¿Nos lleva el demonio a la Libertad?

¿Nos lleva el demonio a la Libertad?

El mal no es ya sólo una deficiencia, sino un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Terrible realidad, misteriosa y pavorosa»…

«El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos» (Catecismo de la Iglesia Católica nº 391). Son por tanto criaturas que tratan de oponerse a Dios y como Dios es Amor (1 Jn 4,8 y 16) el motor que les inspira es el odio y hacer el mal, pero evidentemente si quieren seducirnos y engañarnos su estrategia ha de ser disfrazar el mal con apariencia de bien.

Ésta es la estrategia que emplea el Diablo en la narración del pecado original: «Pero la serpiente… dijo a la mujer: ‘¿conque os ha mandado Dios que no comáis de los árboles todos del paraíso?’. Y respondió la mujer a la serpiente: ‘Del fruto de los árboles del paraíso comemos, pero del fruto del que está en medio del paraíso nos ha dicho Dios: ‘No comáis de él, ni lo toquéis siquiera, no vayáis a morir’. Y dijo la serpiente a la mujer: ‘No, no moriréis; es que sabe Dios que el día que de él comáis se os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal’. Vio, pues, la mujer que el árbol era bueno para comerse, hermoso a la vista y deseable para alcanzar por él sabiduría, y tomó de su fruto y comió» (Gén 3,1-7).

En esta narración el diablo se sirve de estas tretas: niega a Eva que si come va a morir y le presenta dos bienes que puede conseguir con su desobediencia; el ser como Dios, que es desde luego nuestra máxima aspiración, pero que conseguiremos no por el camino de la rebelión contra Dios, sino por el camino contrario del Amor y la Obediencia y la adquisición de Sabiduría, que es en sí algo bueno que todos hemos de buscar, pero que también hemos de conseguir acercándonos y no alejándonos de Dios. El diablo lo que pretende es que Eva intente alcanzar algo en sí interesante, positivo y bello no por el medio adecuado, sino por un camino inadecuado que le desvía de lo que ha de hacer para conseguir lo que desea.

Una estrategia semejante sigue el diablo en los tiempos actuales. Nos ofrece Libertad, pero para alcanzarla hemos de seguir estas tres reglas: 1) Haz todo aquello que quieras, 2) No debes obedecer a nadie, es decir no te sometas a Dios; 3) Sé tu propio dios.

Está claro que si aplico sus reglas aparentemente soy una persona libre, pues sólo tengo que tenerme en cuenta a mí mismo. Si Dios no existe o no le hago caso soy mi propio dios y no tengo que dar cuenta a nadie de lo que hago y además yo mismo decido mi conducta, sin tener por qué atenerme a ninguna norma ética o moral que me venga desde fuera, como pueden ser los diez mandamientos e incluso la Declaración de Derechos Humanos de 1948. En realidad se trata de llevar a la práctica la frase de Zapatero «La Libertad os hará verdaderos», en abierta contradicción con la de Jesucristo: «la Verdad os hará libres» (Jn 8,32).

Porque lo que de hecho sucede con estas reglas es que se da paso a un subjetivismo total, en el que lo objetivo y verdadero no tienen nada que decir, mi conciencia queda debilitada y me lleva a la cerrazón del corazón, al egoísmo, a no perdonar, a hacerme siervo del dinero, del poder y del sexo, así como del alcohol, de las drogas y de todo tipo de inmoralidad, es decir me lleva a ser esclavo de mis instintos y pasiones. No seré por tanto libre, sino esclavo.

El mal existe y está muy presente en nuestra Sociedad. Simplemente pensemos en los crímenes de comunistas y nazis en el siglo pasado, o en el siglo actual con el genocidio del aborto y el asesinato de tantos cristianos. San Pablo VI en la audiencia general del 15 de Noviembre de 1972 afirmó: «El mal que existe en el mundo es el resultado de la intervención en nosotros y en nuestra sociedad de un agente oscuro y enemigo, el Demonio. El mal no es ya sólo una deficiencia, sino un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Terrible realidad, misteriosa y pavorosa»… «El Demonio es el enemigo número uno, es el tentador por excelencia. Sabemos que este ser oscuro y perturbador existe realmente y sigue actuando».

Además Jesús nos advierte: «El que no está conmigo está contra mí» (Mt 12,30) y por tanto no hay vías intermedias, o somos de Cristo o somos de Satanás. Pero seamos conscientes que Cristo le ha vencido y que si nosotros le resistimos él huirá de nosotros, como nos dice en su Carta el Apóstol Santiago (4,7), y seremos así verdaderamente libres, aunque no puedo por menos de preguntarme con quién están aquéllos que rechazan expresa y voluntariamente a Cristo. Recemos por ellos y su conversión.

7 comentarios

Cordá Lac
Ya se ve que la Biblia nos advierte desde sus primeras páginas que la pregunta que hay que hacerse siempre sin excepción es: ¿Qué dispone Dios sobre esto?

No importa que a la "luz" del entendimiento humano (ciencia) el fruto sea "bueno" para comerse, "hermoso" a la vista y "deseable para alcanzar por él sabiduría". Si no contamos con Dios la única opción razonable y correcta era la que tomó Eva.
31/10/18 12:04 PM
Forestier
¿Con quien están los que rechazan a Dios? Pues están consigo mismos. Pero ¿conocen lo que son ellos mismos? No lo conocen. Y si no lo conocen ¿como pueden saber que están consigo mismos? No hace falta saberlo. Las ovejas o las cabras no precisan conocer el significado esencial de las cosas por donde transitan, pues sus sus instintos, dueños de su conducta, "saben" dirigirlos hacia aquello en lo que refocilarse. Pues entre los rechazantes y las cabras parece que hay muchas coincidencias.
2/11/18 12:43 PM
Fernando Cavanillas
Gracias por su artículo Don Pedro, muy bueno. Gran tema el de la libertad, y siempre actual!!. Puede parecerle paradógico a mucha gente, pero la verdadera libertad se consigue en la obediencia a Dios. Él nos ha creado para amarle y obedecerle, por lo tanto lejos de él somos esclavos del pecado y de nuestro propio vacío y falta de sentido existencial. Por otro lado qué maravilla que Él nos haya regalado la libertad!!!!!!!!!!!!!!!. Libertad para amarle, ya que sin libertad no puede haber Amor.

Sí, Satanás siempre nos miente, pero usa casi siempre las medias verdades, mucho más efectivas que la mentira descarnada. Siempre medias verdades y siempre ambiguedades, porque él es falso hasta el final. Debemos estar siempre atentos a estas verdades incompletas que suenan bien pero que están podridas por el veneno de la sutil mentira.

Tristemente hay mucho de eso en la Iglesia actual (falsa misericordia, falso ecumenismo, etc etc ). Además al que busca la pureza y el amor, Satanás sólo le puede tentar con una falsa misericordia... pero esta ya es otra historia para otro post.
2/11/18 1:17 PM
JSP
1. El ámbito de la libertad, con el que fuimos creados, es buscar el bien supremo, la verdad suprema y la belleza suprema, que es Dios.
2. Todo lo que esté fuera de ese ámbito de libertad verdadero, es la libertad falsa que ofrece en la tentación el padre de la mentira.
3. El vínculo directo con Dios ha sido roto por el pecado original.
4. Jesús ha reparado ese nexo de unión con Dios.
5. En el Bautismo queda cerrada la herida y perdonados los pecados terrenales por la obediencia y sacrificio del Redentor.
6. Dios permite el mal para nuestra santificación. En su revelación, Verbo encarnado, da un buen conocimiento del maligno para que también nos lleve hacia la Verdad, el Camino y la Vida.
7. El mal existe y está muy presente en nuestra Sociedad, incluso en la Iglesia de Cristo, pero la pregunta que planteo es ¿por qué los sacerdotes en los últimos 60 años han dejado de hablar del demonio y sus fechorías en la Misa y a los feligreses?
2/11/18 2:43 PM
josep
el demonio no nos lleva a la libertad sino al mal. Dios nos regala la libertad y después cada uno hemos de elegir.
3/11/18 10:10 AM
Petrus
En el fondo, el hombre sin Dios se asemeja a un simple animal: vive para sus instintos y siguiéndolos sin cortapisas. Nacer, sobrevivir, disfrutar lo que se pueda , reproducirse y morir o, resumiendo, comer o ser comido, en el caso del depredador . Ese es el programa del instinto animal. Y el mismo programa que el demonio propone a Eva sin advertirle que ella no es un animal y que la vida animal instintiva no es adecuada para nuestra especie ni la ley de la selva que le sigue es la apropiada para la sociedad humana. Aunque expertos como Zapatero se inventen lo contrario.
5/11/18 6:21 PM
Anorgi
Está claro que se nos ofrece dos alternativas: Ser esclavos del Demonio o siervos de Dios. La elección la deja Dios en nuestras manos y cualquier persona sensata ve las infinitas ventajas de ser siervos para luego ser amigos de Dios. El Demonio es el "padre de la mentira", la libertad que nos ofrece es su gran mentira.

Gracias, padre por exponer de forma tan clara y sencilla la gran verdad.
10/11/18 2:07 PM

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