(Agencias/InfoCatólica) La declaración de las Carmelitas de San José de Maipó a favor del «Apruebo» a la anticatólica propuesta de constitución de Chile, no solo han provocado el rechazo de todas las Carmelitas Descalzas del país, también está sirviendo para que diferentes autoridades eclesiásticas difundan los criterios de la Doctrina Social de la Iglesia que afectan a la propuesta de Constitución que se votará el 4 de septiembre.
Es el caso de Mons Godoy Labraña, obispo auxiliar de Santiago, que a través de una carta ha recordado a las carmelitas pro constitución abortista que tienen una «grave responsabilidad al momento de expresar sus opiniones, con el límite de la verdad, donde está Cristo».
El obispo auxiliar de Santiago pide a las Carmelitas Descalzas de San José de Maipo que aclararen que están en contra del aborto explicitando que «su comunicado respeta la vida del que está por nacer». Esto último haciendo referencia al artículo 61 de la eventual nueva Constitución que garantiza el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo.
«Como mujeres de fe, que han consagrado su vida a Dios, tienen mucho que aportar a la Iglesia; y como tal tienen la obligación no solo moral, sino una grave responsabilidad al momento de expresar sus opiniones, de las que gozan de total libertad, con el límite de la Verdad, donde está Cristo», expresó el obispo en su misiva.
Asimismo, Godoy añadió que «desde la Conferencia Episcopal de Chile, los obispos hemos sido muy cuidadosos de respetar a cada uno de nuestros compatriotas, señalando que 'es necesario un discernimiento informado y un voto a conciencia, poniendo siempre por delante el bien común del país'».
«Y 'lo hacemos desde la Doctrina social de la Iglesia, que se funda sobre principios y valores esenciales para establecer un orden social justo'», agregó.
En este sentido, subraya que «hemos señalado que nos parece grave el que no se proteja la vida del que está por nacer en el proyecto constitucional, siendo este un derecho humano inalienable, pues el aborto transgrede el alma de Chile al no respetar el fundamento de todos los demás derechos sociales, garantías y libertades de la persona humana, tan necesarios para nuestra patria».
«La 'interrupción voluntaria del embarazo' introduce el aborto al nivel más alto de la jerarquía de la norma, es decir, constitucional, excluyendo la objeción de conciencia individual e institucional en una clara vulneración de la libertad de conciencia», externó el obispo.
Y continuó manifestando que «la CECh (Conferencia Episcopal de Chile) afirma que esta norma es la de mayor gravedad moral contenida en el texto, pues 'no es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana'», de manera que la propuesta constitucional no reconoce «ningún derecho a un ser humano en gestación en el vientre materno»
El obispo continúa destacando que el Papa Juan Pablo II dijo alguna vez que cuando una ley admite el aborto «nunca es lícito someterse a ella, ni participar en una campaña de opinión a favor de una ley semejante».
La carta indica que «nada de esto se menciona en su carta al Pueblo de Chile, lo que no es aceptable proveniente de mujeres consagradas a Dios, que públicamente toman partido por una posición eleccionaria que aprueba lo que va contra lo más propio del Evangelio: la dignidad de la persona».
Por lo que hace un llamado a «una seria reflexión» y a que aclaren «que su comunicado respeta la vida del que está por nacer».