"Bajada de pantalones", con perdón. (por lo civil y lo eclesiástico).

He especificado “por lo civil y lo eclesiástico", porque son dos mundos distintos esencialmente; aunque, tal como están discurriendo las cosas, lo eclesiástico es cada vez más un remedo de lo civil. Fatalmente, y por desgracia. Porque, como sucede también a nivel personal, cuanto menos se mira a Cristo y menos se cuenta con Él, más se mundaniza -y se animaliza, por tanto-, uno; sea persona o Institución, divina o humana.

Como así están las cosas, me voy a centrar en “lo eclesiástico", que es mi mundo más directo: ¡que  soy sacerdote! Y ahí vamos. Y de rebote, ya caerá algo para el mundillo de lo civil.

El insigne secretario de la CEE y gran portavoz de la misma, mons. Luis Argüello, no solo ha dicho que los señores obispos asumen corporativamente la nota de sus coleguis catalanes, sino que le añaden “matices": sumando siempre, que es lo suyo. En qué dirección lo hacen, esa es otra historia; de la que también hablaremos, como es lógico, si nos da tiempo.

Lo primero que señala es que ambos, “los catalanes” y “los conferenciantes” -o sea, “los restos de la propia Conferencia"-, están en el mismo carro; aunque alguno -gracias a Dios-, ya se ha bajado y se ha soltado de la manita inicua del resto; y ha largado lo que tenía que largar, como era su obligación. Como ejemplos, mons. Sanz y mons. Cerro, dos grandes figuras del episcopado español. Hay más.

O sea -y es lo que apostillan los señores obispos por boca de Argüelles-, hay que estar: “por el diálogo"; “por la aplicación de la ley”; “porque se respete la justicia”, con “el respeto de la división de poderes”; “porque no haya actitudes inamovibles”; “porque se genere un clima de amistad civil y de fraternidad”; “porque este problema no puede resolverse solo desde el sentimiento, (…) que [además] no se puede elevar a categoría jurídica”; y, finalmente, por “el respeto al ordenamiento jurídico vigente”. Amén. Aleluya: que por algo son obispos.

¡Átenme ustedes toda esa colonia de moscas invasoras por el rabo, una a una! O a la vez; como gusten. Porque no se pueden colocar más poquedades intelectuales, ni más inanes e ilógicas contradicciones a la vez, amontonadas una sobre otra.

Por supuesto: ni una sola palabra que diga relación a la Moral Católica, a la Iglesia Católica, a su Doctrina, a la conciencia de fieles y jerarcas… Absolutamente NADA de lo específico del mundo eclesial, máxime estando como estamos en el orden jerárquico.

Y todo, como el señor portavoz especifica, en favor y en virtud del “logos", del que participa el “diálogo": había que darle un “toque” pseudocultural al lío, por si colaba, pues siempre hay gente que se queda en los trampantojos -que tienen su aquel artístico-, tomándolos por la realidad; que para eso se ponen: para ocultarla.

No se pueden decir más tonterías en serio, acompañado del gesto compuesto para el caso, que es el adecuado: cuanto más se miente, más en serio se dicen las cosas y más énfasis se pone en ellas. Para compensar y mejor colar. En esto, y hasta ahora, todas las medallas eran para los de lo civil.

Y ahí estamos, por lo civil y por lo eclesiástico, desde hace muchísimos años. En lo civil, ya se ha convertido en su ADN y en su más señalada seña de identidad: la MENTIRA y la CORRUPCIÓN que genera: inseparables de suyo, pues la misma mentira ya es corrupción. En lo eclesiástico se está en ello; eso sí, aprendiendo más que rapidito.

Porque vamos a ver, alma y obispo católico de Dios: ¿se puede afirmar, como si se estuviese diciendo lo más obvio que hasta yo lo entendiese, que “estos” indultos, son camino o fruto de “diálogo"?

Porque, si así fuese, ya sabemos cómo se han gestado: en un “contubernio” -si se le quiere llamar “diálogo", el que lo califica de ese modo tiene un problema con el castellano, por no decir con la MORAL, pues miente miserablemente-, en el que la parte que debería poner las condiciones y no apearse de la justicia -y el resto de cosas apuntadas anteriormente tan en serio-, “se ha bajado los pantalones"… ¡en las ropas del resto de los españoles!

¡Si es lo primero que han dicho los disfrutones de los indultos: “es un signo de DEBILIDAD del Estado Español”! Más claro, agua; aparte que “del enemigo el consejo”. Y lo han clavado. 

Pero lo he titulado “contubernio” a propósito, porque ha sido un dialoguito a escondidas -por tanto y en sí mismo, vergonzante-, y solo con una parte, la más pequeña no ya de España, sino de la propia Cataluña: “los separatas de nómina y pedigrí". Justamente -pero debe ser casualidad: no me sean mal pensados-, la parte que necesita COMPRAR el Presi que nos presi para seguir de Presi. Tal cual.

Pero, para mayor indignidad, ya se ve que no era un contubernio “a dos” -gobierno y separatas-, sino “a tres": gobierno separatas e Iglesia, Católica para dar todas las señas. Y si no estaban en el contubernio, aún peor… por tontos con pedigrí y máster.

Siendo esto así, que lo es, ¿se puede hablar en serio de “respeto a la justicia", a “la separacion de poderes", y de “aplicación de la ley", para aplaudir hasta con las orejas, servilmente, a los poderes públicos que contubernian a morro? 

Y ya que estamos en el ámbito de la Iglesia por obra de su Jerarquía, ¿estos aplausos no serán una inmoralidad más que cualificada? O sea: algo pecaminoso, moralmente ilícito, además de escandaloso, por parte de estos señores a los que representa su secre y portavoz. Porque da toda la impresión, oigan.

¿Los señores obispos no recuerdan las durísimas palabras contra los nacionalismos del santo papa Juan Pablo II? Claro que si las recordasen aún sería todo más escandaloso. ¿No recuerdan que TODOS los obispos españoles firmaron un documento conjunto afirmando que la UNIDAD de ESPAÑA era un BIEN MORAL? ¿Ha dejado de serlo porque le interese al Presi, tanto al civil como al eclesiástico?

¿Con esta “bajada de pantalones” -dicho sea en tono coloquial-, “se genera un clima de amistad civil y de fraternidad"? Bueno, si es entre el Presi y los separatas, afirmativo. Pero, fuera de ese marco… Ustedes mismos.

¿La concesión de los indultos no es elevar, de hecho, el sentimiento a categoría jurídica, en contra de la afirmación del portavoz, que así lo denuncia? ¿Contradictio in terminis?

¿Lo de “actitudes inamovibles” significa que las leyes han de ser cambiadas, sí o sí, por lo civil, a conveniencia de los gobiernos de turno, según y con quién tengan que pactar para seguir en el poder a como dé lugar?

Por cierto, y ya que estamos en el contubernio: ¿no podríamos hacer lo mismo con los Mandamientos? Nos ahorraríamos muchos problemas de conciencia, horas de confesonario, todo el mundo iría a comulgar, nada de urgencias a la hora de la muerte, etc.

Es más: decimos que todo lo que la Iglesia ha enseñado y exigido hasta ahora ya no vale: y ¡a correr!, que son cuatro días.

No han podido errar más, ni más dañinamente. No han podido hacer más estropicio, si cupiese tal cosa. No han podido salirse fuera de la Iglesia de un modo más inicuo. Ni más gratuitamente.

¿Qué le va a la Iglesia lo de los indultos y los líos políticos entre el Presi y los separatas, a costa del resto de españoles? Absolutamente NADA. ¿Qué necesidad tenía la Iglesia, por mor de sus jerarcas, de meterse en ese charco y rebozarse de negro y asqueroso cieno? NINGUNA. Porque esto no es lo mismo que lo que están ventilando los Obispos de EEUU respecto a la Sagrada Comunión de los católicos, que ya basta de recochineo. 

¿Pero esto? No han encontrado mejor medio para alejarse de la gente buena que aún queda en la Iglesia, y que es la que les suelta la mosca. Porque es vomitivo lo que han hecho. Además de INMORAL “a radice".

Es lo que tiene jugar con fuego: que te quemas. Da la impre de que se han puesto a jugar con una barbacoa que se les ha ido de las manos… y se han chamuscado casi todos ellos.

¿Tendrá arreglo la Iglesia Católica? Vamos a ponernos en manos del Señor y de su Santa Madre, la Virgen María.

Y ofrezcámonos de corazón por su Iglesia Santa, aunque sea con toda nuestra poquedad.