(Fides/InfoCatólica) Con motivo del 9º aniversario de la llamada «Revolución del 30 de junio», que en 2013 condujo al derrocamiento del gobierno egipcio encabezado por los Hermanos Musulmanes, los principales representantes de las Iglesias presentes en Egipto ratificaron en mensajes e intervenciones públicas su juicio positivo respecto a aquel decisivo acontecimiento de la reciente historia que supuso un punto de inflexión en la traumática transición política del gran país norteafricano.
En la tradicional encuentro de catequesis semanal celebrado el miércoles 29 de junio en la catedral copto-ortodoxa de Alejandría, el patriarca copto-ortodoxo Tawadros II dijo que la Revolución del 30 de junio salvó a Egipto del caos y la oscuridad en que se había sumido el país en el año anterior.
Tawadros, recordando el 9° aniversario de la llamada «Revolución», felicitó al Presidente al Sisi, al gobierno, a las fuerzas armadas y a todo el pueblo egipcio y dio gracias a Dios por todas las bendiciones otorgadas por el Todopoderoso a la tierra de Egipto. «Sabemos que el nuestro es un país bendecido por haber sido visitado por Jesús y por haber acogido a la Sagrada Familia», añadió el Patriarca que imploró además que la protección divina siga custodiando a los 105 millones de egipcios en la paz y la prosperidad.
Por su parte, el Patriarca copto-católico Ibrahim Isaac Sidrak, también como presidente del Consejo de Patriarcas y Obispos Católicos en Egipto, envió un telegrama de felicitación al presidente Abdel Fattah al Sisi con motivo del noveno aniversario de la «Revolución» de junio. «En nombre del Consejo de Patriarcas y Obispos Católicos de Egipto y de todos los organismos e instituciones católicas, así como en mi nombre, felicitamos a Su Excelencia el Presidente de la República Abdel Fattah al Sisi con motivo del IX Aniversario de la Revolución del 30 de junio. La Iglesia Católica en Egipto reafirma sus vínculos y su apoyo a las autoridades estatales bajo el liderazgo del presidente Abdel Fattah al Sisi y reza para que Dios Todopoderoso las guíe en la búsqueda del bien de nuestro querido pueblo», escribe el Patriarca Sidrak en su mensaje.
El 30 de junio de 2013, aproximadamente un año después de las elecciones democráticas que supusieron la victoria electoral de los Hermanos Musulmanes y, en consecuencia, su líder Mohamed Morsi se convirtió en Presidente de la República Árabe de Egipto, millones de egipcios (más de veinte, según las estimaciones de los medios internacionales) salieron a las calles para protestar contra el gobierno y provocar las elecciones anticipadas. En esa coyuntura, las Fuerzas Armadas, encabezadas por el general Abdel Fattah al Sisi (quien también ostentaba el cargo de ministro de Defensa), dieron a las fuerzas políticas un ultimátum de 48 horas para superar el impasse que paralizaba al país desde hacía semanas, cumpliendo con la protestas de los manifestantes. El 3 de julio los militares derrocaron al presidente Morsi, quien fue sometido a medidas de privación de libertad junto con sus colaboradores y otros miembros del gobierno. El 4 de julio, el juez Adli Mansur fue nombrado presidente interino. Abdel Fattah al Sisi, tras dimitir de sus cargos militares, se presentó a las elecciones presidenciales del 24 y 25 de mayo de 2014 siendo elegido Presidente de la República Árabe de Egipto con el 96,91% de los votos.
Desde entonces, es pública y notoria su política de ayuda a los cristianos, especialmente en todo lo relacionado con la legalización de antiguos y nuevos templos, así como su repetida afirmación de que son parte fundamental de la nación egipcia