203 - EL CAIRO+5: PRIMER BALANCE

EL CAIRO+5: PRIMER BALANCE. Quienes resistieron.

Fuentes: Documento oficial, ONU A/S-21/5 (3-7-99) e Informe general del International Institute for Sustainable Development, (5-7-99)

Por Juan C. Sanahuja

La sesión especial de la Asamblea General de la ONU llamada El Cairo+5, que acaba de terminar el pasado día 2 de julio, en New York, no ha hecho más que confirmar los peores pronósticos para el respeto a la familia y la vida humana.

De hecho, como dijimos en Noticias Globales, se ha cambiado el Programa de Acción de la Conferencia de El Cairo de 1994. La asamblea había sido convocada para "la revisión y valoración de la ejecución del Programa de Acción de la Conferencia Internacional de El Cairo sobre Población y Desarrollo" y de ninguna manera para cambiar el Programa.

La insistencia de los países del Norte en adoptar el lenguaje de la IV Conferencia sobre la Mujer de Beijing (1995) ha llevado a que se acepte en este nuevo documento que los llamados derechos reproductivos y sexuales de las mujeres y las niñas, que incluyen el "derecho" aborto "seguro y accesible", son derechos humanos. También, siguiendo la línea del Plan de Acción de Beijing el documento niega el derecho de los padres a la educación de sus hijos en materias sexuales y reproductivas, consagrando el derecho a la confidencialidad de los menores que acuden a servicios de salud reproductiva, que incluyen el aborto. Niega también el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales de la salud; e incluye en los servicios de planificación familiar la llamada contracepción de emergencia, imponiendo de este modo un nuevo nombre oficial para el aborto químico.

El plan exige a los padres y educadores de todos los niveles, la educación en la perspectiva de género. Las excusas son las de siempre, erradicar el asesinato de niñas por nacer (aborto por elección de sexo, aunque nada dice de esa elección en casos de fecundación artificial), la mutilación genital femenina y otros tipos de violencia inaceptable contra las mujeres y las niñas. Pero, esos tipos de violencia no justifican que se explique la sexualidad en base a influencias culturales, negando las diferencias naturales, como implica la teoría de la perspectiva de género.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), la UNICEF, el ONUSIDA, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos (UNCHR), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el mismo Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP) se convierten por este documento, no sólo en los impulsores y promotores del plan, sino en vigilantes universales de su cumplimiento.

Como ya informamos, también hay que objetar la redacción final del documento (ONU, A/S-21/5), elaborado el último día de sesiones por funcionarios de las Naciones Unidas y 25 ONG's, de éstas damos los nombres en este servicio.

Australia hizo una declaración, que se incluye en el documento final, diciendo que sus políticas no son las de proveer asistencia o apoyo a los servicios de aborto o a las drogas abortivas.

China insistió en la defensa de su soberanía en general, dejando sentado que el documento y sus metas serían ejecutados en tanto no se opusieran a ella. La misma advertencia incluyeron en el documento, salvaguardando especialmente su soberanía respecto a los valores éticos y religiosos, Quatar, Kuwait, Sudán, Jordania y Marruecos.

Quatar y Guatemala hicieron reservas generales al documento; Kuwait, Yemen y los Emiratos Arabes Unidos, reiteraron las reservas hechas en El Cairo (1994); Jordania, Malta, Irán, Argentina, Nicaragua, Libia, Marruecos y Sudán hicieron reservas parciales al documento. De este modo -al menos por ahora- se retrasa la pretensión del Fondo para la Población de la ONU de conseguir un acuerdo sin reservas. Sin embargo, por lo que hemos visto hasta ahora, esas reservas tienen muchas lagunas. Al menos, Argentina sigue sin manifestarse claramente sobre la anticoncepción de emergencia (abortiva), quizás porque su legislación nacional la autorizó.

Según en diario Avvenire de Milán, la IPPF corrió con los gastos de muchas delegaciones de países pobres, con la condición de dar su apoyo a los propósitos del FNUAP y de la misma IPPF.

La Santa Sede hizo una larga declaración interpretativa reafirmando las reservas hechas en El Cairo (1994). Esta delegación tuvo que sufrir múltiples presiones. Valgan dos ejemplos, por un lado, el espacio dedicado por el New York Times, el 2 de julio, a las 127 ONG's feministas, que -según ese diario- piden no ya el cambio de status de la Santa Sede, sino su expulsión de la ONU. Por otro lado, pueden verse en internet algunas de las mesas redondas, conferencias y declaraciones, hábilmente publicitadas en las páginas oficiales de organismos de la ONU, de ministros de otras religiones e incluso algún sacerdote católico, en contra de lo sostenido y defendido por la Santa Sede. FIN