ayudan a seguir adelante en este valle de lágrimas..
Dios le bendiga y a sus feligreses.
29/05/17 10:11 PM
  
María López
TOTALMENTE DE ACUERDO!!!

Y no digamos ya si se conoce al sacerdote y se ve que los consejos que da en la homilía no los sigue ni por asomo, me parece que además de un escándalo es una pérdida de tiempo para el celebrante y los oyentes.

Hoy día pocos sacerdotes hacen homilías que merezcan la pena, soy de las que prefieren hacerse 30 KM para escuchar una buena misa con una homilía que me llene y me ayude espiritualmente que ir al lado de casa y aburrirme o peor aún enfadarme con una homilía insulsa, reiterativa cuando no hipócrita, porque en muchos casos son como las de los fariseos, cargan pesadas cargas que ellos mismos no portan ni con un dedo.

Muchos cánticos, mucha palabrería pero luego el resto de la Misa deprisa y corriendo y en la Comunión parecen algunos que reparten rosquillas.
29/05/17 11:19 PM
  
Lisardo
Siento contradecirle pero en mi opinión se falta al respeto de los fieles y gana la comodidad de los sacerdotes omitiendo la homilía.
Si se dice la homilía diaria, al menos el sacerdote ha leído el texto y lo ha meditado aunque sea un mínimo. Luego que el Espíritu Santo actue e inspire, si hay buena voluntad.
29/05/17 11:23 PM
  
María López
Desde Valencia

Totalmente de acuerdo con lo que dice, me pasa lo mismo cuando no puedo ir a misas que me gusten, desconecto en la homilías, pero cuando pregunto a mi marido o a amigos por lo que dijo el cura en la homilía NINGUNO se acuerda aunque acabemos de salir de misa por lo que no soy la única que desconecto cuando me aburro por lo que veo.

Opino como usted, a diario es mejor no decir homilías al fin y al cabo las lecturas se repiten a diario cada 2 años ( par e impar ) y los que tenemos cierta edad ya estamos cansados de oir siempre lo mismo, cuando no te parafrasean varias veces lo mismo que acaban de leer pero con otras palabras.
29/05/17 11:26 PM
  
Lisardo
Perdón porque creo que he pulsado dos veces.
Elimine uno de los comentarios si están repetidos, por favor.
En mi experiencia, las misas peor celebradas que he asistido estaban exentas de homilía.
Es triste por a un sacerdote que predica a diario, por a algunos de sus fieles lo contentos que estaban porque el que le había suplido, no predicó homilía y decían: Estés es de los nuestros. Y todo porque así la Misa duraba menos.
En qué verdes praderas nos apacienta los sacerdotes que no predican homilía?
29/05/17 11:32 PM
  
Matías
En línea con la nueva evangelización suscitada por Benedicto XVI, parece importante reflexionar sobre el papel de las homilías en la Misa dominical o en otras fiestas y en el modo de mejorarlas. Millones de discípulos de Cristo las escuchan en todo el mundo. Muchos fieles se interrogan acerca de su calidad, especialmente en cuanto a su contenido: a veces oyen temas ajenos a las lecturas de la Santa Misa o bien opiniones personales del celebrante; en otras ocasiones reciben casi una simple repetición de los textos proclamados. Con frecuencia algunos fieles —fuera de la Misa— intercambian sus impresiones o críticas de modos más o menos adecuados sobre defectos que advierten.
En su Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini, Benedicto XVI menciona «la atención que se ha dado en el Sínodo al tema de la homilía» y recuerda cómo también en la Exhortación posterior al Sínodo inmediatamente anterior, dedicado al Sacramento de la Eucaristía, había indicado «la necesidad de mejorar la calidad de la homilía.» La preocupación del Magisterio por las homilías no es nueva, pero ahora se subraya la necesidad de contar con homilías de calidad.

La homilía, parte de la celebración eucarística
Releamos con calma la enseñanza del Romano Pontífice en el n. 59 de la Verbum Domini: «Ya en la Exhortación apostólica postsinodal Sacramentum caritatis, recordé que «la necesidad de mejorar la calidad de la homilía está en relación con la importancia de la Palabra de Dios. En efecto, ésta «es parte de la acción litúrgica»; tiene el cometido de favorecer una mejor comprensión y eficacia de la Palabra de Dios en la vida de los fieles».
Sería bueno tener en cuenta esto.
Los fieles perciben el amor del celebrante a Cristo en el tono, en las expresiones, en la alegría, la sencillez, el entusiasmo. De ahí deriva el tipo peculiar de preparación requerida por la homilía: un estudio meditativo, íntimamente unido a la oración personal. «Por eso se requiere que los predicadores tengan familiaridad y trato asiduo con el texto sagrado; que se preparen para la homilía con la meditación y la oración, para que prediquen con convicción y pasión»[9]. Se requiere tener una buena preparación teológica, pero nunca separada de la meditación.
30/05/17 12:52 AM
  
Forestier
Personalmente y al contrario de lo que manifiestan algunos participantes, procuro ir a misas laborables en las que no se predique.
a) Yo voy a misa con ilusión, pero no a que me metan "rollos", mejores o peores
b) En las misas diarias siempres somos los mismos, y el predicador, improvisando, casi siempre remacha con lo mismo; que haya paz, que Dios pide que nos amemos y hemos de ser fraternos y acoger a los demás, y ayudar y no ser obstáculo y bla bla bla bla, lo de siempre que no aporta absolutamente nada a personas con una buena base formativa.
c) Tampoco hace falta que el sacerdote antes de iniciar la misa se pase varios minutos comentando la biografía del santo de turno. Uno va a internet y tiene todo lo que le interese del santo o santas del día. La misa no tiene porqué durar más de media hora.
d) Visto lo visto, a mi edad, ya no soporto que me engandilen tópicos, lugares comunes y clichés al uso. Desconecto y rezo el rosario. Aquí paz y después gloria.
30/05/17 5:27 AM
  
Piedad
Es un asunto fundamental tratar sobre el contenido y la forma de la homilia, como la necesaria reflexión coherente con el mensaje del Evangelio, las Lecturas y el Salmo, del día. Es por esto que debo compartir la tristeza que me causa el afán que se expresa en el texto, y comentarios al mismo, para que sea simplificada o aún suprimida esta parte del contenido de la Santa Misa. Es como si se diera por hecho que todos conocemos plenamente El Nuevo y El Antiguo Testamento, la Doctrina, el Catecismo y la Moral que se deriva de nuestra Religión. Y me pregunto: ¿por qué si la generalidad de los Sacerdotes no prepara la Santa Misa, tal como se comenta, no se exige a la jerarquía un proyecto de formación efectivo y respetuoso con la Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo?. Pero, claro está, es más fácil suprimir partes de la Liturgia que llamar la atención y corregir a los que se sabe que no quieren lo que hacen y, menos aún, lo respetan.
Sólo para empezar, corregir la forma deficiente cómo se leen los textos, sin entonación ni puntuación y evitando, como se da en muchos casos, la intervención de Lectores con inconvenientes físicos o mentales para pronunciar. ¿Cómo olvidar que estamos ante en un momento sublime, dónde escuchamos es La Palabra de Dios, indispensable para convertirnos y cambiar de vida?.
Finalmente, de manera respetuosa, y con todo mi afecto, les sugiero a quienes tienen tantas ocupaciones y no pueden participar completamente del Santo Sacrificio de la Misa, porque lo consideran largo y dispendioso, que establezcan sus prioridades y actúen en consecuencia, sin tratar de "acomodar" todo a sus inconvenientes hasta las ceremonias religiosas que ellos no fundaron ni han perpetuado por siglos.
30/05/17 9:18 AM
  
Mateo el publicano
Yo soy el menos indicado, pero creo que hay una cita que dice "que la fé viene por la tontería de la predicación" la Eucaristía en sí misma es una predicación, pero una palabra al corazón ayuda.
30/05/17 10:14 AM
  
Jose Maria
Padre Jorge
Para las Misas diarias, si le sugiero que ofrezca como punto de mediatación para el día alguna frase del Evangelio, tras la lectura. Puede ser una "homilia" breve y jugosa...
Por ejemplo, para hoy: Esta es la vida eterna,que te conozcan a Ti único Dios verdadero y a tu enviado, Jesucristo
Gracias y un saludo
Jose Maria
30/05/17 11:15 AM
  
Opinando
Para todos los que loan las homilías y predicaciones; que están muy bien, que nadie las pone en duda ni nadie reniega de ellas; lo que se discute es si vale la pena las homilías aguadas, improvisadas, infantiles, ñoñas, 'buenistas', simples, acomodadas, sin denuncia, sin corrección fraterna, sin mensaje evangélico...

Si después de leer 'el buen samaritano' -por poner un ejemplo clásico y 'de libro' (nunca mejor dicho)- me vuelves a contar que hay que atender al prójimo y que hay que ser bueno, que la sociedad moderna es egoísta y bla, bla, bla... Poco aporta; (y seguro que el que está tirado es pobre, refugiado y la culpa de su situación es mía).

Saludos
30/05/17 11:40 AM
  
ASB
Pues....
La homilía de domingo para mí es imprescindible y su calidad es el primer motivo por el que decida volver o no a una iglesia. Una homilía que haga lo que tiene que hacer: comentar las lecturas (no repetirlas) o festividad del día con una perspectiva actual. Y que esté preparada, es decir: bien pensada, rezada y organizada.
Solo una cosa peor que los sacerdotes monotema (sea el tema que sea): los sacerdotes que no preparan sus homilías, ni las dominicales.
En cuanto a las de diario, solo si están preparadas. Considero que en 'tiempos fuertes' (adviento, cuaresma, pascua), deberían ser más frecuentes.
30/05/17 11:52 AM
  
Carlos
¿por qué para el editor del escrito es más importante la pulcritud del ritual de la misa y le resta importancia a la homilía? La homilía es el verdadero pan diario, es el verdadero alimento, una homilía que explique bien el significado de las lecturas diarias y sobre todo del evangelio es, luego de la eucaristía, el aspecto más importante de la misa; excluyendo la eucaristía, sin una homilía de calidad que enseñe y guíe a los feligreses en la comprensión correcta de la buena noticia , la misa no sería más que un conjunto de vanas repeticiones...

- - - - -
Jorge:
Justo al revés. Referirse al sacramento de la eucaristía como un conjunto de vanas repeticiones es no entender nada.
30/05/17 2:48 PM
  
Opinando
@ PADRE JORGE...

Lo ve, lo ve; ¿entiende mi desaliento? Pues estos son los de la Iglesia en salida, los que 'hacen lío', los de la Nueva Evangelización, los de 'la Iglesia tiene que modernizarse', los de 'Lutero testigo del evangelio' (del evangelio de Lutero, claro), los de seamos tolerantes y que comulguen los divorciados vueltos a 'arrejuntar', los de 'la mujer debe hacer más cosas en la Iglesia', los de 'que más da que sean gays si se quieren ¿a quién hacen daño por casarse? Los de 'en la época de Jesús no había grabadoras', los de 'ahora entendemos las escrituras y los que nos precedieron eran muy retrogrados y no entendieron nada', los de... Suma y sigue

Pero luego es a mí al que le llueven palos, insultos, desprecios...; uno se cansa de intentar explicar constantemente lo más básico -LO MÁS BÁSICO- para a partir de ahí poder construir; pero es imposible, ni hay cimientos, ni lo que es peor, ganas de cimentar, ¿habrán calculado estos 'nuevos evangelistas -liantes (que hacen lío) y en salida (del camino verdadero)si podrán terminar la torre con lo que tienen?

Saludos y ánimo, en el fondo no nos podemos quejar, ¡estabamos prevenidos!
30/05/17 5:31 PM
  
Opinando
@ CARLOS...

A la misa se va aprendido; la Eucaristía es otra cosa.

Un saludo
30/05/17 5:33 PM
  
NInes
La homilia es el fruto de la oración. Se nota enseguida.
Cuando te topas con un sacerdote que ora, esas dos líneas o palabras que destaca de las lecturas, son como banderillas de fuego. Porque te han transmitido una experiencia y eso es lo que conmueve
31/05/17 9:48 AM
  
josé gabriel
Muchísimas gracias por sus palabras. Se lo agradezco de corazón. Los fieles que amamos la Liturgia, entre los que me encuentro, se lo agradecemos. Cumplir con las rúbricas no es caer en el ritualismo. No. Es mostrar un profundo amor por la Iglesia, a nuestro amado Jesús que en todas las misas se ofrece al Padre para nuestra salvación y redención.. Olvidamos que cada Misa es el mismo Gólgota, un sacrificio esta vez incruento, pero real. Así lo vivo yo. Es cierto lo que dice de los seglares. Su formación es pésima, cada vez más, y sin remedio. Hemos rebajado tanto el nivel de exigencia. Todo se consiente y hasta se admite, olvidado que la liturgia está orientada hacia la mayor gloria de Dios y no está para una diversión y halaga.. Veo con dolor cómo muchos seglares llegan muchas veces tarde a la Misa y la siguen con desgana. Había que pedir no sólo puntualidad a este gran misterio de Amor de Xto. Tenemos que prepararnos bien, en silencio, unos minutos antes de cada Misa. Y, claro, no salir a tropel como veo. Necesitamos también unos minutos de acción de gracias después de la bendición. Y observo finalmente una preocupante olvido de la fe en la presencia real de Xto nuestro Señor no sólo en la Misa, sino en los sagrarios. Y nadie hace nada. La genta entra en la Iglesia y no se arrodilla ante el Señor, realmente presente, en cuerpo, sangre, alma y divinidad. Durante las palabras de la consagración, se ha impuesto la moda de permanecer de pie. Y ya no digamos durante el momento de la comunión. Se incumplen las normas de la Santa Sede sobre el rito de la paz. Abundan los besos y hasta los abrazos en el momento precioso en el que sacerdote se dirige al Sagrario y lo abre. Olvidamos así que es Cristo mismo el que nos une, y no ese rito de darse la paz. Sobre la comunión. Se impone por parte de los sacerdotes comulgar de pie y en la mano, olvidando que la ley de la iglesia obliga a recibir a Señor de rodillas y en la boca. En la diócesis de Oruro se ha vuelto a esta misma ley universal para evitar los abusos. He observado que han desterrado totalmente los comulgatorios y el uso de la patena. Se visibiliza así una manera protestante en nuestras iglesias. He visto con dolor cómo a veces caen partículas de la Sagrada Hostia y el Señor está ahí igualmente presente por muy pequeñas que éstas sean. Y ya no cuento el barullo que se monta con el ministro del altar y las ministras extraordinarias. Sufro como otros seglares por tantas misas creativas. Permanezco de rodillas, ofreciendo a Dios todopoderoso mi profundo dolor por estas modas contrarias a la fe católica. Llegará un día en el que no pueda más y pronunciaré en alta voz el credo que aprendí de pequeño. Credo in unum Deum, Pater omnipotente...
01/06/17 12:20 AM

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