InfoCatólica / Liturgia, fuente y culmen / Categoría: Espiritualidad litúrgica

2.08.23

Vivir cristianamente (Notas de espiritualidad litúrgica - XIX)

Parecería que todo es divagación sin sentido si no atendiéramos y recordáramos el fin último, el objeto al que tiende la espiritualidad litúrgica. Si no fuese así, se seguiría mirando con sospecha la liturgia como ceremonias y ritos, algo público y oficial (o su extremo contrario: sesión divulgadora de catequesis, conceptos, moniciones), pero ineficaz para la vida espiritual, concreta, de cada cristiano.

La espiritualidad litúrgica es aquella que brota de la misma liturgia, con las pautas de la Iglesia, para santificar a sus hijos, elevar sus almas, que traduzcan en sus vidas el Misterio pascual del Señor y vivan cristianamente.

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8.07.23

Particularismos en la liturgia: de fondo, un problema eclesiológico

Cathopic - Consagración

La Iglesia es la Esposa del Señor; con gusto la contemplaba así san Ignacio de Antioquía, y la definió: “católica” (Ad Esm. VIII,2), y con tan hermosa expresión la denominaron con frecuencia los Padres: “la Católica”.

Integra en su catolicidad lo particular, la diversidad; es riqueza que se une y genera comunión, evitando disgregar, romper, exaltar lo peculiar y diferente como necesidad de autoidentificación, de distinguirse ante los demás católicos o ante el resto de la Iglesia Católica.

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28.05.23

Sacerdocio bautismal para la liturgia... ¡y para ser santos!

santos del cielo Entendiendo bien –y es lo que vamos a tratar- el sacerdocio bautismal, comprenderemos mejor la propia vocación a la santidad, el culto a Dios y la auténtica participación plena, consciente y activa en la liturgia.

Una riqueza sin duda: el bautismo y la santa Unción de la Confirmación nos han configurado con Cristo Sacerdote, nos han hecho sacerdotes, profetas y reyes. Ungidos y consagrados, somos por el bautismo sacerdotes.

Por el sacerdocio bautismal, estamos capacitados para participar, tomar parte, en la liturgia santa, con una participación fructuosa, activa, interior y exterior. Es aquella participación plena, consciente y activa que no se reduce a meras acciones corporales, sino que involucra cuerpo y alma, haciéndolo partícipe de la acción divina en la liturgia.

La participación brota de la fe y se desarrolla según un clima de fe, se genera en el encuentro con Dios y desde ahí se despliega en palabras y gestos, en ritos y oraciones. Es expresión de la participación interior, la más importante sin duda, cuando el creyente participa de la acción salvífica de Dios.

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6.05.23

4.03.23

Asimilación de la liturgia y transformación (Notas de espiritualidad litúrgica - XVII)

Asimilar la liturgia y su espíritu, beber de la espiritualidad litúrgica, es transformarse en Cristo por obra de su gracia y de su santo Espíritu. Esta transformación es una vida en el Espíritu Santo, es un culto espiritual, una liturgia viva y existencial, que no es nada teórica, sino muy concreta, en lo cotidiano de la vida, en lo ordinario y nada brillante de cada jornada.

La espiritualidad litúrgica, a medida que la asimilamos, nos transforma. Será una vida en el Espíritu Santo, con frutos concretos, obras de misericordia y virtudes que enriquecen el alma y la capacitan para bien obrar, para actuar según Dios.

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