Lo que de verdad nos agota a los curas

"Lo triste es que al final, lo que se dice al final, lo que te acaba agotando, son justo las cosas más intrascendentes pero que para tus feligreses parece ser lo que de verdad importa".

Completamente de acuerdo; si supiera las luchas que me traigo con el famoso PDE; por favor, como vamos a ser una Iglesia en salida si da pena la fe, el compromiso y los conocimientos de la gente; eso sí, opinar y mangonear en todo; sin saber ni por donde sale el sol ni hacer la 'o' con un canuto, pero bien que opinan y mangonean. No se enteran de nada pero siguen con sus opiniones; y quizá para arreglar la Iglesia padre Jorge, lo que hace falta es un grupo de Liturgia que lleve Puri, y nosotros empecinados en el error logrando por nuestra culpa que estemos en descomposición.

Saludos cordiales

Todo el comentario es lo habitual, sin descuidar a la feligresas muy mayores que sacan defectos de todo.

Que todo lo que se dice es cierto.

Quizás para dentro de un siglo haya sacristanes y voluntarios suficientes que se puedan dedicar a estos pequeños detalles, y dejar para los curas y los diáconos las grandes cuestiones auténticamente pastorales, doctrinales y litúrgicas.

Lo que parece milagroso es que nadie se queje de la habitual superficialidad de las homilías, ni de la grosera vulgaridad de la liturgia posconciliar que, -con la influencia del argentino de por medio, como se dejó claro con el ostensorio de Fátima-, puede alcanzar cotas que nunca habíamos imaginado. En fin, que Dios nos perdone a todos.

Padre, permitame que le aconseje paciencia, pues estamos en el mundo, o en el mundanal ruido, y es que a los Sacerdotes parece que les llaman cuando truena, o lo que es lo mismo que se acuerdan de ellos en ese momento. Hasta los que alardean de malos, y con descaro llaman al cura para la Misa cuando se han muerto con sus mentiras o malos ejemplos. ¡¡ Pero lo que deberia molestarle es como es, que mucha gente va a comulgar al SEÑOR sin haberse confesado previamente, lo que les puede llevar a la condenación eterna a esos fieles pasotas de todo ( el maligno es muy habil ¡¡); y es que el relativismo va inundando este mundo. Y me habla de que le molesta cuando esta haciendo la comida, cuando lo normal seria que lo rifaran para fuera a comer a casa de cada fiel, y fuera una fiesta invitar al Pastor de su Iglesia, y es una pena, porque salvo excepciones no se suele cumplir, y a pesar que los Sacerdotes también son seres humanos.

Tiene gracia, Jorge....Lo que me parece más gracioso es :"◾Pasarte, tras una boda, media hora barriendo arroz".
Si te falta el humor.....¡¡¡ No ganas para disgustos!!...

Se podría hacer lo mismo pero de las cosas que molestan a los feligreses de los curas.
Se resume rápido: "Eso el lo que hay y aquí quien mando soy yo" ( a la hora de recaudar dinero para la parroquia es de todos pero luego....)
Y si hablamos de las hermandades, apaga y vámonos: son iglesia para la limpieza, para colaborar con cáritas, para pagar las misas mensuales de hermandad, para colaborar con todos los actos de la parroquia, para el regalo al seminarista o al diacono que se va....pero a la hora de sus cultos y procesión todo es un problema (montaje de altares, montaje del paso, horario de cultos, repertorio del coro, incienso en la función, toque de campanas. Y el cura si puede llamarte a ti por ser miembro de una cofradía a la hora que quiera, tú a él nooo que le moleta tal y como cuenta este articulillo.

Tengo muchos años en Parroquias ayudando como laico en las cosas del mantenimiento diario, un bombillo que se funde, un banco que se rompe, un baño que tiene una fuga de agua, las velas, las formas, etc. (para eso hay tres condiciones: la cercanía con el Pastor, hacerlo en silencio y hacerse cargo de los costos). Esa presencia física en el templo en la práctica resulta en que las personas supongan que uno tiene autoridad para cambiar las cosas y en función de eso nos dan una serie interminable de opiniones, cuando no de órdenes que recibimos y comentarios de todo tipo. Hay que cambiar esto, aquello y lo de más allá.......................Ante esta situación que se produce siempre y en toda clase y jerarquía de templos desde capillas a Basílicas, siempre le pasan la pelota al Párroco para que asuma una posición de Arbitraje. En mi parecer, experiencia práctica y con todo respeto, hay que evitar al Párroco esa función que le es ajena y que generará resentimientos ajenos a lo pastoral. Lo que nos ha dado resultado -casi siempre- es pedirle a los "proponentes de lo que hay que hacer" que consigan un presupuesto y que pongan el dinero para cada "originalidad". El resultado ha sido casi siempre mágico, cada de estupor, de yo no fui, que lo pague la Iglesia, pero del pan y el salame nada de nada.

Completamente de acuerdo con el último comentario. Los curas siguen muy poco el ejemplo de Jesus, o nada, solo son amables para su interés. La mayoría, no todos claro está.

Muchas gracias Don Jorge por sincerarse, lo menos que puedo hacer es evitar molestar al sacerdote y con este comentario me da pistas, algunas pistas.

Es cierto D. Jorge, la feligresía coincide que es nacional, y como española es muy criticona.

Es como el cuento del padre, el hijo y el burro... si lo montaban, criticados, si lo llevaban a hombros, criticados...

Sin duda el retroceso en la educación de la calle también afecta. ¿ El cura ? Uno más. ¿ Llamarlo de Don ? Quiá, si sólo es el camarada cura... uno más.

Lo que tiene que pasar un sacerdote hoy en día... recuerdo una peli... en Irlanda... una parroquia se las hacía pasar canutas a su sacerdote. Él, un valiente servidor del Señor.

"Si me falta el humor, no me sirve de nada,
si me falta el humor, nada soy,
lara-la-raaa lara-la-ralaraaa.
Si me falta el humor..."
(Con el estribillo de la canción " Sin amor, no me sirve la fe"). Vamos que seríamos "pepinillos en vinagre" ¡Aunque los hay muy ricos con sabor a anchoas! No sé si los sabe quien tanto los nombra; yo desde luego no le voy a enviar un bote. Prefiero guardarlo para un día que coincidamos de paso con Don Jorge G. Guadalix. No nos confundamos de Jorge.
*El dolor que sentimos es tan grande por la situación eclesial, y el entorno de los Amores de Leticia, que como mecanismo saludable de la psique, nos sale a borbotón espontáneo el humor. Gracias a Dios.

Clavado. No podría ser más exacto. Hecho en falta lo de... falta una tanda de catequesis a la tarde del sábado (y cortita,¿eh?) porque mi niño juega al fútbol las mañanas de domingo... Un sacerdote bregado ya pasa de todo .

Jajajajajajajajaja ¡Genial, Pater! Solo le ha faltado junto a Paquito el chocolatero, las beatas cantoras de (el juicio) de Nüremberg que o bien se atrasan o se adelantan a la música y chillan para que se las oiga; sin duda no conocen lo que es un coro o bien tienen vocación frustrada de "primma donna", Y además, desafinan.

Y si encima le echan la Amoris y el discernimiento, ni te cuento. ¡ Pues en la iglesia de al lado ya me dieron la absolución y la comunión !

De todo habemus en la vida del Señor...también sacerdotes con caras de vinagre y muy mala leche...de esos conozco algunos.

Mi consejo es revisar la ortografía, en concreto alguna interjección, y recordar que esos feligreses son la única razón de su ministerio pastoral (que no tiene hora)...o cree usted que a los feligreses no le agotan también las manías del párroco?

Esa es la realidad y aun te quedas corto. Y es que los humanos somos muy complicados, está demostrado. Porque no todos pensamos igual. Ni tenemos los mismos gustos, lo que para unos está muy bien, para otros viceversa. Porque tenemos piquillas entre nosotros. Porque hay celos y no soportamos que otros sean mejores que nosotros y en consecuencia más apreciados. Y así sucesivamente, es el pan de cada día. A mi me encanta el olor de los liliun, pero se de muchos que no lo soportan y hasta se ponen malos. En cuanto al tema del arroz, me parece muy lógico EXIGIR, que quien lo tira lo recoja ( a mi ya me tocó en una boda de la cual era madrina y sin falta de que nadie me lo indicara) Si tenemos tanto salero para hacer que llueva el arroz y otros elementos, tenemos que tener el mismo para dejar todo mínimamente como lo encontramos. Y al término de la ceremonia, sin más dilación. La otra solución está en incluir en la factura de la boda el dinero correspondiente por dicha limpieza, en mi parroquia se hace y me parece muy justo. Y si nos metemos con el tema de las fotos, apaga y vámonos, en nuestro egoísmo nunca pensamos en otras ceremonias posteriores o en la persona que tenemos en espera para poder cerrar la Iglesia... La verdad es que los curas no se de donde sacáis la paciencia para aguantarnos, cada uno tenemos ideas distintas al resto. Y luego decimos que los curas son muy raros...porque no nos paramos a pensar en todo lo que hacemos nosotros.

El Misterio de la Santísima Trinidad; es el jeroglífico de la sección de pasatiempos del ABC comparado con el misterio de que Dios quiera infinitamente a unos calzonazos ridículos como nosotros.
Apostasía generalizada, falsificación de la Palabra de Dios, prostitución de la Sagrada Liturgia, herejías fomentadas por Cardenales, exterminio de nuestros hermanos católicos en Asia y África... "No pasa nada" según su frase que ya es un leitmotiv entre sus seguidores.
Lo que verdaderamente nos inquieta y suscita entre nosotros un punto de combatividad, es qué manto ponemos a la imagen de la Virgen, por qué esa señora tiene reservado el primer banco y que el cura no ha puesto mi ofrenda floral encima del altar citándome.
Uufffffffff!

Mi primer apellido es Haddock. El segundo Boanerges.

A lo largo de mi vida he conocido muchos curas de diferentes "pelajes", tendencias, formas y carácteres. En todos he visto buena voluntad, ganas de hacer el bien, que las cosas funcionen mínimamente bien; pero también he observado (no siempre) que hay una cara externa hacia la gente a la que se deben; y luego, lo que realmente llevan dentro.
Con algunos he llegado a trabar cierta amistad y cuando te hablan con el corazón en la mano descubres muchas cosas que no se te podían ocurrir; críticas amargas, desaliento pastoral, desencanto por el ministerio, aunque permanezcan el el por fidelidad.

Y es que una cosa es la formación de los años del seminario (donde, por cierto, no se tratan de muchas cosas que habría que tratar), años de ilusión e idealismo, y otra la vida real de lo que es el ministerio, la religiosidad de la gente, que no coincide con la Teología que se enseña, y muchas cosas que hacen que se caigan "los palos del sombrajo". Algunos han perseverado y otros han tirado la toalla (aunque sigan en el sacerdocio).

D. Jorge ¡con estos bueyes hay que arar!. La Iglesia no es "selectiva" incluso quiere que los malos nos arrepintamos y como pecadores, limpiemos nuestros pecados, aunque seamos reincidentes y en el momento muy compungidos nos arrepintamos , pero que después del confesionario y antes de salir del templo, nos fijemos en las flores de plástico tan feas que alguna beata le ha puesto a San Paramí y las critiquemos después al cura.
Se ha apuntado una estupenda solución para los "Debería hacerse esto, o aquello", o los "Hay que...": ¡¡HAZLO!!. Muchas veces en disculpa de lo anterior, no se sabe si al sr. cura le puede molestar o quizá se deben hacer las cosas con su consentimiento, pues de todo hay. Lo mejor en estos casos, preguntar cuando se van a hacer las cosas por los seglares, pero tener la voluntad de hacerlo y la humildad de seguir, si ello se da, la directiva correctora del sacerdote, que por ello también se le da un sentido al término "Padre", que a veces nos hace ver algo que desde nuestra perspectiva no vemos, pues somos Iglesia todos, pero no nosotros en exclusiva. Eso de ser "miembros del cuadro de honor" aquí no vale, pues funciona de otra manera; "El que quiera ser el primero, que sea el último". La figura del sacristán que va desapareciendo, tenía sus pros y sus contras, Se sustituye por el voluntario que a veces, sin comérselo ni bebérselo, se ve "sobrexplotado" y saturado , porque es el que está ahí siempre, sin que tan siquiera se le "pague" con un simple, maravilloso y alentador ¡GRACIAS!.
D. Jorge, un tema que quizá pudiera servirle en alguna de sus columnas, y de rebote servirnos a todos, que humildemente le sugiero, es el de las tres o cuatro palabras mágicas: ¡Perdón!, ¡Por favor! y la antes manifestada: ¡Gracias!.
Intento predicar en este sentido: ¡Gracias D. Jorge! .

Hasta yo he entendido al padre Jorge, Ha dejado clarísimo que no le cansan las mil y una tareas propias de su condición de sacerdote y párroco. Se ha limitado a hacer un listado de cosas que cualquier mente medianamente apañada entiende que son tonterias que agotan a cualquiera.
Pero, claro, siempre hay un par de listísimos que retuercen lo que haga falta para dejar en evidencia su altura, perdón, bajura, moral. (la del padre Jorge no, la de ellos, que hay que explicarles todo)

Don Jorge: le mando una fórmula que a veces sirve en el matrimonio y seguro que es practicable en su ministerio.
Esta es:::AGUANTAMIENTO, en amplia dosis suprime el agotamiento.
Saludos de J.L.M.

Una de las peores cosas que le puede ocurrir a una persona es no ser consciente de dónde está. No me refiero a una mera (y grave) desorientación espacial, sino a que uno se conduzca en función de sus intereses sin tener en cuenta el entorno. Echo de menos la época que viví en mi infancia (nací en España en 1963) en la que cualquier persona, con independencia de su cultura o su nivel académico, sabía comportarse en función de su entorno. Esto se traducía en todo: actitudes, conversaciones, vestimenta... No era lo mismo ir a un teatro que ir al fútbol, ni ir a la playa que ir a cenar en un restaurante que no fuera un chiringuito. La gente sabía comportarse en función del lugar en donde se encontraba. Esto se ha perdido por completo. Para mal.

No recuerdo si fue en este blog o en otro en que comentaba esa homogeneización de toda realidad y todo ambiente al puro deseo personal de cada uno. Mi intervención iba en el sentido de subrayar la falta de disposición interior, psicológica, moral y espiritual de las personas para ponerse en sintonía o adecuarse al entorno. Y sólo puse como ejemplo más gráfico para que se entendiese (aunque era lo menos importante en mi argumentación) cómo esto se reflejaba en la vestimenta. Así, aludí a la indumentaria que se suele ver en las iglesias en las épocas estivales. Quiere creer D. Jorge que al día siguiente en mi parroquia (entonces yo iba a misa todos los días) me rodeó como nunca un carnaval de chanclas, pantalones piratas, bermudas, camisetas de tirantes donde yo me solía sentar. Y de todas las edades, y muy en especial, los que salían a leer, los que ejercían de monaguillo, ya fueran señores jubilados, púberes o mediopensionistas; todos ellos pertenecientes a las "fuerzas vivas" (más muertas que mi tatarabuelo) de la parroquia. Incluso hubo uno, de los escasísimos que suelen ir trajeados, que se colocó unos bermudas inauditos, inauditos por lo ridículo y por lo inusual (era ya un señor de cierta edad). Por supuesto, los sacerdotes aplaudiendo con las orejas esa rebelión de las canillas y los sobacos al aire. En misas he visto tangas, sujetadores, escotes de todos los tipos, minifaldas, etc. La gente, ¡los que practican!, acuden a misa como quien acude al mercadillo del pueblo (y perdón por la gente del mercadillo que salen ofendidos con esta comparación). Así, con la misma mentalidad egoísta y roma adornan un altar, ponen unas flores, o cualquier otra actividad.

¿Qué hacemos con gente así? ¿Qué hacemos con esa espiritualidad de la comodidad y del egoísmo porque "yo lo valgo"? Aguantar, supongo. Pero servidor se aleja. Cuando me acerco a un templo espero otra cosa, qué menos que otro ambiente. Y si encima el sacerdote más parece un camarero dicharachero que cuenta sus chascarrillos a su clientela, el ambiente no se aleja mucho de aquello que sufriera Jesús en el templo de Jerusalén cuando echó a correazos a los mercaderes. Para oír y sentir el ambiente de un bar vulgar, me voy a un bar vulgar, pero a un templo no voy a que me griten en la oreja: "¡¡Una de calamares!!", entre chanclas, bermudas y tangas.

Mañana domingo veremos lo que me espera, y más con "la caló" que ya va haciendo. ...Bueno, una hora a la semana se puede aguantar...

Totalmente de acuerdo con Doiraje. Nada que añadir.

Silvia
Les aconsejo la lectura "Diario de un cura rural" Bernanos
No es la lucha entre el Bien y el mal,sino de la fe y el tedio.

D. Jorge:

Se le ha olvido incluir en su lista de cosas cargantes a Antonio1.

Me extrañaba que este post lo comprendan y acepten quienes no sufren eso como curas. No esperaba que lo comprendieran. A Jesús le pasaba lo mismo. Predicando de la Salvación y los apóstoles preguntando sobre el puesto a derecha o Izquierda o la restauración de Israel. Tuve una boda y en aquella ocasion habia obras en el atrio exterior a la parroquia. !El escándalo que me montó el novio por telefono¡. Imagino que porque la foto en el exterior de la Iglesia no podria hacerse a su gusto.¿ La gracia del sacramento para ese novio? Ni con cursillo sabía qué era eso....

¡Qué Gran Razón tiene, Gran Padre Jorge! ¡Cuántas Beatas y Beatos que tienen a la Iglesia por un Lugar de ostentación y Capricho donde no les está vedado Nada, ahí desahogan todas sus Frustraciones! ¡Como en el Fútbol! Ja, Ja, Ja ¡Un Cura es ¡Ay! un Arbitro! Ja, Ja, Ja ¡Y mi más rotunda confirmación y apoyo a la pesadilla de los Críos ¡hoy tan malcriados, por Cierto! En definitiva, ya se ve en la fiesta, que no celebración, pagana de la 1ª Comunión ¡1ª y última! En fin. Nada más.

Esta mañana, el Papa dijo algo muy interesante. Casi sirve de respuesta a "algunos" vecinos de Friol “Todos los pastores debemos despedirnos -constató-. Llega un momento donde el Señor nos dice: ve a otro lugar, ve allá, ven aquí, ven conmigo. Y uno de los pasos que debe hacer un pastor es también prepararse para despedirse bien, no despedirse a mitad. El pastor que no aprende a despedirse es porque tiene algún vínculo no bueno con el rebaño, un vínculo que no está purificado por la Cruz de Jesús”.