2.08.21

CXI. La resurrección de la carne

 

1366. –¿Por qué después de tratar detenidamente los siete sacramentos, pasa el Aquinate a ocuparse de la resurrección de los cuerpos?

–Después del estudio de los misterios de la Santísima Trinidad, de la Encarnación y sus efectos, los sacramentos, el otro gran misterio que se trata, en el postrer libro de la Suma contra los gentiles, es el de la vida del mundo futuro. Comienza este cuarto gran tema con la indicación de su relación con los dos anteriores, la Encarnación y los siete los sacramentos.

Los dos temas precedentes ya tratados y el de la vida del más allá se relacionan con los problemas del pecado y de la muerte, porque, como ya se demostró: «fuimos liberados por Cristo de cuanto incurrimos por el pecado del primer hombre, y, cuando éste pecó, nos transmitió no sólo el pecado, sino también la muerte, que es su castigo, según el dicho de San Pablo: «Por un hombre entré el pecado en el mundo, y por el pecado, la muerte» (Rm 5, 12)».

Y, por tanto: «es necesario que por Cristo seamos librados de ambas cosas, es decir, del pecado y de la muerte. Por eso dice San Pablo en el mismo lugar: «Si por la transgresión de uno, esto es, por obra de uno solo, reino la muerte, mucho más los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia reinarán en la vida por obra de uno solo, Jesucristo» (Rm 5, 17)».

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15.07.21

CX. El matrimonio

1352. –¿Qué es el matrimonio como sacramento?

–El capítulo, en el que Santo dedica al sacramento del matrimonio, el último sobre los sacramentos de la Suma contra los gentiles, comienza de este modo: «Aunque los hombres hayan sido restablecidos a la gracia, sin embargo, no lo han sido de inmediato a la inmortalidad» cuya razón ya se ha dado». En efecto, en esta misma parte, al tratar la conveniencia de la Encarnación, había explicado que, aunque Cristo redimió nuestros pecados, era conveniente que permanecieran las penas como la mortalidad y los padecimientos (IV, c. 55, respuesta a la vigésimo quinta objeción).

Añade ahora que se infiere que: «Lo que es corruptible no puede perpetuarse si no es mediante la generación», aunque lo incorruptible también podría generarse, aunque no para perdurar. «Luego, como convenía perpetuar el pueblo fiel hasta el fin del mundo, fue necesario valerse de la generación para realizar esto, la cual es también el medio para perpetuar la especie humana».

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2.07.21

CIX. El sacramento del orden

1339. –¿Por qué Cristo instituyó el sacramento del orden?

–En la Suma contra los gentiles, explica Santo Tomás que: «En todos los sacramentos de los cuales ya se trató, se confiere la gracia espiritual oculta bajo las cosas visibles. Pero, como toda acción debe ser proporcionada al agente, es preciso, pues, que administren dichos sacramentos hombres visibles que gocen de poder espiritual».

De manera que: «No pertenece, pues, a los ángeles la administración de los sacramentos, sino a los hombres, revestidos de carne visible. Por eso, dice San Pablo: «Pues todo pontífice, tomado de entre los hombres, es puesto en favor de los hombres, para aquellas cosas que es instituido para aquellas cosas que miran a Dios» (Hb 5, 1)».

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15.06.21

CVIII. La extremaunción

1325. –¿Era necesario la institución por Cristo del sacramento de la extremaunción?

–En la Suma contra los gentiles, Santo Tomás dedica a la extremaunción un capítulo, que sigue al ya examinado sobre el sacramento de la penitencia. Este nuevo capítulo lo comienza con la demostración de su utilidad y necesidad. Parte de la siguiente observación: «Como el cuerpo es el instrumento del alma, y el instrumento está al servicio del agente principal, necesariamente la disposición del instrumento ha de ser tal cual corresponde al agente principal; por eso, el cuerpo se dispone tal cual conviene al alma».

A continuación añade otra. Como el hombre, compuesto de cuerpo y alma, es pecador, «de la enfermedad del alma, que es el pecado, deriva alguna vez la enfermedad al cuerpo por justa permisión divina».

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1.06.21

CVII. El sacramento de la penitencia

San Raimundo de Peñafort

1311. –El bautismo, además de borrar el pecado original lo hace también con todos los pecados actuales, que se hayan cometido hasta su recepción. Según lo explicado, si se peca después de recibirlo, el bautizado ya no puede remediar su pecado por el bautismo. ¿Cómo puede volver al estado de gracia del bautismo?

–Explica Santo Tomás que: «como la abundancia de la misericordia divina y la eficacia de la gracia de Cristo no toleran que falte el remedio, fue instituido otro remedio sacramental que sirviese para limpiar los pecados. Y éste es el sacramento de la penitencia, que es como un cierta curación espiritual»[1].

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