InfoCatólica / La Puerta de Damasco / Archivos para: Abril 2022

25.04.22

Fiesta de san Telmo

Hoy se celebra en Tui, y en muchos otros lugares, la solemnidad del beato Pedro González Telmo, conocido como san Telmo. Es patrono de la diócesis de Tui-Vigo, de la ciudad de Tui y de los navegantes.

Esta fiesta, el lunes siguiente al lunes de Pascua, pone de relieve que los santos son el fruto de la Pascua. Lo que ha acontecido en Jesucristo, el paso de este mundo al Padre a través de la muerte y la resurrección, acontece también en sus discípulos cuando se vinculan a Él por la fe y los sacramentos, y reflejan esta nueva existencia en sus vidas. La culminación de esta identificación con el Señor tiene lugar, para aquellos que han vivido unidos a Él, en el momento de la muerte. Esto ha sucedido de manera paradigmática con san Telmo.

El Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia dedica una entrada a San Telmo, escrita por el P. Teodoro González García, OP. Merece la pena leerla, ya que nos acerca a la figura del santo. Nacido en Frómista allá por el 1190, estudiante en la recientemente fundada Universidad de Palencia y joven canónigo de la catedral de esta ciudad. Cuando celebraba su nombramiento “montado en un caballo ricamente enjaezado quiso recorrer la ciudad. El caballo se desbocó y le derribó en un lodazal. Oyó burlas y comentarios jocosos. Esto le ayudó a reconsiderar su vida y a darle un nuevo rumbo”.

Leer más... »

21.04.22

Domingo

El cuarto evangelio deja constancia de la aparición de Jesús resucitado a los suyos “al anochecer de aquel día, el primero de la semana” y, de nuevo, “a los ocho días” (Jn 20,19.26). El día primero de la semana, el primer día después del sábado, pasó a llamarse “domingo”, “día del Señor”, porque en ese día tuvo lugar la resurrección de Jesucristo de entre los muertos.

San Agustín comenta que “el Señor imprimió también su sello a su día, que es el tercero después de la pasión. Este, sin embargo, en el ciclo semanal es el octavo después del séptimo, es decir, después del sábado hebraico y el primer día de la semana”. Jesús resucitado inaugura la nueva creación y la nueva alianza y abre, asimismo, el día que no tendrá ocaso: la vida eterna.

Nadie vio el hecho mismo de la resurrección. Se trata de un acontecimiento transcendente que irrumpe en la historia. Benedicto XVI, usando una metáfora, dice que se trata de la mayor “mutación”, del salto más decisivo en absoluto hacia una dimensión totalmente nueva que se haya producido jamás en la larga historia de la vida y de sus desarrollos.

Leer más... »

16.04.22

Lecturas: R. Fisichella, Il nodo ligneo. Sul rapporto fede e ragione

Rino Fisichella, Il nodo ligneo. Sul rapporto fede e ragione, Edizioni San Paolo (collana Sub lumine fidei), Cinisello Balsamo 2021, 254 páginas, ISBN 9788892226043, 25 euros.

 

Il nodo ligneo. Sul rapporto fede e ragione es un nuevo volumen de la colección de escritos de Mons. Rino Fisichella, arzobispo presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, que la editorial San Paolo recoge bajo el título genérico Sub lumine fidei.

El subtítulo de la obra – Sul rapporto fede e ragione – nos sitúa ante la temática abordada: la relación entre fe y razón; relación que, a la postre, incide en el vínculo entre verdad y libertad. Una cita de la encíclica Fides et ratio de san Juan Pablo II abre la introducción a este libro: “Una vez que se ha quitado la verdad al hombre, es pura ilusión pretender hacerlo libre. En efecto, verdad y libertad, o bien van juntas o juntas perecen miserablemente” (FR 90).

El primado de la libertad, sin referencia a la verdad, resulta engañoso. Si la razón se debilita, la libertad se desvanece. Es preciso, entonces, retornar a la verdad para que la razón se fortalezca y, de este modo, poder caminar en la libertad. La dictadura del relativismo es aliada de la pérdida de autonomía personal y conduce a dejarse manejar por los intereses de los poderosos.

Restituir la fuerza de la razón es necesario para la misma fe. Así lo atestigua la encíclica Fides et ratio, que aboga por una razón que se abra a las aportaciones de la revelación y por una fe que supere el riesgo de dejar de ser una propuesta universal.

Mons. Fisichella plantea este volumen como un comentario a la Fides et ratio y, con esta finalidad, revisa e integra diversos estudios que había propuesto en diferentes ocasiones para “suscitar interés por la investigación y permitir a la razón y a la fe explicarse y comprenderse recíprocamente” (p.15).

Leer más... »

15.04.22

Ojos del Crucificado

¡Triste de mí que he cruzado
de la vida los senderos
por largo tiempo sin veros,
ojos del Crucificado!
Mas, de vuestra luz privado,
me fue contraria la suerte…
¡Ojos muertos del Dios fuerte,
olvidad viejos agravios
y haced que os besen mis labios
en la hora de mi muerte!

Leer más... »

11.04.22

Hacer bien el bien

En otro blog de este portal se informa de que un sacerdote, que ejerce su ministerio en el ámbito rural, ha celebrado - se sobrentiende que solo él - trece veces la Misa del Domingo de Ramos y que tiene proyectadas cuatro celebraciones para el Jueves y otras tantas para el Viernes santo.

Nada que objetar a la disposición personal de ese sacerdote, en lo que tiene de muestra de sacrificio y de dedicación; en definitiva, de amor a Jesucristo y al pueblo que se le ha confiado. No pretendo, en estas breves consideraciones, rebajar ni un átomo esos méritos.

No obstante, me preocupa que lleguemos a considerar que un horario de culto así establecido sea mínimamente normal. Objetivamente, no lo es. Sigue estando vigente el canon 905 del Código de Derecho Canónico que establece, como norma general, que “no es lícito que el sacerdote celebre más de una vez al día”. Y añade el mismo canon que “si hay escasez de sacerdotes, el Ordinario del lugar puede conceder que, con causa justa, celebren dos veces al día, e incluso, cuando lo exige una necesidad pastoral, tres veces los domingos y fiestas de precepto”. Esa es la norma, que no debería convertirse en la excepción.

¿Por qué una ley así? Entiendo que la finalidad de la misma es velar por la verdad de los sacramentos y de todas las celebraciones del culto. Es tan precioso el culto a Dios que debe ser tratado con esmero. Santo Tomás de Aquino decía que “en los signos sacramentales no debe haber falsedad. Ahora bien, es signo falso aquel al que no corresponde la cosa significada” (Suma de Teología III, 68, 4).

Leer más... »