Estamos de Cuaresma, no de funeral


El Evangelio del primer domingo de Cuaresma nos indica que desde el comienzo de su vida pública Jesús predicaba: “Creed en el Evangelio” (Mc. 1, 15). Se dice que Mahatma Gandhi leyó la Biblia y concluyó que tenía que ser ficción porque no había conocido a ningún cristiano (aunque conocía a muchos que decían serlo). Durante la Cuaresma, ¿se nota que somos cristianos que creemos en una Buena Nueva o parecemos personas que están de funeral?

Si lloramos por haber ofendido al Señor con nuestros pecados (que hasta los veniales hieren Su Bondad), ese dolor nos debe llevar a echarlos de nuestra vida, no echarlos de menos como a los seres queridos que lloramos. Renovamos cierta disciplina en nuestras vidas, pero, si creemos en el Evangelio y queremos más a Dios que a los pecados que enterramos, no lo haremos añorando lo que sacrificamos. Además, se notará en nuestra sonrisa, como nos muestra este artículo de la Agencia Fides.


AFRICA/BENIN - “¡Sonríe, es Cuaresma"!: carta del Obispo de Natitingou

Natitingou (Agencia Fides) - “La palabra Cuaresma no significa tristeza, amargura, aridez… Es más bien un tiempo privilegiado de 40 días que la Iglesia nos da. En la Biblia el número cuarenta evoca un período particular en el que Dios nos invita a vivir con Él. ¡Estar con Dios, que felicidad! Pero ¿se puede ser feliz sin sonreír?”. Es la pregunta que plantea Su Exc. Mons. Pascal N’Koue, Obispo de Natitingou (Benin), en el periódico “Caminos diocesanos de Natitingou” de febrero del 2008.

Respondiendo a la pregunta “¿por qué sonreír?”, el Obispo explica que “la sonrisa franca y sincera expresa la sustancia de nuestro ser como creyente. El que no cree y no tiene ninguna esperanza en el Dios Amor permanece en la oscuridad. Por el contrario, quién ama y tiene conciencia de ser amado por Dios, vive en la alegría de Dios. Y todo en él es alegría. Esta alegría aumenta su dinamismo y es contagiosa".

Quien no sonríe se hunde fácilmente, nacen en él malos pensamientos, su corazón está en guerra con todo.
Quien sonríe, aún durante las pruebas, sabe que después de la lluvia llega el buen tiempo. “Al hombre que sonríe, incluso los obstáculos le sirven como escalera para crecer en santidad” afirma al Obispo, quien continúa: “Se nos da la Cuaresma para volver a Dios, volver nuestros corazones hacia Dios. Si nuestro entorno espiritual y moral está contaminado, se deben tomar medidas adecuadas".

El Obispo de Natitingou exhorta a recuperar la auténtica sonrisa al corazón de nuestras relaciones: “cuanto menos se sonríe, más aumentan las tentaciones, ¡ por tanto, sonreíd!… Ofreced una sonrisa a quien rechaza la vuestra, a vuestros vecinos o familiares que os ponen nerviosos, a vuestros superiores que, quizás, se han convertido en una cruz pesada para vosotros, a vuestro párroco, a vuestro Obispo… Se reconocerá en nuestra sonrisa si estamos viviendo bien la Cuaresma.

La Biblia no habla de sonreír, no nos dice que Jesús sonriera, sin embargo “si los niños corrieran detrás suya, es porque fácilmente les sonreía de forma generosa. Los niños huyen como de la peste de las personas que no les muestran un rostro sonriente. La sonrisa atrae más que el oro y la plata, sobre todo la sonrisa pura, inocente y desinteresada del niño, del pobre y del sencillo. Recordad la sonrisa luminosa de Juan Pablo II y de la Madre Teresa. Sí, cuando el corazón descansa en Dios, la sonrisa es cautivadora, celestial, divina“.

Mons. N’Koue exhorta: “rezad, ayunad, multiplicáis las obras buenas a vuestro alrededor, pero no olvidéis sonreír sobre todo a vuestros enemigos. Es Cuaresma, ayudaos recíprocamente, amaos, reconciliaos, perdonaos, dejad de perseguiros; en una palabra sonreíd de buen grado, porque la sonrisa hace todo más bonito“. Después de algunos consejos prácticos para vivir la Cuaresma, el Obispo exhorta a poner a Dios en el centro de nuestras vidas, de nuestras familias, de nuestras comunidades, y concluye: “Que en la alegría del Espíritu Santo, todos se vuelvan realmente hacia Dios cada día de la cuaresma". (S.L) (Agencia Fides 6/2/2008)

En el texto completo de la carta del Obispo (descargable en francés al pie de la página), dice además Mons. N’Koue que la Cuaresma se trata de “rezar mejor, de cumplir bien los deberes del estado de uno en la vida, de ser bondadosos con todos y de quitar todos los obstáculos para acercarse al sacramento de la Penitencia y de la Eucaristía”.

Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]: ¿Cree que los católicos sonreimos bastante durante la Cuaresma? ¿Por qué o por qué no?

Mañana: Sta. Inés de Praga - “se quedó en el desierto cuarenta días” (Mc. 1, 13)

10 comentarios

  
Noby
...no en un funeral...de personas sin fe,y disculpa la intromisión en el titulo.Estamos reflexivos no compungidos.Nos duele nuestro pecado pero es más fuerte la reconciliación y el perdón de Dios.Nos impacta la Pasión y Muerte pero puede más la victoria de la Resurrección."Misericordia quiero y no sacrificios".
01/03/09 11:24 PM
  
Antonio
...¿se nota que somos cristianos que creemos en una Buena Nueva o parecemos personas en un funeral, agobiados por nuestro propio sufrimiento y en un duelo perpetuo?

No creo que sea bueno generalizar. ¿Por qué las personas en los funerales por definición están "agobiados por sufrimiento y en duelo perpetuo"? Acabo de asistir a un funeral de una familia que perdió su hijo de diez días de nacido y había mucho sentimiento de pena pero no agobio y duelo perpetuo.
01/03/09 11:52 PM
  
María Lourdes
Noby, creo que explica muy bien la fuente de nuestra alegría cristiana, la Buena Nueva que nos trae el Señor y resalta bien el período de reflexión que supone la conversión cuaresmal.

Reconozco que el título podría haber sido más acertado, pero me parece que hay personas que asocian el tiempo penitencial de Cuaresma como uno que resulta en caras largas y un tiempo de poca alegría. Al menos, esa es mi impresión a veces. Sacrificarse en el sentido cristiano, creo yo, no es lo mismo que estar tristes. "Que vuestra mortificación no mortifique a otros", decía S. Josemaría Escrivá.
01/03/09 11:55 PM
  
María Lourdes
Antonio, antes que nada, mi más sincero pésame a esa familia y a los que estuvieron en el funeral que menciona. Uno mis oraciones a los suyos.

Estoy de acuerdo con usted que no es bueno generalizar y corregí un poco esa oración en el artículo. ¿Se entiende mejor ahora?

En el funeral de mi madre, mi familia sintió "pena y no agobio" (las palabras que usa en su comentario). Encontramos mucho consuelo en la Misa del funeral. Pero, muchos nos expresaron de maneras diferentes que pensaban que la muerte de mi madre iba a hundir a mi familia, que era una carga tremenda y que cómo íbamos a superarlo. Por mi fe cristiana no veía la situación de la misma forma, pero eso no quita de que otros lo vieran así y nos lo expresaran.

Reconozco que otros podrían haber tenido experiencias diferentes en funerales, pero esa fue la mía. Si otros que leen su comentario aprenden algo del punto de vista cristiano de los funerales, pues no será un desperdicio de mi error al no elegir bastante bien mis palabras. Por eso agradezco su comentario y el de Noby.
02/03/09 12:08 AM
  
Enrique
!Claro! como buen economista, tuvo que poner un título que le dejara satisfecho.
02/03/09 2:16 AM
  
María Lourdes
Enrique, pues no entiendo de finanzas, pero creo que ahora el título refleja mejor lo que quería decir: "de funeral", no "en un funeral". ¿Se le ocurre alguno mejor para expresar lo que quiero decir?

Entre los americanismos (mejor dicho anglicismos), los problemas léxicos y algún que otro error en el campo de la historia que me han corregido algunos comentaristas, pues sé que se nota que no soy periodista de profesión (ni pretendo serlo, ni me paga nadie por lo que escribo). Pero, le aseguro que escribo con toda sinceridad y sin intención ni de ofender ni de confundir ni de mentir y que seguiré corrigiendo lo que haga falta para expresarme mejor.
02/03/09 2:32 AM
  
ugl1820
En primer lugar, quiero darle las gracias por el bello comentario.

La pregunta que plantea tiene una facil respuesta. Ni sonreimos ni lloramos. La mayoría de los católicos "atraviesan" el periodo de cuaresma "sin pena ni gloria", es decir, no aprovechan los 40 días en los que recordamos el peregrinar de Cristo por el desierto para realmente convertirse y creer en el Evangelio.

Por un lado, debemos recordar lo que San Josemaría nos enseña en camino, que la gente, al vernos actuar, pudiese decir que llemos la vida de Jesucristo. Sin embargo, eso no significa que, cuando por ejemplo ayunemos, lo vayamos pregonando a los cuatro vientos o demos signos de debilidad. El mismo Jesús nos enseña que el único que debe saber que ayunamos es Dios.

Así pues, hagamos caso a las palabras del Santo Padre en esta cuaresma: más ayuno y oración. Sólo de esta forma la conversión será realidad.

+ CREDO IN UNUM DEUM
02/03/09 1:24 PM
  
María Lourdes
Ugl1820, muchas gracias por su reflexión. Me pareció interesante la expresión "sin pena ni gloria" que usó. El siguiente artículo se tratará justamente de esos 40 días que menciona.

Su recomendación de "más ayuno y oración", haciendo eco a las palabras del Santo Padre también me recuerda cómo Jesús dijo que hay ciertos demonios que sólo pueden ser expulsados con el ayuno y la oración.

Un saludo, y espero que siga contribuyendo al blog.
02/03/09 4:26 PM
  
Ana
Noby :muy bonito y muy positivo.
Maria Lurdes :me algra que se trate a la cuaresma como un tiempo fuerte y no algo restrictivo y tristón
02/03/09 5:25 PM
  
María Lourdes
Ana, gracias por su comentario. Le deseo a usted (y a todos) una santa Cuaresma llena de gracia divina.
02/03/09 6:31 PM

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