Iglesia y sociedad. ¿Quién se separa de quién?

Así que el problema, dicen, es que la Iglesia se ha separado de la sociedad, que hemos perdido el tren y que lo que tenemos que hacer es aceptar que las cosas han cambiado.

Estoy completamente de acuerdo en que las cosas han cambiado. Siendo yo niño, cuando un hombre y una mujer se querían, pues se casaban, tenían hijos salvo rara excepción, y vivían juntos hasta que la muerte los separaba. Quizá yo era un ingenuo, pero no recuerdo que hubiera abortos, o al menos que nadie se vanagloriase de tal barbaridad. No voy a negar la existencia de homosexuales, pero pocos y bastante discretos. Tampoco recuerdo que los banqueros o grandes empresarios vivieran con el derroche y el lujo que hoy encuentro. Si alguna o alguno eran de sexo desbocado y con afición al cambio de pareja, desde luego eso no se exhibía por las ferias. Y en cuanto a la religiosidad el que practicaba bien, y el que no, pues nada, que no me vengan ahora con que si al que no practicaba bla, bla, bla… Desde luego si un pobre aparecía por casa jamás marchaba con las manos vacías. Era otra vida.

Por supuesto que las cosas han cambiado. Frente al matrimonio de toda la vida, lo de vivir juntos. Niños, pocos o ninguno. Nosotras parimos, nosotras decidimos, y si el niño viene mal, mejor abortar que no que sufra. Gays como setas… ¿de verdad hay tantos? El derroche y el lujo de forma insultante. ¿Hablamos de corrupción? Da grima ver cómo la gente se vanagloria de sus peores infidelidades y encima cobran por contarlo. Y lo de la fe… pues eso, bautizos, comuniones y primeras bodas, y su acaso alguna hermandad. Sí, ha cambiado. ¿Estamos mejor, esto es un avance?

La Iglesia tiene la puñetera manía de recordar los mandamientos y la doctrina recibida desde hace veinte siglos. Comprendo que son ganas de incordiar eso de no matarás, no robarás, no cometerás adulterio, honra a tu padre y a tu madre. Ganas de fastidiar.

¿Qué la gente se junta sin necesidad de matrimonio? Pues nada, a decir que no pasa nada. ¿Que el sexo es el nuevo Dios? Pues sin problemas. ¿Qué hay aborto? Seamos comprensivos. ¿Matrimonios rotos, recompuestos y vueltos a romper? Hay que aceptar los nuevos tiempos. ¿Qué la corrupción se ha instaurado en nuestra tierra? Bah, todos lo hacen y más roba el estado.

Pues nada, ahí tienen a la Iglesia empeñada en ir contra corriente como constante histórica desde el imperio romano. ¿Qué trabajo le habría costado dejar que la gente ofreciese incienso a los emperadores y vivera de orgía en orgía? Empeñada en que no, en que había que vivir según los mandamientos, y con tal fanatismo que hala, hasta dejarse la vida en el circo. La Iglesia siempre fue un nido de fundamentalistas e intolerantes.

Otra vez que si la Iglesia se ha separado de la sociedad. No, no es así. Es la sociedad la que se aparta de los mandamientos, de la palabra del Señor, de lo que ha recibido durante veinte siglos. Pobre sociedad que prefiere optar por la promiscuidad en lugar de por construir una familia, por el derroche y la corrupción en vez de por la decencia, por la cultura de la muerte y el desprecio más que por apoyar, defender y cuidar la vida. Sociedad sin más horizonte que comamos y bebamos que mañana moriremos. No. La Iglesia no se ha separado. Es la sociedad, una gran parte de ella, la que ha decidido vivir al margen de Dios porque le es mucho más cómodo. Libres somos para tomar cualquier camino. Pero lo que no puede caber en una cabeza normal es que encima la Iglesia diga que ese camino de perdición es tan válido como el que emprendieron los santos. Eso no. No podríamos vivir, ni mucho menos morir, con ese peso en la conciencia.

16 comentarios

  
Eduardo Jariod
Suscribo su artículo por completo. Solo una matización. Se separa la Iglesia en cuanto que son ellos los que mandan y los más numerosos. Es cierto que la Iglesia es fiel a sus principios, pero estos no son ya compartidos por el poder político y social.

En este sentido, no es malo que sea la Iglesia quien se separe de semejante compañía. Aunque la consecuencia sea una mayor marginación. Más vale solos que...
17/01/14 8:32 PM
  
Calígula
Fíjese don Jorge que la Iglesia, como hace Cristo con sus hijos, sigue a la sociedad, atiende a la sociedad, le dice la verdad a la sociedad, por mucho que ésta siga su camino. Jesús es el buen pastor que se preocupa por sus ovejas descarriadas. Pues la iglesia hace lo mismo con la sociedad, no deja que ésta, y nosotros, los cristianos, que vivimos en la sociedad y somos parte importante, nos perdamos por el camino del pecado. La Iglesia no sólo se preocupa por sus hijos, sino por los hijos de Dios, que somos todas las personas.
Creo don Jorge importante no sólo la doctrina de la Iglesia, que no es poca cosa, sino también el papel de los cristianos. ¿Tenemos hijos los cristianos? ¿Utilizamos anticonceptivos? ¿Vivimos con lujuria? ¿Somos trabajadores? Creo que el cristiano debe ser ejemplo de Cristo para la sociedad, dar testimonio a través de su vida, de sus acciones, por muy podrida y corrompida hasta el tuétano que la sociedad esté. Otra cosa es que los cristianos somos pecadores, y lo mundano de la sociedad nos afecta también. Pero usted a remarcado la diferencia: lo mundano para el cristiano es pecado (la querida, las drogas, el aborto, etcétera) y nos aleja de Dios, es totalmente incorrecto y debemos reconocer nuestro error; en cambio, el mundanal mundo, valga la redundancia, nos dice que no nos avergoncemos, que ser un golfo no sólo no está mal, sino que es motivo de "orgullo y satisfacción". Esa es la diferencia.
Don Jorge, es un placer leerle. No me pierdo ni uno de sus artículos. Gracias páter por su trabajo.
17/01/14 9:01 PM
  
DavidQ
Lleva usted razón en casi todo lo que dice, padre, pero también creo que en aquéllos tiempos no vería uno muchos cristianos lanzándose a las yugulares de otros cristianos por la postura para recibir la Eucaristía, el idioma que se habla o la vestimenta que se usa. Es cierto que la sociedad se ha apartado de la Iglesia, pero también la Iglesia se ha apartado de la gente por cuestiones banales.

No hablo de abortos ni homosexualidad, ni siquiera del más insignificante de los pecados veniales. Hablo de reclinatorios, lenguas versus manos, tiritas, celosías, pilas, jofainas, manteles, estatuas, campanas y campanillas, aranceles, coros, velas y crucifijos que si bien es cierto son importantes, pero no al punto de ridiculizar a una parroquia o a un grupo de fieles sólo porque el "ding-ding-a-ling" no suena en el momento preciso que el Missale Romanum indica o porque el Cristo está "viendo" en la dirección incorrecta.
17/01/14 9:08 PM
  
Emilio
Siendo niño, y con ocasión de las confesiones de Cuaresma, un día vino a casa de mis padres el cura párroco con un recado de alguien cuyo nombre no podía revelar (¿secreto de confesión?). El recado consistía en un fajo de billetes de uno que quería limpiar su conciencia: ¿se sigue practicando ese tipo de penitencia o ha quedado "démodée"? Quizá si se viviera con aquella mentalidad, se evitaban muchos de los errores (por ser suave) de la sociedad actual.
17/01/14 9:11 PM
  
Tibidabo
Estoy de acuerdo, la I.C, no se puede acomodar a la moral mayoritaria, si la Iglesia se casa con los nuevos tiempos, se queda viuda rápidamente. La sociedad avanza, pero todo a bien, en que sentido caminamos, se están imponiendo las doctrinas del totalitarismo, eugenesia, promiscuidad, hedonismo, culto a ídolos, infanticidio y otras aberraciones.
17/01/14 9:32 PM
  
Isabel
La sociedad que había en mi niñez es la misma que usted recuerda Padre.
El pecado existe desde que el hombre es hombre, pero no instaurado en la sociedad como hoy en día, en que como usted bien dice, se ha generalizado y ya no se le ve ni como pecado, sino como algo perfectamente natural, y a los que seguimos viendo pecado en lo que es pecado, se nos tacha de fundamentalistas, retrógrados, fascistas y no sé cuantas lindezas más.
Las separaciones efectivamente y salvo rarísimos casos, no se conocían. No por virtud de los esposos, sino porque no era aceptada públicamente.
Cuando yo era niña, y bastante después se ha dicho que el matrimonio es como un melón cerrado, que solamente cuando se prueba se sabe si es dulce o amargo. Y efectivamente es así, porque por regla general, los noviazgos de antes, eran noviazgos (tiempo de "conocerse") pongo conocerse entre comillas, porque hay personas que no se dan a conocer; como decimos en mi tierra, tienen dos caras como las lentejas, y muestran la que conviene según sus intereses. El caso es que en los noviazgos, generalmente, no se mantenían relaciones íntimas; la palabra sexo ha venido después. Me disgusta y hasta me asquea esa palabra, que no creo que sea ni española. Sólo después del matrimonio esas relaciones podían llegar a ser íntimas, sin que fuera pecado. Y por lo tanto lo normal es que se llegara virgen al matrimonio. Hoy en día, serán pocas las novias que decidan casarse por la Iglesia, y no digamos por otro tipo de enlaces, que lleguen vírgenes a la boda.
Pues a pesar de que se conocen, en el sentido extenso de la palabra, es raro el matrimonio que llega a cumplir cinco años. Se sabe que si no funciona, no se tiene ningún problema a la hora de buscar y encontrar otra pareja, y si no funciona a por la siguiente, y así. Y todo ello totalmente admitido en la sociedad, y como no, en la propia familia.
Antes, si una mujer se casaba enamorada, y comprobaba después que su marido era un psicópata, tenía que seguir con él hasta el fin de la vida. Tengo dos casos de mujeres en mi familia, casadas con dos psicópatas. Una era la hermana de mi abuelo paterno (el marido, ateo, murió en la guerra civil en el bando republicano), a poco, murió ella de tuberculosis con 36 años, dejando 6 hijos, el menor bebé, que se llevaron a un hospicio de Barcelona y del que la familia no tuvo noticias hasta que lo buscaron y pudieron dar con él, al cabo de muchos años, y gracias a Dios lo encontraron felizmente casado. Esta hermana de mi abuelo, la más pequeña después de mi abuelo y su hermana favorita, porque eran los más pequeños de cinco hermanos, y que según todas las personas que la conocieron, era bellísima por fuera y por dentro, sufrió continuos malos tratos, físicos y psicológicos, por parte de su esposo, y una vida llena de privaciones, tanto para ella como para sus hijos, que también fueron maltratados por su padre.
La otra mujer maltratada por su marido, fue la única hermana de mi padre. El marido era alcohólico, y la bebida lo ponía violento. Llegó a dejar a mi tía por muerta al cortarle el cuello con una navaja barbera, y fue a entregarse a la guardia civil, por haber matado a su mujer, entre gritos y llantos, pues según me contaron mis padres, decía que "había matado a su mujer siendo tan buena". En el pueblo fue una auténtica conmoción. A él lo metieron preso y mi abuelo paterno fue a ponerle una denuncia, y mi tía en cuanto se recuperó, le quitó la denuncia a su marido y volvió con él.
Al poco tiempo él murió de una peritonitis a los 32 años.
Todo lo contrario fueron mis abuelos, tanto el paterno como el materno. Quisieron siempre a sus mujeres de forma extrema. Todo lo que yo pudiera contar aquí es poco.

Como vemos, las cosas han pasado de un extremo (vivir con un psicópata), a separarse por cualquier fruslería, o simplemente porque como se dice ahora (se les acabó el amor).

En cuanto a la homosexualidad, es tal y como usted lo ha dicho. En una sociedad depravada como la que vivimos, da igual el tipo de relación que se tenga y con quien se tenga. El concepto de pecado ha desaparecido por completo. Y es muy fácil corromper a las personas cuando todavía no están formadas a nivel moral y psicológico. Y mucho más fácil si esa persona no ha sido formada en un ambiente cristiano, como pasa en la mayor parte de las familias hoy en día.

Según yo lo veo, la sociedad (salvo que haya un cataclismo), irá por un lado y la Religión quedará para una minoría de personas que se tendrán que constituir en comunidades, como al principio del cristianismo, para no verse contaminadas del ambiente pagano o ateo del resto de la sociedad.
17/01/14 10:06 PM
  
Geni
De todas formas nada nuevo. Leyendo la biblia vemos que la fidelidad del hombre con Dios siempre cojea . Nada nuevo. El hombre fabrica sus dioses y volvían a los Baales . Suerte que Dios es Padre y que la Iglesia es Madre. Por eso siempre dejan la puerta abierta para volver al camino. Cuando nos vemos muy asfisiafos algunos se dan cuenta se convierten - pero hay que "quemar" los Baales. Cada momento que el hombre se vuelve contra Dios es muy triste y como cada individuo es único y vive en carne viva ese descarte de "su tiempo". Se sufre por las barbaries porque Dios es misericordioso y Justo. Hablamos de la sociedad, pero habría que hablar del Hombre. Leamos lo que Dios ha escrito en nuestra conciencia y libremente seamos coherentes. No vayamos de listos que todo existía ya (nada es nuevo).
17/01/14 10:45 PM
  
JAHC
Mi estimado DavidQ, ¿sabe usted por qué antes no se criticaban "posturas", campanillazos", "jofainas" y demás cosas que usted señala? Seguro que sí lo sabe. Hace 50 años, las celebraciones litúrgicas, especialmente la Misa, eran exactamente iguales en todo el orbe católico. Usted poodía ir a Misa en su país o la Conchinchina o en la Polinesia que era exactamente igual que en Roma, y en todo el Orbe católico en latín (idiona oficial de la Iglesia Católia)y la Misa se seguía y se participaba perfectamente con la ayuda del Misal; y no había en la faz de la tierra un cura al que se le ocurriera salirsede las rúbricas... No seré yo quien critique el Concilio vaticano II, ni la Refoma Litúrgica, ni otras muchas cosas... pero sí hecho en falta que alguien ponga de una puñetera vez los puntos sobre las ies, toda estadesfachatez en inventos y demás zarandajas progres, han colaborado muy eficazmente a desprestigiar la Iglesia y que su voz no sea tenida en cuenta en esta sociedad descritianizada.
17/01/14 11:41 PM
  
DavidQ
Mi estimado JAHC:

Usted ha demostrado exactamente mi punto. Gracias.
18/01/14 1:27 AM
  
jose de maria
Magnifico articulo, gracias. lo estoy reenviando.
18/01/14 3:51 AM
  
jorge
Estimado Padre

Dos cosas.

La primera, no es lo mismo sociedad que el Estado. La sociedad es simplemente un colección de personas con al menos un detalle en común. El Estado en cambio es la Nación organizada sobre su territorio y reconocida por otros Estados.

Por ejemplo la Unión Europea es una sociedad; pero España la supera, pues más que una sociedad, es un Estado. De igual modo, los Estados Unidos de América son un Estado y no una mera sociedad como la Unión Europea, las Naciones Unidas, o la Organización de los Estados Americanos, ejemplo de simples sociedades.

El problema es que estas sociedades creen tener autoridad sobre los Estados, y allí comienzan los problemas.

Por ejemplo, si un Estado a través de sus órganos e instituciones defiende la Vida, aquellas sociedades que defienden el aborto condenan a dicho Estado, lo marginan y hacen presión sobre él a fin de doblegarlo, hasta que cede, como España vs la Unión Europea. También existe presión de la ONU sobre muchos Estados pequeños para permitir atrocidades como el aborto y la anticoncepción.

Eso no significa que el Estado sea intrinsecamente bueno, pero al menos si es corruptible, en particular cuando está en las manos de poderosas sociedades.

Lo segundo, que quien separó con total claridad y de manera firme y justa el Estado, de Dios fue el propio Jesucristo. Al César lo que es del César, a Dios lo que es de Dios nos dijo.




18/01/14 4:28 AM
  
AntonioFM
La verdad es que hay mucha cizaña entre el trigo, pero lo bueno es que el triunfo es nuestro, o mejor de Cristo, y por tanto hay que ser optimista, luchar y no rendirse por anticipado ( lo que es muy cómodo). Como dice mi confesor "¡seamos tú y yo buenos y así habrá dos pillos menos!"
18/01/14 8:52 AM
  
Isabel
Estoy en total acuerdo con el comentario de JAHC. Alguien tendría que poner de una vez, los puntos sobre las íes, y acabar con todas las divisiones que se están produciendo dentro de la Iglesia, muy alentadas desde todos o casi todos los medios de comunicación, con el fin de dividirla. Como dice el proverbio "Divide y vencerás".
18/01/14 11:25 AM
  
Gonzalo
No sé de qué se extraña, padre. Hace 50 años un Papa tuvo el valor de inaugurar un concilio diciendo que "los hombres, aun por sí solos, están propensos a condenarlos, singularmente aquellas costumbres de vida que desprecian a Dios y a su ley, la excesiva confianza en los progresos de la técnica, el bienestar fundado exclusivamente sobre las comodidades de la vida. Cada día se convencen más de que la dignidad de la persona humana, así como su perfección y las consiguientes obligaciones, es asunto de suma importancia. Lo que mayor importancia tiene es la experiencia, que les ha enseñado cómo la violencia causada a otros, el poder de las armas y el predominio político de nada sirven para una feliz solución de los graves problemas que les afligen"

Ese papa arremetió contra las personas que "no ven en los tiempos modernos sino prevaricación y ruina; van diciendo que nuestra época, comparada con las pasadas, ha ido empeorando; y se comportan como si nada hubieran aprendido de la historia, que sigue siendo maestra de la vida".

Y añadió:
"Nos parece justo disentir de tales profetas de calamidades, avezados a anunciar siempre infaustos acontecimientos, como si el fin de los tiempos estuviese inminente. En el presente momento histórico, la Providencia nos está llevando a un nuevo orden de relaciones humanas que, por obra misma de los hombres pero más aún por encima de sus mismas intenciones, se encaminan al cumplimiento de planes superiores e inesperados"

Gran perspicacia profética la de ese Papa. Medio siglo después se ha cumplido todo lo que dijo, ¿verdad que sí?
18/01/14 11:26 AM
  
Xaberri
No se me había ocurrido lo del Misal. Podían tenerlo en los Templos y al acabar la Misa devolverlo. El latín creo que sería una excelente medida de cohesión. Por cierto la Misa de Juan XXIII (yo tenía tres años) la leo y es majestuosa ( .."me acercaré al Altar de Dios... al Dios que alegra mi juventud...."). Recortar esas cosas no se qué beneficio acarreó.. Por cierto -es una duda que si alguien me la respondiera le agradecería- podría decirse la Misa antigua directamente traducida al español? Creo que sería maravillosa. Dejo aparte todo erl tema de ornamentos, manípulos y esas cosas, que yo no las veo tan protagonistas como el mismo texto de la Misa.
Bueno, todo ésto para decir que me ha gustado la intervención de JAHC, tan llena de buen sentido, euskalduna zarala suposatzen dot, Gure Aita Santua Francisco komentario batean aipatu dozulako, eta ain ondo, aidetsu eta amultsu hartu nauzula zure komentarioetan. Eskerrik asko.

(supongo que eres vasco por que te has referido en este idioma al papa en algún comentario en los que tan gentilmente te has referido a mi)
18/01/14 1:18 PM
  
Charo
Xaberri, los misales de antes del concilio estaban escritos a la vez en español y en latín, cosa que estaba muy bien. Te enterabas de lo que decías y además acababas aprendiéndolo también en latín, que es una lengua maravillosa.
20/01/14 12:36 PM

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