(InfoCatólica) En una decisión que ya es histórica, la Corte Suprema de EE.UU decretó que aquellos que habían presentado una demanda de paralización de la Ley de Texas no habían presentado argumentos suficientes. La votación fue de 5 a 4. La decisión se argumentó así:
«Los solicitantes que ahora tenemos ante nosotros han planteado serias preguntas con respecto a la constitucionalidad de la ley de Texas en cuestión. Pero su aplicación también presenta cuestiones de procedimiento complejas y novedosas sobre las que no han argumentado. ... A la luz de estas cuestiones, no podemos decir que los demandantes hayan dado argumentos para prevalecer en un requerimiento judicial o de suspensión».
Los jueces Clarence Thomas, Samuel Alito, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett conformaron la mayoría en la decisión. Los jueces que disintieron fueron el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, y los jueces Elena Kagan, Stephen Breyer y Sonia Sotomayor. Kagan, Breyer y Sotomayor también emitieron votos discordantes particulares en las que criticaron al tribunal por permitir a Texas restringir los abortos.
Una ley audaz
La Senate Bill 8 de Texas (SB8), firmada en mayo por el gobernador Greg Abbott, prohíbe los abortos si se detecta el latido del corazón del concebido:
«Nuestro Creador nos otorgó el derecho a la vida. Sin embargo, millones de niños pierden su derecho a la vida cada año por culpa del aborto. En Texas, queremos salvar esas vidas».
En la ceremonia de la firma, Abbott elogió al Legislativo de Texas (Senado y Cámara de Representantes) por haber elaborado un proyecto de ley bipartidista (ndr:dos demócratas votaron a favor) «que garantiza que la vida de cada niño no nacido que tenga un latido se salvará de los estragos del aborto». El gobernador también agradeció al Legislativo, destacando a los autores del proyecto de ley, el senador Bryan Hughes y el congresista Shelby Slawson. Además, expresó su gratitud a los grupos provida que «trabajaron incansablemente durante el transcurso de la sesión para asegurarse de que este proyecto de ley fuera aprobado», agradeciéndoles «todo lo que hacen para cultivar una cultura de la vida en Texas»
En términos prácticos la ley SB8 obliga a realizar una ecografía antes del aborto que confirme si hay o no latido del corazón del niño concebido. Dado que el latido del corazón del bebé se puede detectar ya en la quinta semana, se estima que cerca del 85% de los concebidos podrán ser salvados. Muchas mujeres no detectan su estado de buena esperanza hasta el primer mes.
La ley, de un modo creativo, ya que Roe vs Wade no permite legislar al estado, traslada el poder a los ciudadanos. Así si el corazón ya late, cualquier ciudadano puede denunciar civilmente (no penalmente) a los actores (médicos y asistentes, por ejemplo), no a la embarazada. Las cuantías pueden llegar a los diez mil dólares.
Como ha puesto de manifestó la resolución de la Corte Constitucional, la ley no puede recurrirse porque todavía no hay demanda.
Además de todos estos efectos se teme el contagio a otros estados que en el pasado aprobaron leyes similares del «latido del corazón» y que fueron tumbadas en los tribunales.
La situación tendrá un impacto importante en el próximo fallo de la Corte Suprema contra la ley de Misisipi de 2018. La Corte explicó en su breve comunicado que los argumentos se centrarán en la cuestión de si las prohibiciones de los abortos antes de la viabilidad del feto son constitucionales.
Biden quiere una ley federal que permita abortar hasta el nacimiento
En respuesta a la decisión de la Corte Suprema, la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que Joe Biden quiere que el Congreso apruebe una ley federal que haga legal el aborto hasta el nacimiento.
«Por supuesto, nuestro enfoque, y el del presidente, es reiterar nuestro profundo compromiso con el derecho constitucional establecido por el caso Roe v. Wade hace casi cinco décadas, y seguir pidiendo la codificación de Roe (ndr:convertir en ley lo indicado en la sentencia), algo de lo que el presidente y la vicepresidenta hablaron en la campaña», dijo Psaki. «Esto (ndr: la sentencia de ayer) subraya aún más la necesidad de avanzar en ese sentido».
Biden ha pedido a su Consejo de Política de Género y al Asesor Jurídico de la Casa Blanca que «lancen un esfuerzo de todo el gobierno para responder a esta decisión, poniendo la mira específicamente al Departamento de Salud y Servicios Humanos y en el Departamento de Justicia para ver qué medidas puede tomar el Gobierno Federal para garantizar que las mujeres de Texas tengan acceso a abortos seguros y legales, tal y como está protegido por Roe, y qué herramientas legales tenemos para aislar a las mujeres y a los proveedores del impacto del extraño esquema de Texas de ejecución subcontratada a partes privadas (ndr: que personas individuales puedan demandar)»
La vicepresidenta Kamala Harris, ha reaccionado también mediante la siguiente declaración:
Hoy entra en vigor una nueva ley en Texas que viola directamente el precedente establecido en el caso histórico de Roe v. Wade. Este ataque total a la salud reproductiva prohíbe efectivamente el aborto para los casi 7 millones de tejanas en edad reproductiva. Las pacientes de Texas se verán ahora obligadas a viajar fuera del estado o a llevar su embarazo a término en contra de su voluntad. Esta ley reducirá drásticamente el acceso a la atención reproductiva para las mujeres de Texas, en particular para las mujeres con bajos ingresos y las mujeres de color. También incluye una disposición inquietante que incentiva a los ciudadanos privados a demandar a cualquiera que ayude a otra persona a abortar.
La Administración Biden-Harris siempre luchará para proteger el acceso a la atención sanitaria y defender el derecho de la mujer a tomar decisiones sobre su cuerpo y determinar su futuro.
En 2020, alrededor de 54.000 bebés no nacidos fueron abortados en Texas, y cerca del 85 por ciento ocurrió después de la sexta semana de embarazo, según las fuentes oficiales del propio estado.
Los efectos de la ley son inmediatos y Planned Parenthood no realizará abortos mientras no se produzca una sentencia definitiva.
Gobernador tejano, católico converso
El actual gobernador de Texas, que firmó esta ley histórica, es un converso a la fe católica. Su conversión, de la mano de su esposa, fue un sostén fundamental tras el accidente que le dejó en una silla de ruedas.
Texas Governor Greg Abbott, who signed the Pro-life bill into law, which bans abortions after about 6 weeks of pregnancy, is a convert to Catholicism. pic.twitter.com/CLVZnKzCvE
— Sachin Jose (@Sachinettiyil) September 1, 2021