(InfoCatólica) Como muy bien se encargó de recordar Mons. Héctor Aguer en una entrevista a La Nuova Bussola Quotidiana, el decreto por el que se pretende obligar a los fieles a comulgar en la mano, además de innecesario, «en sustancia es contrario a la disciplina vigente en la Iglesia y a la libertad de los fieles. Cualquier católico tiene derecho a comulgar de pie o de rodillas; en la mano o en la boca».
Por otra parte, no está claro que comulgar en la boca exponga más a los fieles a un posible contagio por Covid-19 que hacerlo en la mano, siendo esa la excusa pretendida desde un primer momento por el obispo de San Rafael para quebrantar el derecho de dichos fieles.
Todo ello no ha impedido a Mons Eduardo Taussig publicar otro decreto amenazando con sanciones canónicas a los sacerdotes que se atrevan a desobedecer sus dispociones contrarias al derecho de la Iglesia. El prelado no da nombres, como es preceptivo en toda amonestación canónica de dicha naturaleza
El obispo de San Rafael motiva la necesidad de escribir un nuevo decreto en el hecho de que el virus ya ha llegado a Mendoza y se expande rápidamente.
El prelado compara a que quienes le desobedecen con las insidias del Demonio y pide tomar la medicina de la humildad y el antídoto de la obediencia.
La Instrucción Redepmtionis Sacramentum de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, dicasterio vaticano que tiene más autoridad que los obispos y las conferencias episcopales sobre las cuestiones litúrgicas, indica en su punto 92 que «todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca».
Carta del obispo