(InfoCatólica) «Esto significa que la ley funciona y ha permitido salvar personas concretas». - dice Magdalena Korzekwa-Kaliszuk, abogada y psicóloga, presidenta de la Fundación Grupo Proelio. En años anteriores, el número de abortos registrados por el Ministerio de Salud fue de 1.076 (en 2018 y 2020) y de 1.110 en 2019. Según Magdalena Korzekwa-Kaliszuk, si no se hubiera modificado la ley a raíz de la sentencia del Tribunal, también el año pasado alrededor de 1.000 niños habrían perdido la vida antes de nacer en Polonia, principalmente por sospecha de síndrome de Down.
Hasta la publicación de la sentencia el 22 de octubre de 2020, la legislación polaca establecía que el derecho a la vida estaba protegido, también en la fase prenatal, con la excepción de 3 circunstancias descritas en la Ley de planificación familiar.
Según estas disposiciones, el aborto era permitido en el caso de un embarazo resultante de una violación, una amenaza para la vida o la salud de la madre y también en una situación de «alta probabilidad de defecto grave e irreversible del feto o enfermedad incurable que amenace su vida». Tras la publicación de la sentencia del TC, el último de los supuestos dejará de tener fuerza legal.
«Una buena ley influye positivamente en la actitud de las personas. Por un lado, refuerza la convicción de que el derecho a la vida no debe depender del diagnóstico de una condición médica. Por otro lado, no poder matar a un niño por motivos eugenésicos significa que los médicos ya no tendrán motivos para sugerir o incluso presionar a los padres para que aborten», según dice la presidenta de la Fundación Grupo Proelio, que recoge testimonios de personas en cuyos casos uno de los tres supuestos arriba mencionados estaba cumplido y de sus padres.
El experto sostiene que en Polonia se ha ejercido a menudo presión sobre las mujeres para que aborten por motivos eugenésicos. Las personas que se manifiestan a favor de la vida y «Rzeczpospolita» también señalan que el número de los así llamados abortos legales se reducirá aún más en los próximos años.
La sentencia del Tribunal Constitucional entró en vigor el 27 de enero, antes de la medianoche, y los datos citados por «Rzeczpospolita» muestran que 75 de los 107 abortos se practicaron por los llamados motivos eugenésicos, es decir, el supuesto eliminado por la sentencia del Tribunal Constitucional polaco.
El periódico señala que las cifras del año pasado muestran que los médicos no interpretan ampliamente la premisa de una amenaza para la vida y la salud de la mujer en función de su salud mental. El número de 32 abortos relacionados con este contratipo es similar a las estadísticas de años anteriores.
Las organizaciones y los políticos que defienden el debilitamiento de la protección legal de la vida de los niños no nacidos afirman que, como consecuencia de la sentencia del Tribunal Constitucional, las mujeres polacas son más propensas a elegir el aborto en el extranjero. Según la diputada de izquierdas Joanna Scheuring-Wielgus, estas cifras «se cuentan por miles». Al mismo tiempo, no se aportan pruebas que respalden estas afirmaciones.
«Incluso si algunos padres aun así decidieron matar a sus hijos con presuntas enfermedades, ya sea ilegalmente o en el extranjero, la gran mayoría de ellos permitió que el niño viviera, y esto es una victoria indiscutible que fue posible gracias a la sentencia del Tribunal Constitucional», responde Magdalena Korzekwa-Kaliszuk.