Quien está familiarizado con Twitter pudo advertir un hecho que pudo haber pasado como anecdótico la noche europea del jueves 20 de enero, tarde americana del mismo día, de no ser por los hechos asociados al nombre del personaje viral. Benedicto XVI era «trending topic» y muchos estaban hablando de él.
En efecto, a los cientos de perfiles verificados de prensa de diferentes idiomas se sumaban los habituales «deportistas amateur» del ocioso oficio del opinionismo. Alimentados por los encabezados de multitud de periódicos, se vinculaba nuevamente -sin matices de por medio- a Benedicto XVI con el reprobable tema de los abusos.
Hechos: un informe en la diócesis donde Benedicto XVI fue arzobispo
La mañana del jueves 20 de enero de 2022, el bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl dio a conocer el informe «Abuso sexual de menores y adultos bajo tutela por parte de clérigos y empleados a tiempo completo en la archidiócesis de Múnich y Freising entre 1945 y 2019». Se trata de un reporte independiente sobre abusos sexuales a menores por parte de miembros de la diócesis alemana de Munich-Frisinga. Este informe fue preparado por solicitud de la misma diócesis, quien lo encargó en febrero de 2020. Tras casi un año de trabajo, al fin vio la luz.
Sin embargo, no era la primera vez que se encargaba un informe de este tipo. Ya en 2010 la misma diócesis de Munich-Frisinga fue la primera en Alemania en presentar un informe independiente sobre el mismo argumento. Este segundo informe está compuesto por más de 1,600 páginas en lengua alemana.
El informe «Abuso sexual de menores y adultos bajo tutela por parte de clérigos y empleados a tiempo completo en la archidiócesis de Múnich y Freising entre 1945 y 2019» reporta, para un periodo de tiempo que comprende poco más de 70 años (de 1945 a 2019), los siguientes datos:
- 497 personas abusadas
- 247 son varones
- 182 son mujeres
- El 60% de las personas tenían entre 8 y 14 años cuando sufrieron el abuso
- 235 personas fueron las abusadoras
- 173 son sacerdotes, 9 diáconos, 5 agentes de pastoral y 48 laicos del ámbito escolar
Considerando el periodo estudiado en el informe, el bufete de abogados examinó el papel de algunos de los diferentes arzobispos de Munich-Frisinga durante el ejercicio del respectivo episcopado:
- Michael von Faulhaber (1917-1952)
- Joseph Wendel (1952-1960)
- Julius Doepfner (1061-1976)
- Joseph Ratzinger (1977-1982)
- Friedrich Wetter (1983-2008)
- Reinhard Marx (2008-)
Joseph Ratzinger-Benedicto XVI mereció un «peculiar» trato por parte del bufete que se ocupó del informe: y es que los abogados no sólo examinaron su quehacer mientras fue arzobispo sino también sus años como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Y esto llama la atención por una razón muy sencilla: eso excede el campo para el que Westpfahl Spilker Wastl fue requerido: tanto porque el territorio de la diócesis de Munich-Frisinga no alcanza a Roma, como por el periodo de tiempo en que el entonces cardenal Ratzinger ya no residía en Alemania. No queda claro cómo fue que el bufete tomó esa decisión: si simplemente decidió extralimitarse en sus competencias o si alguien -y quién- le pidió hacerlo a propósito.
Es así que la Comisión que preparó el reporte lo dio a conocer la mañana del jueves 20 de enero en una conferencia de prensa de dos horas (puede verse en este enlace). La Comisión identifica cuatro casos de abusos que remiten al periodo del entonces arzobispo Joseph Ratzinger y de los cuales, según la misma Comisión, él tendría «alguna responsabilidad», aunque no dicen exactamente cuál. El caso más relevante es el de un sacerdote abusador de la diócesis de Essen, que después sería trasladado a Munich. Este caso ya era conocido desde 2010.
En artículo que publiqué en 2010 traté este caso (véase «El abuso de los abusos»). En síntesis se trata de lo siguiente: el 13 de marzo de 2010 el Süddeutsche Zeitung publicó una nota sobre la supuesta admisión en la arquidiócesis de Munich de un sacerdote –Peter Hullermann– acusado de abuso y procedente de la diócesis de Essen. Ya en Munich habría recibido un nuevo encargo pastoral. Todo esto habría ocurrido en 1980, cuando el arzobispo de esa sede arzobispal era el cardenal Joseph Ratzinger.
El mismo día la revista TIME reproducía la nota que luego, sucesivamente, daría la vuelta al mundo. El título que dio TIME fue «El Papa sabía que el sacerdote era pedófilo pero autorizó que continuara su ministerio». ¿Cuál era la realidad de los hechos? Efectivamente, el entonces arzobispo de Munich autorizó que Peter Hullermann residiera en el territorio diocesano pero en un convicto sacerdotal de la arquidiócesis y exclusivamente para recibir terapia. Tras el nombramiento, en noviembre de 1981, como prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe, Ratzinger renuncia a la sede de Munich y pasa a Roma en febrero de 1982. Durante el periodo de sede vacante (es decir, cuando aún no se nombra al suplente de Joseph Ratzinger para Munich), el vicario para la arquidiócesis, padre Gerhard Gruber, es quien decide dar licencia para que Hullermann ejerza el ministerio en una parroquia.
En 1985 se dan nuevas denuncias contra Hullermann (es decir, cuando Joseph Ratzinger ya no estaba en Munich) y se le retira del ministerio sacerdotal. En junio de 1986 es condenado por abusos de menores a 18 meses de cárcel en libertad condicional y a una multa de 4.000 marcos.
Otros detalles que no pasan desapercibidos
Martin Pusch, director del bufete de abogados responsable del informe, y quien presentó el resultado junto a la abogada Marion Westphal, acusó también al cardenal Marx (actual arzobispo en funciones) de «errores» de gestión por dos casos de abuso en 2008. Al sucesor del entonces cardenal Ratzinger, Friedrich Wetter, se le atribuyen 21 casos de mal manejo de abusos.
Hay un par de «detalles» de no poca relevancia en todo esto: el cardenal Marx, que fue el que encargó el informe independiente, no conoció el resultado completo sino el mismo día en que se hizo público. Supo más la prensa que recibió filtraciones en los días previos que el cardenal que pagó la elaboración del informe.
Una de esas «llamativas» y «coincidentes» filtraciones es la que recibió el periódico alemán Die Zeit el cual justamente un día antes, el miércoles 19 de enero, publicaba declaraciones del cineasta Christoph Röhl quien aseguraba tener pruebas de que dos sacerdotes originarios de Chile habían mostrado al cardenal Ratzinger, en Roma, un dossier con nombres de abusadores de la congregación de los Legionarios de Cristo. El secretario privado del Papa emérito, Mons. Georg Gänswein, declaró a Die Zeit a nombre de Benedicto XVI, desmintiendo la afirmación. Desde luego que sólo es una «coincidencia» entre la extralimitación del bufete que realiza el informe y un cineasta que sale de la nada a asegurar cosas de las que no tiene pruebas, sobre el periodo cuando Joseph Ratzinger ya no era arzobispo en Alemania y un día antes de la publicación del reporte íntegro.
Por lo demás, lo del cineasta Röhl ni siquiera es original: ya el jueves 7 de abril de 2010 un medio alemán, el semanario Stern, publicó una falsedad análoga según la cual, como cardenal prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger habría encubierto a Marcial Maciel, fundador de los legionarios de Cristo.
Prontamente, por aquel entonces, el portavoz de la Santa Sede hizo una declaración oficial afirmando: «Es paradójico –y para las personas informadas ridículo– atribuir al cardenal Ratzinger responsabilidades de cobertura o de encubrimiento de cualquier tipo. Todas las personas informadas saben que fue mérito del cardenal Ratzinger promover la investigación canónica sobre las acusaciones a propósito de Marcial Maciel, hasta llegar a establecer con certeza su culpabilidad». Maciel fue reducido a una vida de oración y penitencia, sin posibilidad de ejercer el ministerio públicamente, en 2006.
Declaraciones del cardenal Marx
Volviendo al informe, tras conocer los datos generales del reporte que él mismo encargó, el cardenal Marx declaró:
«Mi primer pensamiento hoy es para las personas afectadas por abuso sexual, que han experimentado la miseria y el sufrimiento de representantes de la iglesia, sacerdotes y otros empleados de la iglesia, en un grado alarmante. Estoy sorprendido y avergonzado.
Para mí, los encuentros con víctimas de abuso sexual supusieron un punto de inflexión. Han cambiado y sigues cambiando mi percepción de la Iglesia.
Como he dicho una y otra vez, como arzobispo de Munich-Frisinga, siento que comparto la responsabilidad de la iglesia como institución en las últimas décadas. Como arzobispo titular, pido disculpas en nombre de la arquidiócesis por el sufrimiento que se ha infligido a las personas en el área de la iglesia en las últimas décadas.
Sabemos desde hace años que el abuso sexual no se tomaba en serio en la iglesia, que los perpetradores a menudo no rendían cuentas debidamente, que los responsables hacían la vista gorda.
Precisamente por eso, desde el primer informe que encargamos en 2010, hemos encargado el informe presentado hoy al bufete de abogados WSW. Es un componente importante e indispensable para tratar los casos de abuso sexual en nuestra arquidiócesis y también para la iglesia en su conjunto. Mucho ha cambiado e implementado en la Arquidiócesis desde 2010, y estamos lejos de terminar. También discutiremos e implementaremos cambios adicionales basados en las recomendaciones del informe actual.
Precisamente porque es un informe tan completo, lo estamos tratando intensamente, lo leeremos cuidadosamente, lo analizaremos y pensaremos y asesoraremos sobre los resultados y futuras consecuencias. El Vicario General, Dr. Klingan Herrmann, y yo intercambiaremos información de inmediato con el Consejo Asesor para Personas Afectadas y la Comisión para una investigación independiente.
Tengo muchas esperanzas de que el próximo jueves podamos mostrar las primeras perspectivas y delinear el camino a seguir. Los líderes de la diócesis continuarán trabajando en estrecha colaboración. Recibimos el informe hoy y, por supuesto, seguí la conferencia de prensa. El Vicario General, la Jefa de Gabinete y yo ahora analizaremos el informe juntos. Actuamos juntos.
Ahora es el momento de retomar los impulsos proporcionados por el informe y dar más pasos hacia el futuro. La crisis de abuso es y seguirá siendo un profundo impacto para la iglesia, y lidiar con ella y seguir adelante incluye centrarse en las víctimas de abuso, lidiar con estructuras de poder y actitudes equivocadas. Pero se trata de más que eso, se trata de la renovación de la iglesia, se trata de lo que también estamos tratando de hacer e impulsar en el Camino Sinodal en Alemania. Porque este camino sinodal partía del estudio MHG y sus análisis. El tratamiento del abuso sexual no puede separarse del camino del cambio, la renovación y la reforma de la iglesia. Continuaremos trabajando en esto juntos.
Finalmente, me gustaría enfatizar una vez más que la perspectiva de los afectados es ahora el enfoque para nosotros en la Archidiócesis de Munich-Frisinga, también para dar pasos hacia el futuro».
Está previsto que el 27 de enero el cardenal Marx dé una rueda de prensa a las 11 de la mañana, hora local.
La respuesta del Papa emérito y la de la Santa Sede
Aunque el protagonismo del informe lo deberían tener las víctimas, la atención mediática se ha centrado en el Papa emérito. De hecho, sin citar en qué parte del informe dice lo que afirman, periódicos como La Tercera (Chile) aseguran que Benedicto XVI es acusado de que «no tomó ninguna medida» (cf. «Las graves acusaciones que complican al Papa emérito Benedicto XVI a sus 94 años», 20.01.2022). BBC en el artículo «Un informe acusa a Benedicto XVI de inacción en 4 casos de abuso sexual cuando era arzobispo de Múnich» (20.01.2022) basa todo el contenido en declaraciones tras la rueda de prensa pero no cita ninguna página concreta del informe completo en alemán. Tampoco la CNN refiere una sola página del informe en su artículo donde sólo elucubra sobre las consecuencias legales para el papa emérito (cf. «El papa Benedicto XVI supo de abusos de sacerdotes cuando dirigía la arquidiócesis de Munich, según investigadores», 20.01.2022). La AP llega a titular desproporcionadamente uno de sus despachos: «Culpan a Benedicto XVI de mal manejos de abusos en Alemania», como indicando que toda la culpa, de todos los abusos, en todo el país, los tiene él.
En la misma línea de no citar páginas concretas del informe van los titulares de Il Messagero (Italia), El País (España), El Mundo (España), El Universal (México), Clarín (Argentina), Univisión y Telemundo (USA).
Si queremos ser exactos y nos basamos en las fuentes, el informe se refiere a «faltas» con relación a Benedicto XVI en su periodo como arzobispo en Alemania. Pero el Papa no se ha quedado callado: de hecho el informe contiene al final una respuesta de 85 páginas que el mismo Joseph Ratzinger contestó (en este enlace se puede leer el original en alemán de la p. 1,818 en adelante). Es ahí donde él niega la comisión de algún delito: lo hace de forma amplia y estricta argumentando falta de conocimiento de los hechos y la falta de pertinencia bajo el derecho canónico y penal. No es cualquier bobada. Lamentablemente ningún medio de comunicación está concentrándose en esa respuesta. Puede ser porque son muchas páginas o por qué no saben alemán. Pereza o ignorancia. O las dos.
Papa emérito y Santa Sede contestan y el contraste de moderación
Una declaración del mismo jueves 20, día en que se dio a conocer el informe, la dio a nombre del Papa emérito su secretario privado: «Benedicto XVI no ha conocido el informe del bufete Westpfahl-Spilker-Wastl, que tiene más de mil páginas, hasta esta tarde. En los próximos días examinará el texto con la atención necesaria. El Papa emérito, como ya ha repetido varias veces durante los años de su pontificado, manifiesta su conmoción y vergüenza por los abusos a menores cometidos por clérigos, y expresa su cercanía personal y su oración por todas las víctimas, algunas de las cuales ha conocido con ocasión de sus viajes apostólicos».
Por su parte, a nombre de la Santa Sede, el director de la Oficina de Prensa, Matteo Bruni, declaró: «La Santa Sede cree que debe prestar la debida atención al documento, cuyo contenido se desconoce actualmente. En los próximos días, tras su publicación, examinará adecuadamente sus detalles». Y agregó: «Al reiterar su sentimiento de vergüenza y remordimiento por los abusos de menores cometidos por clérigos la Santa Sede asegura la cercanía a todas las víctimas y confirma el camino emprendido para proteger a los más jóvenes garantizándoles ambientes seguros».
Contrasta en todo esto la ponderación de la respuesta que a través de su secretario privado ofreció el Papa emérito con la precipitación que la prensa ha hecho al señalarlo de cosas que ni siquiera han leído sino sólo escuchado y en la mayoría de los casos ni siquiera de primera mano (¿alguno ha pensado cuántos periódicos tienen corresponsal en Munich y si estuvieron presentes las dos horas que duró la rueda de prensa?).
A esto se añade algo más de no poca importancia: el informe fue posible porque la Iglesia misma lo pidió y pagó. Este elemento no es superficial: es la Iglesia misma la que desde Benedicto XVI como Papa en funciones puso en marcha un trabajo de tolerancia cero contra sacerdotes pederastas, con el endurecimiento de medidas, procesos y sanciones, trabajo que cimentó Juan Pablo II y que Francisco ha continuado.
Es del Papa Francisco una declaración laudatoria sobre Benedicto XVI en el vuelo de regreso de Abu Dhabi en febrero de 2019 sobre el trabajo que el ahora Papa emérito realizó precisamente en el campo de la lucha contra los abusos:
«Sobre el Papa Benedicto me gustaría destacar que es un hombre que tuvo el valor de hacer muchas cosas al respecto. Hay una anécdota: tenía todos los papeles, todos los documentos, sobre una organización religiosa que tenía corrupción en su seno, sexual y económica. Él [como Cardenal] fue y hubo filtros, y no pudo llegar. Al final el Papa [San Juan Pablo II], con la intención de entender la verdad, tuvo una reunión, y Joseph Ratzinger fue allí con la carpeta y todos sus papeles. Y cuando volvió le dijo a su secretaria: «Ponlo en el archivo, ha ganado el otro bando». No debemos escandalizarnos por ello, son pasos en un proceso. Pero luego, cuando se convirtió en Papa, lo primero que dijo fue: «Tráeme esos papeles de los archivos», y empezó… El folklore sobre el Papa Benedicto lo hace parecer tan bueno, sí, porque es bueno, bueno, un pedazo de pan es peor que él, ¡es bueno! Pero también se le considera débil, ¡y no lo es en absoluto! Era un hombre fuerte, consecuente con las cosas».
P. Jorge Enrique Mújica.
Publicado en Zenit el 21 de enero de 2021