Las Asociaciones laicistas en sus frecuentes comunicados nos hacen saber que lo que ellos defienden es una escuela y enseñanza pública, igualitaria, laica, democrática, gratuita y universal. Nos dicen también y aquí copìo de un Manifiesto del Movimiento Social por la Enseñanza Pública Riojana, que “un sistema educativo público no es únicamente el que se sostiene con fondos públicos, sino el que atiende a todos y todas por igual, sin diferencias y sin selecciones previas. Un sistema que garantiza que todos y todas, sin distinciones de origen o sociales, tenemos la posiblidad de alcanzar unos conocimientos que nos hagan ciudadanos y ciudadanas más libres y más críticos. Nos oponemos tajantemente a cualquier medida de concierto en los niveles aún exclusivamente públicos, y queremos plantear a la sociedad riojana el debate sobre la necesidad de los conciertos en Infantil, Primaria y Secundaria.”.
Aparentemente esto suena muy bien. Pero vamos a verlo un poco más de cerca:
Pública: Nos dicen: “Si dejamos en manos privadas la educación de nuestros hijos, la enseñanza se convierte en negocio, preocupa más el beneficio que el propio servicio, y con ello acabamos definitivamente con el conocimiento y el aprendizaje como valor social”. Está claro que esta gente no reconoce ni el artículo 26 & 3 de la Declaración de Derechos Humanos, ni el 27 & 3 de la Constitución, que reconocen el derecho de los padres a educar a sus hijos segújn sus propias convicciones, ni el & 6, del mismo artículo de la Constitución, que reconoce el derecho a “la libertad de creación de centros docentes”.
Igualitaria: Supongo se referirá la coeducación. No tengo nada contra ella, pero parece ser que en Inglaterra los mejores colegios son casi todos con separación de sexos y además me parece indiscutible el derecho de los padres a que se respete lo que ellos quieren.
Laica: Estos individuos intentan imponernos su modo de pensar. Unamuno ya los describió certeramente cuando dijo: “En Francia no se puede pensar libremente. Hay que ser librepensador”. La libertad religiosa, además, queda malparada, al intentar desterrarla de la enseñanza pública. En el fondo les mueve el odio a la Iglesia, incluso cuando va contra sus intereses. Señora Susana Díaz, ¿se da Vd. cuenta que cuando intenta arrebatar la Catedral de Córdoba a la Iglesia, está tirando piuedras contra su tejado, haciendo el juego a los islamistas, que un día a sus descendientes o les cortan la cabeza o les harán llevar burka?
Democrática: Pío XI en su encíclica “Mit brennender Sorge”, rechaza las teorías nazis sobre educación. No sé si equivocadamente, pero no considero que los nazis sean un ejemplo de democracia. El problema es que los laicistas dicen exactamente lo mismo al no reconocer los derechos educativos de los padres. Oponerse además a la Constitución y a la Declaración de Derechos Humanos es una curiosa manera de ser demócratas. Por tanto es evidente que no pueden presumir de demócratas, aunque sí de nacionalsocialistas.
Gratuita: La manera como los padres puedan ejercer sin restricciones su derecho a educar a sus hijos según sus convicciones, es que toda la enseñanza esté subvencionada. Por cierto, hoy en la enseñanza concertada un puesto escolar le cuesta al Estado poco más de la mitad que en la Escuela Pública, lo que supone un ahorro de varios miles de millones de euros.
Universal: Menos mal que al menos en este punto estamos de acuerdo. La enseñanza debe ser universal.
Pedro Trevijano, sacerdote