(Zenit/InfoCatólica) El Papa fue recibido por el obispo de Aosta, monseñor Giuseppe Anfossi, por el alcalde de Introd, Osvaldo Naudin, los vecinos del lugar, y los niños de la escuela de Introd, que le dedicaron una poesía y le entregaron un ramo de flores.
En el lugar se encontraban también unos cuarenta periodistas a quienes el Papa les aseguró que "serán vacaciones de descanso y también algo de trabajo, pero sobre todo descanso".
Los informadores también le preguntaron qué piensa del G8, celebrado en los días pasados en la ciudad de L'Aquila, y el pontífice respondió: "me parece que ha ido todo muy bien".
La casa del Papa, de piedra y madera, en la que transcurre estos días se encuentra a mil doscientos metros de altura y desde ella se puede ver el Mont Blanc, la cumbre más alta de Europa.
En estos días el Papa podrá dedicarse a la lectura y a la escritura, en particular, podría avanzar en la redacción del segundo volumen de su libro "Jesús de Nazaret".
Esta labor, así como la atención por los asuntos más urgentes del gobierno de la Iglesia, la armonizará con algunos paseos por senderos de las montañas más cercanas, bajo los dos mil, en los que suele rezar el Rosario.
En la casa se ha colocado, además, un piano para que pueda interpretar algunas de sus piezas favoritas, sobre todo de Mozart.
El resto del tiempo lo dedicará particularmente a la oración y a recibir a sus colaboradores y a algún viejo amigo. Los domingos mantendrá encuentros públicos con los fieles con motivo del Ángelus.
A su regreso de Les Combes, el Papa se dirigirá directamente a la residencia papal de Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma, donde trabajará el resto del verano.
El año pasado, el Papa eligió para el descanso veraniego Bressanone, en la región alpina italiana del Alto Adige. En 2007 estuvo en la localidad alpina italiana de Lorenzago, en los Alpes Dolomitas.