Ojos del Crucificado

¡Triste de mí que he cruzado
de la vida los senderos
por largo tiempo sin veros,
ojos del Crucificado!
Mas, de vuestra luz privado,
me fue contraria la suerte…
¡Ojos muertos del Dios fuerte,
olvidad viejos agravios
y haced que os besen mis labios
en la hora de mi muerte!



¡Ojos de Cristo, miradme!
¡Ojos muertos, conmovedme!
¡Ojos tiernos, atraedme!
¡Ojos llorosos, bañadme!
¡Ojos sin luz, alumbradme!
¡Ojos piadosos, seguidme
por donde mi planta yerra,
y por el haz de la tierra
hacia el cielo conducidme! Amén.

Fuente: Liturgia de las Horas

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