La nauseabunda INMORALIDAD del mundo Occidental.
Sí. Este mundo “democrático-liberal", el de “la libertad, la fraternidad y la igualdad"; el “primer mundo": el “genocida” mundo, el “suicida” mundo, el “blasfemo” mundo, el “infumable” mundo, el “inmoral” mundo, el “pervertido” mundo, el “masonazo” mundo, el “ATEO mundo” -que de ahí viene todo lo demás, como de su “pecado original"-, entregado positivamente a Satanás en cuerpo y alma: al demonio, sí; a Dios, NO.
Un mundo DÉBIL -hasta en el pensamiento; cualificado “débil", pues ni siquiera pretende “dar para más": se rinde a los sentidos y a las ideologías-, por AUTODEBILITADO. Un mundo SIN SOLUCIONES REALES -sin VERDADERAS soluciones-, porque se ha soltado de Dios, proclamado LIBRE y AUTOSUFICIENTE…, por esclavizarse a Lucifer y al pecado; y, por tanto, un mundo ENTREGADO, DERROTADO por sí y en sí mismo.
Un mundo de PASIONES SATISFECHAS hasta más allá de la SACIEDAD, hasta el VÓMITO, por transpasar y romper todos sus límites; y que a la PERSONA le genera, lógica y necesariamente, la INSATISFACCIÓN más ABSOLUTA: hasta llegar al suicidio, asistido o sin asistir -es decir, ante testigos y autores a cargo de la SS, o en solitario: como en cualquier clínica veterinaria, o como un perro abandonado-, porque la “calidad de vida” ya no da para seguir “satisfaciéndose a modo y manera": ya, ni siquiera puede “como la cerda lavada“, volver “a revolcarse en el cieno“.