¿Cómo se hace para amar?

Fray, Còmo se hace para amar? si uno se reconoce imposibilitado y ademàs de eso no logra atisbar en el otro ( cualquier humano) algún indicio de que es amable. Còmo es que se tiene el deseo de amar sabièndose incapacitado. No sè si me hago entender. –LV

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Si entendemos el amor como sentimiento agradable que nos hace disfrutar de la presencia de otra persona, ese tipo de amor no tiene uno cómo producirlo de la nada. Ese tipo de amor podemos decir que depende de su “objetivo” o “meta,” o sea, depende de que la persona a que se dirige sea “amable.” Observemos que la palabra “amable” tiene la misma estructura de palabras como “pensable,” “dibujable,” “construíble” y las de ese género. Todas esas palabras indican algo que se puede hacer. “Amable” quiere decir entonces: alguien a quien se puede amar; y la idea va más allá: que no sólo se puede amar sino que invita a ser amado.

Entendemos entonces que el amor-sentimiento depende de lo que uno vaya a amar y por consiguiente es en la práctica imposible hacerlo surgir. Es como si a uno le dijeran: “Tiene que enamorarse de tal persona, y además tener detalles de amor y ternura con ella.”

La Biblia tiene un enfoque diferente, en tres aspectos:

(1) El amor de que nos habla la Biblia sólo existe en aquellos que se han descubierto amados, intensa, infinitamente amados por Dios. La fuente no está en el ser humano porque el ser humano básicamente responde a estímulos, como hemos visto con el amor-sentimiento. “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados” (1 Juan 4,10). Por ello mismo, el modelo de amor, según la Biblia, no implica reciprocidad ni mérito. Cristo nos llama a amar de esa manera: “…para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.” (Mateo 5,45)

(2) La expresión máxima del amor no está en las palabras o las caricias sino en buscar con toda fuerza el bien de la persona amada, hasta entregar la propia vida si es necesario. “No hay un amor más grande que el dar la vida por los amigos [que debiera mejor traducirse: los que uno ama, con amor como el de Cristo]” (Juan 15,13). El amor “bíblico” se concentra en las obras, en el bien que es posible y apropiado hacer en favor de la persona amada. Por eso Cristo nos dice: “Amad a vuestros enemigos” (Mateo 5,44). Claramente al mandarnos que amemos así, Cristo no nos está diciendo: “Sentid cosas bonitas por los que os tratan mal;” ese amor más bien es: “Haced el bien posible y apropiado por aquellos que lo necesiten, incluso si son vuestros enemigos.”

(3) El amor de que nos habla la Biblia no se concentra en lo que yo siento sino en lo que la otra persona necesita. Por eso Cristo, cuando le preguntan, ¿quién es mi prójimo?, o sea, ¿Quién es ese al que se supone que debo amar?, responde con la historia de una persona en grave necesidad. Es lo que está en la parábola del buen samaritano (Lucas 10,25-37). Este aspecto del amor, según la Biblia, implica que amar no necesariamente significa complacer. En muchas circunstancias amar puede implicar contradecir, corregir, oponerse o denunciar; porque uno lo que está buscando es el bien necesario a la otra persona, incluso si ella no lo conoce o no lo desea. Es como cuando la mamá pide que sea vacunado su bebé aunque el bebé llore un poco.

¿Ese tipo de amor, que hemos llamado “bíblico,” es posible? Por supuesto, si recordamos el orden de los puntos expuestos: empezar por la experiencia del amor de ese Dios que nos ha creado, perdonado, ungido y que nos llama a la plena comunión de vida y gozo en Él. Por eso nos dice San Juan: “Esta vida se manifestó. Nosotros la hemos visto y damos testimonio de ella, y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y que se nos ha manifestado. Les anunciamos lo que hemos visto y oído, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.” (1 Juan 1,2-3).

7 comentarios

  
Palas Atenea
Me parece excelente este post porque el amor está siendo manipulado y su sentido parece unívoco cuando existen muchas clases de amor y el Evangelio solo habla de uno. El amor al amable es universal y no necesita ser explicado porque es natural en cualquier ser humano, pero el amor dirigido a otra persona no amable, incluso no conocida, tiene una respuesta, no por parte de él, sino por parte de Dios. Aunque Dios esté presente en cualquier clase de amor en éste es Él quien se encarga de responder, porque puede no haber respuesta de la persona favorecida y, en realidad, el que ama tampoco la espera.
La respuesta al Samaritano de la parábola no tiene porqué venir del herido, pero siempre vendrá de Dios.
Gustavo Bueno, el filósofo, decía que el término solidaridad siempre tenía que ser bilateral o no era solidaridad porque ésta es siempre ayuda mutua; el amor, en cambio, puede ser unilateral, a no ser que entendamos que el Amado es Dios.
El amor de ágape puede ser contestado por la persona amada de muchas maneras, también con el odio, porque el receptor puede no estar a la altura del dador, pero siempre tiene a Dios por respuesta. Es amar a Dios a través de otro que nos necesita y ese otro, en último término, siempre es Dios.
28/08/17 6:35 PM
  
Juan Pablo lizcano
Tenía muchas preguntas y dudas respecto al tema del amor . Las cuales quedan todas resueltas . Fray Nelson Gracias . Que la Santísima Trinidad y nuestra Virgen María lo cuiden en su caminar .
28/08/17 8:26 PM
  
Juan F
Gracias Fray Nelson!
Usted lo ha expuesto muy bien... así el amor es una decisión... y no un sentimiento... en la medida en que me dejo amar por Dios, es decir lo dejo entrar en mi vida y ser lo más importante, en esa medida se ama al prójimo con ese mismo amor que Dios me manifiesta y del cual empiezo a ser consciente... algo similar pasa con el perdón... que igual termina siendo una decisión y no un sentimiento.
28/08/17 8:28 PM
  
Charo García
Creo que es una explicación excelente. (...)
Pero me resulta sorprendente; cómo a veces es posible transformar de la noche a la mañana, un amor totalmente fraterno en un amor increíblemente pasional. (?)
Gracias a Dios, que ese tipo de "amor" así cómo llega se va al no encontrar cabida en la realidad de las personas, que buscan seguir por el Camino de Cristo.
Quedando en algo totalmente subjetivo; imposible de comprobar por lo tanto denunciar, aun por el bien de la persona amada.
Creo que solo se debe continuar en oración, en el Apostolado de Reparación para que el Espíritu Santo traiga desde el Cielo la solución.
Y con intercesión de Maria Santísima, el enemigo malo sea vencido, ante la fuerza del Verdadero Amor.
29/08/17 2:07 AM
  
Juan Andrés
El ágape, distinto al eros y al filo, es ese amor del que nos habla Cristo. Y en estos tiempos de tanto horizontalismo es necesario tener presente que no se puede amar al prójimo como nos exige Dios, distinto a cualquier filantropía o solidaridad natural, sin previamente amarlo a él. San Juan en su 1ra. Carta lo explica bien: 2En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos. 3 Porque éste es el amor de Dios: que, guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son pesados; 4 porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo; nuestra fe. 5
En buen romance, si no cumplimos sus mandamientos no amamos a Dios y si no le amamos jamás podremos amar (ágape) al prójimo. Por ese tienen que tener cuidado aquellos que se contradicen rebajando los mandamientos a meras fórmulas que pueden cumplirse según circunstancias de coyuntura y que al mismo tiempo exigen amar al prójimo. No es posible. Muy buen artículo don Fray.
29/08/17 10:41 PM
  
MARCO
Como dice la cancion " amar es entregarse, olvidandose de si, buscando lo que a otros pueda hacer feliz",,,,, jesus como verdadero hombre vino a enseñarnos a amar, ya me lo imagino en la cruz, en medio de su agonia y casi sin poder hablar, en medio de gemidos diciendo " padre derdonales por que no saben lo que hacen", Hemos venido a este mundo con una mision, pero tambien con un objetivo muy claro, a aprender amar, por eso inclusive DIOS permite pruebas grandes, situaciones graves, enemigos acerrimos, porque es la unica forma de aprender a amar realmente, muchos logran hacerlo, muchos ven detras del dolor la excusa perfecta para aprender a amar, pero el amor debe ser probado en el fuego, por eso los desiertos en la vida logran mostrar que es lo que realmente hay en un corazon, si es un amor real o un sentimiento pasajero y acomodado al querer personal. AMOR=CRUZ,,,,, SOLO CRUCIFICADOS APRENDEREMOS A AMAR, la cuspide del amor esta en la cruz plantada al pie del calvario
31/08/17 1:06 AM
  
JUAN ARMANDO COLLAZOS SERRANO
Me encantan las exposiciones de Fray Nelson por su equilibrio, su precisión, serenidad y su acervo de conocimientos. Nos da riquísima enseñanza. Gracias, muchas gracias, Fray Nelson por tanto bien que nos hace. Me encantaría conocer su pensamiento sobre las supuestas siete herejías que un grupo de eminentes señores le atribuyen al Papa Francisco y quisiera saber en qué palabras textuales del Papa se encuentran. Por mi parte:
1) He leído y releído el capítulo 8° de Amoris Laetitia y no encuentro cosa distinta que aplicación del evangelio, haciendo énfasis en dos cosas: Discernimiento y acompañamiento (esto último, de no fácil aplicación, pero supremamente válido).
2) Veo dos marcadas tendencias: Una de oposición y otra de alegre pero equivocada interpretación. Me atrevo a pensar que en ambas falta discernimiento.
01/10/17 4:57 PM

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