472 - PREPARANDO RIO+10 (III)

PREPARANDO RIO+10 (III)

Fuentes: Propias

Por Juan C. Sanahuja

Cada año tiene para la ONU una meta, un objetivo. En el año 2001 la finalidad declarada fue la de destruir la familia sustrayendo a los niños de la autoridad de sus padres, en nuestras páginas hemos seguido este proceso global que aún no ha terminado. El objetivo de la ONU, y la constelación de ONG's que con ella trabajan, era consolidar su propósito en la Cumbre de la Infancia programada para septiembre pasado. La reunión fue suspendida por los criminales atentados terroristas de New York. La Cumbre sobre la Infancia, para conmemorar los 10 años de la segunda versión de la Convención de Derechos del Niño, se realizará en mayo de este año. (Vid. Noticias Globales 459).

Sin embargo, este año ya tenía fijado el objetivo. Centrado en la Cumbre llamada de Río+10, (Sud Africa del 26-08-2002 al 4-09-2002, las fechas anteriores eran del 2 al 11 de septiembre), la meta es terminar de tejar los últimos acuerdos en orden a afianzar no sólo las políticas de control de población sino también un nuevo orden social para el mundo entero.

En efecto, en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable (siglas en inglés WSSD), -ese es su nombre oficial-, el proyecto de dominio mundial de los países del norte ha centrado gran parte de sus esperanzas para imponer a todas las naciones, con categoría de dogma, una tríada indisoluble: 1) nuevos derechos humanos (entre ellos los llamados "reproductivos", -anticoncepción y aborto-); 2) desarrollo sustentable (perspectiva de género, sociedades sustentables, salud sustentable, educación sustentable, etc); 3) conservación del medioambiente para las generaciones futuras, (es decir, reservar parte del mundo para que lo exploten los países ricos).

Dándole unidad a estos tres aspectos aparece ya un nuevo culto religioso o casi religioso, llámese Carta de la Tierra o con cualquier otro nombre.

Aunque en borradores posteriores de la Carta se ha tratado de moderar sus afirmaciones, reiteramos lo que hace un tiempo publicamos en estas páginas, porque entendemos que conserva toda su validez:

La Carta de la Tierra es un documento pensado en el seno del Consejo de la Tierra que preside Maurice Strong, ex-subsecretario general de la ONU, conocido impulsor de políticas compulsivas de control de natalidad. Del mismo consejo forma parte el ex premier soviético, que ahora vive en Suiza, Mikhail Gorbachov, fundador de la organización Cruz Verde Internacional. También intervinieron, entre otros, en su redacción el ex-Director General de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, Mercedes Sosa, y los difuntos Paulo Freire y Bella Abzug, entonces presidenta de WEDO, la Organización para el Desarrollo de las Mujeres y el Medio Ambiente, una de las poderosas ONG's con status consultivo en las Naciones Unidas, que busca, entre otras cosas, el reconocimiento del aborto como derecho humano y la equiparación de las parejas homosexuales a las heterosexuales.

La Carta de la Tierra fue presentada y aceptada por el Secretario General de las Naciones Unidas e incluida entre los documentos a aprobar por los Jefes de Estado en la Cumbre de la Tierra+5 (Río+5, Asamblea General de las Naciones Unidas, 23 al 27 de junio de 1997). Pero a pesar de que la falta de tacto de los funcionarios del Consejo para el Desarrollo Social, hizo que la oposición del bloque de países llamado Grupo de los 77 hiciera fracasar la iniciativa, la Carta de la Tierra no fue enterrada en junio de 1997 en Nueva York, sino que sigue en pie y goza de buena salud.

La Carta de la Tierra, como indica Gorbachov, es "el manifiesto de una nueva ética para el nuevo mundo", un verdadero "Decálogo de la Nueva Era", base para un código de conducta universal que deberá regir al mundo desde el año 2000. "Estos nuevos conceptos -dijo el ex premier soviético y antes jefe de la KGB-, se deberán aplicar a todo el sistema de ideas, a la moral y a la ética y constituirán un nuevo modo de vida. El mecanismo que usaremos, será el reemplazo de los Diez Mandamientos, por los principios contenidos en esta Carta o Constitución de la Tierra".

La Carta de la Tierra es un manifiesto materialista y pagano, es más, panteísta, que entre otras cosas intenta controlar férreamente la población mundial. Una de las explicaciones que le encuentran los expertos a este documento, es la de disfrazar de elevadas intenciones, -por el bien de la humanidad-, el proyecto de convertir grandes extensiones del planeta en el almacén de materias primas que asegure el sostenimiento de los hábitos opulentos de consumo de unos pocos privilegiados.

Si no es así, ¿por qué habla, con el acostumbrado lenguaje antinatalista de la ONU, de modos de "reproducción que respeten los derechos humanos y las capacidades regenerativas de la tierra"?. ¿Se impondrán cuotas de población a ciertas zonas del planeta, para preservar los recursos naturales?.

¿Por qué la insistencia de la Carta en conceptos que la ONU utiliza para disfrazar sus políticas de control de natalidad y sus proyectos de reingeniería social, como la equidad de género y la salud reproductiva y sexual de las niñas y las mujeres, como pre-requisitos para desarrollo sustentable?.

"La tierra, cada forma de vida y todos los seres vivientes poseen un valor intrínseco. Se debe garantizar el respeto y su cuidado", dice la Carta en su primer punto. Pero, ¿se desprende de esto que sólo el hombre tiene derechos absolutos, que le han sido dados por el Creador?, o por el contrario, ¿las piedras, las plantas y los animales, tendrían los mismos "derechos" que el hombre?. (Continúa).