(Estefanía Aguirre) Doscientos sesenta y tres fieles –la mayoría jóvenes– se reunieron el 31 de octubre en la Basílica del Valle de los Caídos en reparación por sacrilegios a la Eucaristía cometidos en España en lo que va de año. Las convocantes quisieron aprovechar también para recristianizar una fiesta anglosajona importada como es Halloween, que al margen de su origen hoy bascula entre el consumismo y el esoterismo, llegando en algunos casos a ciertos actos satánicos.
Las organizadoras, seis jóvenes universitarias agrupadas bajo el nombre de Dearco (en homenaje a santa Juana de Arco), afirman que escogieron esta fecha por ese motivo. Se trata de María Riesgo, Lucía Botella, Idoya Zazu, María de Lucas, África Raposo y Teresa Gordillo. Ésta ha sido la segunda vigilia que han llevado a caboen el Valle.
«No tengo palabras para describir cómo me sentí, solo tenía la certeza de que cuando cantaba se me oía hasta el Cielo, y sentía que la Virgen sonreía desde allí», afirmó Teresa.
Los asistentes rezaron también por el futuro de la Basílica donde reposan más de 30.000 víctimas de ambos lados de la Guerra Civil –72 de ellas mártires, beatificadas o en proceso de canonización– todo ello custodiado por los benedictinos desde hace más de medio siglo.
La celebración comenzó con una Misa a las 16.30h presidida por el prior administrador del Valle y acompañada por un coro de antiguos alumnos de su Escolanía. Al terminar la Misa, fue expuesto el Santísimo en el altar. Éste quedó iluminado y se apagaron las luces de la Basílica hasta las 21.30h, hora en que concluyó la vigilia.
La Adoración, que tuvo lugar a los pies de la Cruz más grande del mundo, contó además con un segundo coro de voluntarios y dos sacerdotes de la comunidad benedictina que estuvieron oyendo confesiones hasta el final del evento.
Durante la celebración se nombraron varias localidades donde ha sido profanado Jesús en la Eucaristía en España en lo que va de año. Se leyó una oración de desagravio y se efectuó una comunión espiritual para comulgar las sagradas formas robadas.
A diferencia de la primera vigilia del pasado 26 de septiembre, esta segunda vigilia no pudo durar toda la noche debido al toque de queda dictado por el Gobierno. Para facilitar el cumplimiento de la normativa, los fieles tuvieron que acudir repartidos a lo largo de varios turnos debido a la imposición de una limitación al aforo.
África Raposo afirmó haber «disfrutado muchísimo» y añadió «el Señor, que me conoce, en el primer turno de Adoración, mientras rezaba y no podía controlar otras responsabilidades me dio un coscorrón y me dijo ‘Afri, esto es obra Mía, confía en Mí y no en tus fuerzas. Anda, estate quietecita y reza conmigo’».
«Fue entonces, cuando el Señor me cogió por banda, que empecé a disfrutar de la Adoración no solo en los momentos de oración sino también en los de organización, porque no es lo mismo con Él que sin Él», continuó.
Según Teresa, vivió esta Vigilia «con más intensidad» y pudo «descansar con mucha paz en el Señor».
«Cuando cantas en un lugar así, con esas dimensiones en la estructura del edificio, impone muchísimo y te sientes muy pequeña y débil para llenar con tu melodía todo el espacio», manifestó.
«Me ha encantado volver a organizar una Adoración tan bonita y especial con este motivo de la Víspera de Todos los Santos. Representados en el mosaico de la cúpula, todos ellos estaban intercediendo por nosotros. Con cariño incluyo a santa Teresa de Jesús, mi santa patrona y protectora», continuó. «Seguro que nos miraban desde allí con ternura hacia estas seis pobres amigas, quienes, con nuestra dificultad, aportando nuestro granito de arena queremos con esta iniciativa llevar a Cristo a todos».
Las chicas aún no han establecido fecha para la próxima Adoración, pero afirman que tendrá lugar en los próximos meses.
Para más información, el perfil de Instagram y Twitter de Dearco es @sjdearco donde irán informando de futuras vigilias y otras novedades.