(InfoCatólica) Mons. Hesse se ha unido al coro de voces heterodoxas que han decidido que no tiene valor la doctrina establecida definitivamente por San Juan Pablo II en la Carta Apostólica Ordinatio Sacerdotalis. En la misma, el Papa polaco sentenció:
Si bien la doctrina sobre la ordenación sacerdotal, reservada sólo a los hombres, es conservada por la Tradición constante y universal de la Iglesia, y es enseñada firmemente por el Magisterio en los documentos más recientes, no obstante, en nuestro tiempo y en diversos lugares se la considera discutible, o incluso se atribuye un valor meramente disciplinar a la decisión de la Iglesia de no admitir a las mujeres a tal ordenación.
Por tanto, con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia.
El arzobispo de Hamburgo, sin embargo, creyéndose con más autoridad que los Papas, el pasado 19 de agosto dijo que «hay que permitir que se piense y se discuta sobre los temas», dijo el arzobispo alemán el 19 de agosto.
Increíblemente argumentó que en «Ordinatio sacerdotalis» San Juan Pablo II se posicionó como una respuesta a quienes consideraban la ordenación de mujeres «abierta al debate». Pero precisamente, como se puede constatar en el texto, el Papa zanjó el deabte
El arzobispo Hesse dijo que en el debate sobre la ordenación de mujeres habían surgido nuevos argumentos que debían ser abordados. «La perspectiva histórica es una cosa, pero no lo es todo», dijo.
El arzobispo Hesse es miembro del foro sobre «La mujer en los ministerios y oficios de la Iglesia» en el proyecto de reforma del «camino sinodal» emprendido por la Iglesia Católica en Alemania. A los 54 años, es el arzobispo más joven de Alemania y es muy activo cuestiones como el cambio climático y la crisis migratoria en Europa. En nombre de los obispos alemanes, el arzobispo Hesse distribuyó 100 millones de euros y designó 800 edificios no utilizados de propiedad de la iglesia para viviendas de inmigrantes.
Ya antes del comienzo de la asamblea sinodal, se le preguntó si apoyaba la ordenación sacerdotal de mujeres y personas que no se identifican como hombres (o sea, transexuales), y respondió que entraba en la asamblea con una mente abierta. «Si los resultados ya están fijados desde el principio, entonces no tengo interés».
Que funden otra Iglesia
El papa Francisco ha dejado claro en repetidas ocasiones que la cuestión de la ordenación sacerdotal de mujeres fue zanjado por sus predecesores. E incluso en mayo el año pasado llegó a afirmar, en un encuentro con religiosas, que «el Señor no quiso un ministerio sacramental para las mujeres», añadiendo que quien opinara otra cosa era libre de fundar otra Iglesia:
«Caminamos por el camino firme y recto, el camino de la Revelación, no podemos andar por otro camino [...] Creo que esta es la respuesta: no [guiarnos] sólo por las definiciones dogmáticas o la [evolución] histórica, que nos ayudarán. Pero no podemos caminar fuera de la Revelación y las expresiones dogmáticas.... ¿se entiende esto? Somos católicos, pero si alguna de ustedes quiere fundar otra iglesia, es libre de hacerlo»