(NCR/InfoCatólica) «Nuestras opciones son limitadas. Ya hemos tenido cinco cremaciones-entierros, incluida una ayer», dijo a NCR el obispo James Anaparambil de Aleppy, en el estado sureño de Kerala.
La cifra diaria de muertos por COVID-19 en India superó los 1.000 el 9 de agosto por primera vez, junto con más de 62.000 casos nuevos, lo que le da a India la dudosa distinción de registrar la mayor cantidad de casos en el mundo ese día.
«Según el protocolo COVID, el hueco para poder enterrar debe tener 10 pies de profundidad» explicó el obispo Anaparambil, quien dirige la Diócesis de Aleppy, distribuida a lo largo de la costa del Mar Arábigo. «Pero no podemos cavar más de 2 pies debido al nivel del agua. Aparte de esto, hay mucho miedo de enterrar a las víctimas de COVID en los cementerios congestionados».
Aunque la ley canónica permite la cremación, los cristianos de la India rara vez incineran a los muertos, ya que se considera una costumbre hindú. El Catecismo de la Iglesia Católica dedica su punto 2301 al asunto: "La Iglesia permite la incineración cuando con ella no se cuestiona la fe en la resurrección del cuerpo (cf CIC can. 1176, § 3). Y las cenizas deben ser enterradas .