(J.M. Zuloaga/La Razón) El Estado Islámico amenazó con recrudecer la persecución de los cristianos en África, el jueves 6 de enero, al volver a lanzar una conminación contra los fieles por su fe en Cristo, tal como ocurrió una semana antes en su primer mensaje de 2022 cuando prometió que iba a convertir las celebraciones cristianas en «funerales y tragedia». La organización yihadista declaró la «guerra contra los cristianos» de África.
Como informa J.M. Zuloaga, el mensaje, contenido en el semanario Al Naba del Estado Islámico (Daesh, Isis) aparecido esta madrugada, no puede ser más claro:
«Que los cristianos infieles sepan que ha llegado el momento de que sean respondidos por los musulmanes en África; es una nueva etapa contra la nación cruzada. Lo que ha sucedido ya en las regiones de occidente y central del continente, se extenderá a a otros países africanos que continúan languideciendo bajo la autoridad y la persecución de los cristianos».
Los atentados contra los cristianos se suceden a diario, pero no son casos aislados, sino que forman parte de un programa de exterminio de esta religión para «islamizar» África en su conjunto. Frente a ello, no hay una respuesta adecuada, salvo las denuncias que los cristianos lanzan desde las zonas afectadas y que no son escuchadas en Occidente, como si el problema que hoy se da en África no pudiera ocurrir, con el tiempo, en otros continentes.
En el mensaje que publica Daesh, se incluyen una serie de mensajes que ofrecen pocas dudas sobre sus intenciones como detalla J.M. Zuloaga:
- La yihad está arrasando y quemando las iglesias. Es el infierno de los cristianos y de sus monjes y fieles. Los cristianos infieles se han encontrado en una situación que no han conocido durante casi un siglo y aumenta.
- ¿Cómo fue y cómo cambio? ¿A dónde fueron a parar sus grandes esfuerzos de victoria y dónde estaban esos enormes presupuestos que gastaron? ¿Y dónde están las intenciones de las conferencias que hicieron y las ilusiones de las conspiraciones que hicieron?
- Después de décadas de fumigaciones, herejías y desviaciones (…) la invasión de los franceses y los españoles, con la intención de desalojar a los musulmanes de su religión, los cristianos han seguido con sus métodos maliciosos en las misiones , incluyendo la opresión, la fuerza, el ausentismo, la seducción, la educación y la corrupción en las escuelas, bajo la cobertura de la medicina y el tratamiento de las enfermedades, hasta el punto de que algunos africanos se arrodillan y le piden a Jesús que los sane.
- También se aprovecharon de la pobreza de la gente de allí para pavimentar su religión con el objetivo de transformar un continente africano en un continente de sobriedad. Juan Pablo II dijo en un discurso en la Conferencia de Roma a una delegación de obispos africanos: «Tendréis una iglesia africana de vosotros y es hora de que África se levante y lleve a cabo su misión señorial, y vosotros, obispos, tenéis una gran responsabilidad, un nombre que es el cristianismo africano».
- Estos porteadores de victoria coincidieron con los porteadores militares y la invasión cruzada del mundo musulmán, acompañada de operaciones de espionaje bajo el disfraz de asociaciones e instituciones de socorro.
- Uno de sus esfuerzos más destacados en estos porteadores fue también dividir a los musulmanes y desmantelar su unidad sobre la base de nacionalidades, etnias y fronteras.
- La campaña del cristianismo en África fue muy aguda; y las calamidades y tragedias subsiguientes para los musulmanes.
Para Daesh, la solución viene de las manos de sus terroristas que libran «una guerra de codicia contra los cristianos, golpeando sus cuellos, quemando sus aldeas y torturándolos con horror, entrando así en una nueva fase para enfrentar las ambiciones de los cristianos y luchar contra los ejércitos que los protegen»: los musulmanes en África pasaron de los débiles al grado de asaltar las ciudades y bases militares de los renegados, los cristianos y sus milicias; y abusar de ellos. Esto es lo que Dios les ha confiado a sus masas.
En definitiva, lo que proclama ISIS, por más que algunos se quieran poner la venda y no quieran afrontar el problema en su magnitud, es una auténtica guerra de religión. No lo dice el periodista, lo dicen ellos.