Perdido en la banal batalla con Trump, sobre quién es un buen cristiano, el Papa Francisco ofreció una nueva noticia en su vuelo de regreso a Roma y esta fue sobre el virus del Zyka y la contracepción.
Respondiendo a la pregunta de un periodista, a bordo del avión «Pastor 1», regresando de Méjico, Francisco indicó que las mujeres católicas podrían utilizar la contracepción si estuvieran en peligro de contagiarse del virus. Al contrario del aborto, dijo el papa, «evitar un embarazo no es una maldad absoluta».
En apoyo de esta afirmación, el papa hizo referencia histórica a uno de sus predecesores y a la violación de monjas en el Congo belga en los 60. Algunos teólogos católicos e historiadores se han quedado rascándose la cabeza.
Francisco hablaba improvisadamente, pero quizás equivocó la referencia histórica.
El virus del Zyka está atacando a los países católicos de América central y del sur, y las autoridades sanitarias recomiendan a las mujeres que no se queden embarazadas. Pero la Iglesia católica se opone al control artificial de los nacimientos. Ella promueve la «planificación familiar natural», en la que las mujeres se abstienen de las relaciones sexuales durante la ovulación.
Justo antes del viaje de Francisco a Méjico, el Secretario general de la Conferencia Episcopal de Brasil, dijo que los contraceptivos no son la solución al Zyka, y que no existe cambio alguno en la postura de la Iglesia.
La doctrina de la Iglesia sobre la contracepción es compleja, pero podemos decir que la Iglesia se opone al control artificial de los nacimientos porque no respeta el proceso natural de la procreación. Según el Vaticano, está muy claro: no es posible usar la contracepción para evitar un embarazo, aunque este embarazo resulte en un bebé con microcefalia.
Para respaldar su comentario en el avión sobre el Zyka y la contracepción, Francisco recordó a uno de sus predecesores, el Papa Pablo VI, y a un desagradable periodo de violencia en los primeros sesenta, durante la guerra civil del Congo.
«Pablo VI, un gran hombre, en una situación difícil en África, permitió a las monjas usar contraceptivos en caso de violación», dijo Francisco. «Evitar el embarazo no es una maldad absoluta. En ciertos casos, como en este, o en el que hemos comentado del Beato Pablo VI, estaba claro».
La Agencia Católica de Noticias (CNA: Catholic News Agency) explicó que «en los primeros sesenta … el Vaticano concedió una dispensa a las monjas que vivían en el Congo Belga que estuvieran en grave peligro de violación, debido a la inseguridad de la guerra civil, para que utilizasen contraceptivos orales».
Hubo, ciertamente, violaciones en aquellos tiempos en el Congo Belga, ¿pero concedió el Vaticano una dispensa a las monjas en peligro de ser violadas?
Susan Brownmiller, en su libro «Contra nuestra voluntad: hombres, mujeres y violación», publicado en 1975, escribió que mientras muchos creyeron que eran rumores racistas para desacreditar la causa de la independencia congoleña del líder Patrice Lumumba, a cuenta de las violaciones, incluidas las de monjas, eran reales, muy detalladas y horripilantes.
El rey Balduino de Bélgica encargo un «Libro Blanco», «Congo, Julio de 1960: Prueba», publicado como propaganda anti-Congo, que detallaba 794 violaciones de europeas, solo en diez días de Julio. Uno de los casos descritos es el del grupo que violó a dos monjas en su celda de la cárcel. Un reportero sobre el terreno, de una universidad americana, habló después con sacerdotes en shock que le dijeron que debía realizarse el aborto a otras cuatro monjas que habrían sido golpeadas y violadas.
El Reverendo James Keenan, profesor de teología en el Boston College, ha investigado los debates sobre las monjas del Congo en círculos teológicos de aquel tiempo, en que todo ocurrió siendo Papa san Juan XXIII (El Papa Pablo VI fue elegido en Junio de 1963).
«Muchos de los principales teólogos consideraron favorablemente que las monjas tenían derecho a prevenirse contra la concepción en caso de violación», dijo Keenan.
De hecho, hay una llamativa falta de comunicación de ambos papas sobre las monjas del Congo. El silencio de Juan XXIII pudo significar algo. Él no censuró a ninguno de los teólogos católicos que estaban a favor de esa idea, lo cual pudo ser interpretado como una aprobación tácita.
El Cardenal Montini, futuro papa Pablo VI, que en 1968 escribió la «Humanae vitae», el documento papal que desarrolla la postura católica actual prohibiendo la contracepción en circunstancias normales, visitó realmente el Congo en 1962. Pero ni dijo ni escribió nada entonces, ni como papa, sobre el tema de las monjas y la contracepción, según Keenan.
Aline Kalbian, profesora de religión de la Universidad Estatal de Florida, y autora del libro «Sexo, violencia, justicia: contracepción y la Iglesia católica», también ha investigado la historia de las monjas belgas y no encontró nada.
«No he encontrado prueba alguna de que Pablo VI dijese algo en relación al Congo y a las monjas», dijo Kalbian. «Y tampoco Juan XXIII dijo algo al respecto».
Kalbian señaló que la píldora acababa de ser aprobada para uso público en Estados Unidos en 1960 y no estaba disponible en la mayor parte de los países del mundo durante la crisis congoleña. Añadió que el debate era más bien una hipótesis de trabajo de los teólogos, lanzada como parte de su trabajo.
«Eran un grupo de teólogos debatiendo la posibilidad de facilitar a las monjas la contracepción», comentó. «Y todo esto ocurrió bajo el pontificado de Juan XXIII, por lo que mencionara, Francisco, a Pablo VI es un tanto extraño».
La historia de la contracepción y la monja del Congo, volvió a la actualidad en 1993 cuando los obispos de Bosnia recordaron este caso para analizar si ellos deberían permitir a las monjas usar la píldora o «la del día siguiente», durante el genocidio bosnio.
Por ello, ¿tuvo algo que ver Pablo VI en permitir a las monjas en el Congo la contracepción, como ha sugerido Francisco? No todo lo que el Vaticano conoce se hace público. Sus archivos secretos guardan muchos misterios.
«Es posible que el papa haya tenido acceso a los archivos vaticanos y sabe algo sobre Pablo VI y el Congo Belga que nosotros no sabemos», ha dicho Kalbian.
Tim Towsend
Traducido por “Laudetur IesusChristus” del equipo de traductores de InfoCatólica
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