El precepto dominical
El tercer mandamiento de la ley de Dios, “santificarás las fiestas”, expresa el deber moral que el hombre tiene de tributar culto a Dios. Como recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica: “Durante el domingo y las otras fiestas de precepto, los fieles se abstendrán de entregarse a trabajos o actividades que impidan el culto debido a Dios, la alegría propia del día del Señor, la práctica de las obras de misericordia, el descanso necesario del espíritu y del cuerpo” (n. 2185).
El mandamiento de la Iglesia, explica también el Catecismo en el n. 2180, determina y precisa la ley del Señor: “El domingo y las demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de participar en la misa” (Código de Derecho Canónico, canon 1247).
¿Cómo se cumple este precepto? “Cumple el precepto de participar en la misa, quien asiste a ella, dondequiera que se celebre en un rito católico, tanto el día de la fiesta como el día anterior por la tarde” (Código de Derecho canónico, canon 1248, &1). Ese “por la tarde” hace referencia a la víspera del festivo – que empieza “después de la hora nona”, o sea, no antes de las cuatro de la tarde del día anterior al festivo -.
¿Se trata de una obligación absoluta, que no admita excepciones? No. Evidentemente, las excepciones confirman la norma: “los fieles están obligados a participar en la Eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria (por ejemplo, enfermedad, el cuidado de niños pequeños) o dispensados por su pastor propio. Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado grave” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2181).

El autor de “Los médicos de Auschwitz. La historia de los ejecutores de la Solución Final” (Espasa, Barcelona 2025), Bruno Halioua, médico e historiador, es especialista en el nexo que vincula la medicina con el exterminio propiciado por el nazismo.
Veo un ejemplo de respuesta matizada a un problema complejo en el n. 2241 del “Catecismo de la Iglesia Católica". No me parecería buen criterio reducir cualquier juicio de la Iglesia sobre tan diversos temas que irrumpen en la actualidad de cada día a simples titulares. Habrá que pensar más, razonar más, callar más. Y hablar cuando sea inexcusable no hacerlo.
Pablo Cervera Barranco – Javier Pueyo Velasco, “Mirarán al que traspasaron”. Historia de la espiritualidad del Corazón de Cristo, Grupo Editorial Fonte, Burgos 2025, ISBN 978-84-100023-99-4, 618 páginas.






