Pistoletazo de salida:¡comienza el sínodo!

Y no ha podido comenzar con mejor pie: la Primera Lectura (Gn 2, 18-24) y el Santo Evangelio (Mc 10, 2-16) precisamente de la Misa de hoy. Son, sin duda, la respuesta del Espíritu Santo, al que ayer, en la víspera, invocaba el Papa.

Nos dice Dios, con su Palabra revelada:

«No está bien que el hombre esté solo; voy a hacerle alguien como él que le ayude. (…) Entonces el Señor Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla… y el Señor Dios trabajó la costilla que le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre. El hombre dijo: -«Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Su nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne».

Y en el Santo Evangelio, ante la pregunta –directísima- de los fariseos a Jesús sobre la licitud del divorcio, y ante el argumento y peso de la ley de Moisés permitiéndolo, contestó, también a lo directo:

«Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios ‘los creó hombre y mujer. Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne’. De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: -«Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio.»

Después de que el mismo Dios ha hablado –y «tu Palabra es Verdad, Señor»-, ¿cabe alguna duda sobre lo que es el MATRIMONIO? ¿Son lícitas por tanto –intelectual y moralmente- las especulaciones sobre el origen del hombre y de la mujer, sobre la realidad del matrimonio, y acerca de quién es el «inventor» del Matrimonio? ¿Qué sentido tiene entonces pretender «meter con calzador» -e «inventadas» por nosotros los hombres-, otras «realidades», fruto «de la dureza de nuestro corazón», fruto de no aceptar –de rechazar injustamente- la Palabra de Dios, con su correspondiente Gracia, como regidora y transformadora de nuestra vida: de nuestras malas «realidades», de nuestros PECADOS? ¿Vamos a seguir creyéndonos la milonga del Demonio –«mentiroso y padre de la mentira», como lo denuncia y lo desenmascara Jesús mismo-, pretendiendo que es Dios quien nos ha engañado, sobre nosotros mismos, sobre la verdad, dignidad y sentido del amor humano, y sobre la realidad y la verdad de la Familia, que funda ese mismo amor? ¿Vamos a seguir con la locura del «seréis como dioses»?

La Iglesia Católica –todas las demás, supuesto claro que sean «iglesia», se han rendido ya al mundo- al defender la Palabra Revelada y hecha Carne en Cristo, no se está inclinando por la inmisericordia, por la cerrazón de corazón, por la injusticia, por el legalismo, por la incomprensión de los casos lacerantes… sino por la VERDAD y el BIEN: de Dios, en primer lugar, como fuente de esos DONES entregados al hombre para que no se arruine como persona; del mismo HOMBRE –«varón y hembra los creó»-, como garantes de su dignidad, referentes permanentes para conducirse como tales, y signo visible para corregir el rumbo cuando se ha perdido, y para retornar y desandar los pasos extraviados.

Pretender contraponer las «inclinaciones afectivas» personales y, por tanto, particulares, al hecho del Matrimonio y a su realidad, tal como ha salido de las manos de Dios: «dejará el HOMBRE –el varón- a su padre y a su madre –es decir: SALDRÁ de la FAMILIA de donde todos hemos venido-, y se unirá a su MUJER –la fémina, para entendernos-, y serán los dos UNA SOLA CARNE», y, para más inri, exigir que esas inclinaciones sexuales se declaran tan dignas o más –ahora, si no has salido del armario no eres nadie- que las relaciones matrimoniales, que además se las llame matrimonio, se las equipare al matrimonio, y SEAN matrimonio… y si no, la Iglesia ya no es lo que tiene que ser –Mater et Magistra, dijo el último Concilio- porque ya no es la Iglesia que salió de las manos de Jesucristo…

Pues, ¡qué quieren que les diga…! Que en este Sínodo no solo está en juego la «Familia, su Vocación y Misión en la Iglesia y en el mundo»: ese título no es más que un trampantojo o un engañabobos. Lo que está en juego, y para muchos años, es la misma IGLESIA, SU VOCACIÓN Y SU MISIÓN EN EL MUNDO Y AL SERVICIO DEL HOMBRE, DE LA FAMILIA Y DE LA SOCIEDAD.

¿Por qué lo digo? Porque el hombre está como está la Iglesia; porque la familia está como está la Iglesia; porque la sociedad está como está la Iglesia; porque el mundo está como está la Iglesia…

¿Por qué? Porque LA IGLESIA ES EL ALMA DE LA SOCIEDAD, como acuñaron los Santos Padres. Alguien puede pensar que exagero. No voy a discutir eso.

Simplemente voy a poner sobre la mesa un dato más, de lo último que ha salido a la palestra como noticia bomba: el caso de ese sacerdote, que trabaja en la Curia vaticana, y que se ha declarado homosex, emparejado y felicísimo con su situación; de paso ya se ha declarado mártir a sí mismo, y no se ha atragantado para soltar todos los mantras al uso del mundillo lgtbi contra la misma Iglesia, que le ha dado de comer tantos años.

Si, además, y después de sus declaraciones, no le ha echado ya por «incumplimiento de contrato», por «deslealtad manifiesta», por «engaño continuado», por «malversación de fondos», por mentiroso, engañador, embaucador, infiel, etc., sino que lo han acogido «maternal y amorosamente» y, además, lo han ascendido de categoría… Pues esto sería exactamente la «foto» de dónde está la Jerarquía de la Iglesia, y dónde está la misma Iglesia a día de hoy.

P. José Luis Aberasturi

8 comentarios

Néstor
Muy bien, Padre!

Saludos cordiales.
5/10/15 3:49 AM
Luis Fernando
Respecto al tipo ese, ya le echaron. Bueno, más bien se echó así mismo. Es decir, ha sido él quien ha renunciado a seguir ejerciendo el sacerdocio.

La pregunta es: ¿sabían que tenía pareja? ¿sabían su situación? Y si lo sabían, ¿a qué esperaban?
5/10/15 6:46 AM
jose luis
Pues es casi imposible que nadie en la Curia supiese nada: porque en la Curia se sabe todo; a veces, demasiado; y se usa lo que se sabe, convenientemente.
Y no es el único caso, o parecido, de actualidad: ahí está el jefe de la Casa Santa Marta, donde se aloja el Papa, al menos con un pasado más bien oscurito: de la actualidad de su vida y de momento, no se sabe nada más o, al menos, no ha trascendido.
¿Qué esperaban? Eso solo lo saben ellos.
5/10/15 10:47 AM
Luis J..
Lo de ese cura gay en pocos días habrá pasado al olvido, o al recuerdo tan solo de unos pocos. Es lamentable que siendo sacerdote haya preferido el consuelo que le puede proporcionar el que sale con él en las fotos antes que el consuelo que Dios le tenía reservado. Y aunque hasta la muerte nunca es tarde, a ese desdichado le espera un trago amargo. Y lo peor que le podría pasar es no percatarse de dicha amargura. Dios oirá sus oraciones, pero probablemente sea él quien no oiga a Dios mientras ora, y el engañoso consuelo espiritual que le acecha es posible que acabe con sus huesos en lo más profundo de la mentira. Menudo peligro se le viene encima.
5/10/15 1:34 PM
Damián
Si en la Iglesia una vez finalizado el sínodo, de una u otra forma viene a confirmarse el cisma, la sociedad en general, es decir, a nivel político, económico y social, entrará en un proceso muy acelerado de grandes desequilibrios, cuyas consecuencias las vamos a vivir en breve, y que no es necesario ser profeta para intuirlo. Dicho de otra forma, lo que sucede dentro de la Iglesia, es en realidad una manifestación de lo ya está viviendo la sociedad y, esto es lo que refleja claramente el artículo.
5/10/15 4:07 PM
pamela
Para conocer al Verbo Divino hace falta callarse y escuchar, porque el Verbo procede del Padre en el silencio de la Trinidad : ‘Una Palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y ésta habla siempre en eterno silencio, y en silencio ha de ser oída del alma’ San Juan de La Cruz [Dicho 99].
5/10/15 6:08 PM
jose luis
Para Damian: el articulo viene a decir exactamente lo contrario: lo que pasa en la sociedad es consecuencia de lo que pasa en la Iglesia; porque esta es "el alma de la socuedad".
5/10/15 8:19 PM
María
Pues si creemos firmemente que Dios creó un hombre y una mujer y que les dijo creced y multiplicaros y dominad la tierra, y luego a través de la Biblia y finalmente Jesucristo en los evangelios nos ha dado suficientes pautas, sobre lo que es una familia. Pues que quiere que le diga padre, que este Sinodo sobra y lo único para lo que sirve es para meter con calzador los pecados y los caprichos de los humanos. Pero recuerdo las palabras de una amiga que se murió y siempre decía "la verdad no tienen más que un camino"
6/10/15 2:00 PM

Dejar un comentario



Los comentarios están limitados a 1.500 caracteres. Faltan caracteres.

No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

Los comentarios aparecerán tras una validación manual previa, lo que puede demorar su aparición.