Si no hay coro, ¿se canta en la Misa dominical?

sacerdote

El coro parroquial presta un gran servicio con el canto litúrgico, fiel al texto del Ordinario de la Misa, sosteniendo el canto de todos en algunos momentos, ayudando siempre a la solemnidad y a la oración (Canto de entrada, el Gloria, el salmo responsorial, el Sanctus, Agnus Dei, canto de comunión).

Pero si no hay coro parroquial, ni organista siquiera, la Misa sigue requiriendo su solemnidad, su prestancia y calidad orante, el canto. No es normal, no es tampoco pastoralmente bueno, que si no hay coro (como suele suceder desde el Corpus hasta principios de octubre) o si el coro sólo canta en una de las varias Misas dominicales, no se cante nada porque el canto en la liturgia no es prerrogativa exclusiva del coro parroquial, sino que el canto es –cada cual en su nivel- del sacerdote, de los ministros y de los fieles a una voz.

La Misa dominical santifica el domingo, es la Gran Liturgia, pide, es connatural a ella, el canto, un tono reposado y solemne: ¡es el domingo, día del Señor resucitado!

“Teniendo en cuenta el carácter propio de la Misa dominical y la importancia que tiene para la vida de los fieles, se ha de preparar con especial esmero. En las formas sugeridas por la prudencia pastoral y por las costumbres locales de acuerdo con las normas litúrgicas, es preciso dar a la celebración el carácter festivo correspondiente al día en que se conmemora la Resurrección del Señor. A este respecto, es importante prestar atención al canto de la asamblea, porque es particularmente adecuado para expresar la alegría del corazón, pone de relieve la solemnidad y favorece la participación de la única fe y del mismo amor. Por ello, se debe favorecer su calidad, tanto por lo que se refiere a los textos como a la melodía, para que lo que se propone hoy como nuevo y creativo sea conforme con las disposiciones litúrgicas y digno de la tradición eclesial que tiene, en materia de música sacra, un patrimonio de valor inestimable” (Juan Pablo II, Dies Domini, n. 50).

Sería relativamente fácil fomentar el canto en la Misa dominical si tuviéramos bien claro y asimilado que el primer grado en el canto –según la Inst. Musicam Sacram (nn. 16a. 29)- incluye el diálogo, respuestas y aclamaciones entre el sacerdote y todo el pueblo. Basta entonces que el sacerdote (y el diácono) se habitúen a cantar lo que les corresponde y los fieles, cada domingo, canten respondiendo o cantando una voce.

Una Misa dominical en el Tiempo Ordinario por ejemplo fácilmente podría incluir el canto del Kyrie, entonado por el sacerdote, el diácono o un cantor.

Un cantor –si lo hubiera- podría entonar la respuesta del salmo responsorial con un tono sencillo, el mismo todos los domingos, para facilitar la respuesta cantada y orante de todos.

El Aleluya con su versículo evangélico bien lo pueden cantar o un cantor o si no lo hubiere el mismo diácono o el sacerdote. Se contribuye así a la solemnidad del mismo Evangelio, acogiendo a Cristo en su Palabra.

La gran plegaria eucarística alcanza mayor solemnidad y fomenta la devoción cuando se cantan sus partes propias.Con razón y sana pedagogía, en el mismo cuerpo de las plegarias eucarísticas, en la tercera edición, están la notación musical para facilitar el canto, y en Apéndice están todos los prefacios musicalizados.

diálogo prefacio

Cada domingo el sacerdote debe entonar el diálogo del prefacio (”El Señor esté con vosotros – Levantemos el corazón – Demos gracias al Señor…") y si tiene voz el cuerpo del prefacio (“En verdad es justo y necesario…”). A una voz, todos cantarán –sacerdote y fieles- el Sanctus.

prefacio

Las palabras de la consagración adquieren una gran solemnidad y respeto al ser cantadas cada domingo.

notas consagración

Igualmente, la aclamación: “Este es el Sacramento de nuestra fe” y la respuesta cantada de todos.

aclamación

Finalmente, la doxología, entonando el sacerdote: “Por Cristo, con él y en él” y respondiendo todos firmemente: “Amén”.

doxología

Esto sería lo mínimo para un domingo cualquiera del Tiempo Ordinario. Se le podrán sumar otros elementos en los domingos de Navidad y Cincuentena pascual, o en Solemnidades de precepto: el saludo inicial de la Misa, el canto de la oración colecta, el canto del saludo e inicio del Evangelio (“Lectura del santo evangelio…”) y su aclamación, la oración sobre las ofrendas, el saludo “La paz del Señor esté con vosotros”, la oración de postcomunión…

Por eso, si no hay coro, sí sigue habiendo canto en la Misa dominical. ¿O es que en la liturgia sólo canta el coro y los demás estamos pasivamente oyendo como espectadores? ¿No nos habremos malacostumbrado a estar callados y que el coro cante todo?

Es necesario adquirir esta conciencia sobre la importancia del canto en la Misa y la solemnidad que otorga el canto del sacerdote (diálogos, respuestas, prefacio), el esfuerzo de todos respondiendo y cantando, y la costumbre y piedad litúrgica del sacerdote entonando aquellas partes que le son propias.

No, no es difícil. Es potenciar el canto y la solemnidad en la Misa dominical.

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P.d.

Más fácil y cómodo imposible. En el canal de Youtube de mi querídisimo Óscar Valado, pbro. de Santiago de Compostela y director del departamento de Música y Canto de la CEE, tenemos grabados los tonos de los textos del Ordinario de la Misa y multitud de prefacios. Más fácil imposible:

https://www.youtube.com/playlist?list=PL6wHmbTQusigw3LXLpRifnGO3mYqPL2Wx

15 comentarios

  
maru
A mí me gusta que cante toda la asamblea. No tengo nada en contra de los coros, pero es que, a veces....., preferiría que no lo.hubiera. Pocos sacerdotes, entonan todo lo que vd. cita. Algunos, la entrada, el sanctus y ''este es el sacramento de nuestra fé''. El cuerpo del prefacio y las palabras de la conssgración nunca los oí cantar. Sí, canto en las ofrendas del.pan y vino. Desde luego que cómo.manda la liturgia, es mucho más solemne y hermoso.

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JAVIER:

Un buen coro parroquial con órgano, que sea fiel al canto litúrgico, es una bendición.
Lo que he escrito es tan real como es que lo que suelo hacer desde hace años en la Misa dominical. Y creo que es camino correcto (en vez de entonar siempre "Junto como hermanos" o "Señor, me has mirado a los ojos..."). Lo importante es el Ordinario de la Misa, las partes del sacerdote en diálogo con los fieles y las aclamaciones.

Resumo lo dicho en el post:

-Kyrie
-(respuesta del salmo)
-Aleluya y versículo
-Diálogo del prefacio y prefacio
-Sanctus
-Palabras de la consagración
-Este es el Sacramento de nuestra fe
-Por Cristo.
25/08/20 10:32 AM
  
Vicente
Si no hay coro: entrada, Aleluya, ofrendas, comunión, final.

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JAVIER:

No es eso lo que dice "Musicam Sacram" ni es lo que explico en el artículo. Esos cantos no son los prioritarios (entrada, ofrendas, comunión; el canto "final", ni siquiera aparece en el Misal ni en ningún documento).

Lo prioritario son los textos propios del sacerdote, las respuestas de los fieles y las aclamaciones: eso es lo primero que siempre hay que cantar.

Lo demás, si hay coro parroquial, estupendo. Lo demás se nos dará por añadidura.
25/08/20 1:01 PM
  
Juan Mª Martínez
Ufh... es un tema muy extenso para hablarlo en pocas lineas.

En un principio, creo que un error lo tienen los propios seminarios, pues no se suele enseñar música. Ya no música litúrgica, sino simplemente música. Y si se enseña, los sacerdotes no la suelen practicar, ya que es más fácil pasarle el "trabajo" a "los del coro" para que canten "en" la Misa las canciones, que no cantos, que quieran, sin un criterio litúrgico, ya que se preocupan más en los cantos del Propio que del Ordinario o que del diálogo, respuestas y aclamaciones entre el sacerdote y toda la asamblea.

Otro problema es que en las Diócesis no suele haber cursos de música litúrgica para los laicos que componen los coros. Por eso se cantan canciones con errores litúrgicos e incluso con errores teológicos.

Hay tanto que hablar sobre el tema...

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JAVIER:

Totalmente de acuerdo. Lo de la formación real en los Seminarios, para la materia litúrgica, es muy deficiente.

Por eso yo sigo erre que erre con este tipo de post...
25/08/20 2:11 PM
  
maru
Y le doy la razón , claro que un coro que sea fiel al.canto litúrgico y con.órgano , es un lujo, pero las cancioncillas que vd.mismo cita, a veces, son de pena. Lo triste P. Javier, es que al.haber muchos sacerdotes que tienen.una pobre formación litúrgica, celebran según les parece. En fin... siento no poder estar presente en su parroquia. Sus parroquianos, tienen.una gran suerte. Espero siga de salud.bien, es decir, mejorando, que es lo.importante.

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JAVIER:

Pocas veces se les ha enseñado a los seminaristas la importancia del canto de las partes propias del sacerdote, de las oraciones y diálogos, etc., sino más bien de que hay que cantar como sea algo de canto de entrada, algo en el ofertorio, algo en la comunión, algo de "canto de salida"...

Pero hay que reivindicar y repetir que lo propio es que el sacerdote cante aquello que le pertenece y los fieles respondan... Eso da una gran solemnidad, ¡con lo sencillo que es realizarlo!
25/08/20 7:21 PM
  
Percival
Hace muy bien en presentar estos temas. Me uno a la apreciación de que la música litúrgica, en general, se ha ido al garete, y muy pocos la cuidan verdaderamente. Empezando por los Obispos.
El ta-chan y la guitarra imperan en todo el orbe, y van a sus anchas. No digamos la ausencia de la fe o de mínima estética en la letra de los cantos. Y esa música se usa igual para niños, jóvenes, adultos o ancianos. Y con repertorios de cinco canciones... Un desastre.
Es indestructible y tenaz la convicción de que la misa, mientras más "alegre" y "festiva" (al estilo de los carnavales o las kermesses, nunca mejor dicho), mejor.
Pero es que eso viene de atrás: tampoco se cuida la formación musical y litúrgica en muchos seminarios. Esos seminaristas llegan luego a sacerdotes, e incluso al episcopado, sin entender nada de nada, y hacer de su capa un sayo y forzar la repetición de lo mismo en sus parroquias. Es la reproducción endógena de la miseria litúrgica.
Por favor, no se canse de recordar estas cosas. Sus artículos son muy buenos.

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JAVIER:

De acuerdo. Y largo el camino para corregir esa deriva.

25/08/20 11:25 PM
  
Jondi
Gracias, padre, por este blog en el que tanto aprendemos a gustar la Liturgia.

Recuerdo haber oido que el canto más importante que se da en la Santa Misa, y que no debería faltar en ninguna, ni siquiera en las rezadas, es el Sanctus. ¿Estoy en lo cierto? Gracias

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JAVIER:

Que sea el más importante, sin duda. Ya de lo que incluso en las Misas rezadas cantarlo, me parece demasiado e incluso dificultoso.

En una capellanía de monjas contemplativas, inculqué (me obedecieron a regañadientes pero no lo quisieron entender) que cada día entonasen la respuesta del salmo responsorial y el Sanctus. ¡Qué menos en una comunidad contemplativa para la Misa diaria! Pero en parroquias, entonarlo cada día, no lo acabo de ver prudente.
25/08/20 11:37 PM
  
Nines
Realmente el tema de los cantos y los coros en la Misa es largo y complicado, pero en esta época de pandemia, lo de cantar facilita -y mucho- la expansión del virus.
Capítulo aparte se merece el de las letras de las cancioncitas que resultan de una banalidad insufrible, aunque le "encante" a un montón de gente; quizá porque en este, como en otros muchos aspectos, nos hemos quedado en el nivel de "adolescencia permanente del gusto musical"
Tampoco facilita mucho el escuchar una música de fondo como de "sala de dentista", suavecita, cursi, facilona y previsible (arpegios ascendentes, arpegios descendentes...)
Maravillada me he quedado este verano escuchando música sacra de órgano durante la Comunión.
Se podría poner una grabación de obras sacras en vez de adaptaciones de temas profanos / pops / de películas / "modelnos"

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JAVIER:

Sin duda, hay cantos que, aunque a muchos les gusten, son melosos e insulsos. Pero, vuelvo al tema del post, antes que esos cantos lo primero sería ese primer nivel de canto según la Musicam Sacram, donde el sacerdote canta las partes que le corresponden entre ellas diálogo con los fieles, respuestas, aclamaciones, el prefacio.
26/08/20 9:05 AM
  
@javilopez
Pues querido tocayo, admiro el artículo y lo agradezco, pero lamentablemente pienso que no es tiempo de cantar en las misas. La Iglesia haría bien en ser un modelo en el que mirarse como garantía de seguridad y buenas prácticas en tiempo de pandemia.
Voy a misa y observo malas ventilaciones habiendo puertas cerradas, retiradas de mascarilla para leer, poca distancia para comulgar... y en reuniones de personas donde hay bastantes mayores.

Tiempos vendrán en que podamos cantar la Gloria de Dios voz en grito sin que ello pueda poner en riesgo al prójimo.

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JAVIER:

Hay que cuidar las medidas higiénicas, sí, sin duda.
Pero se puede cantar guardando esas medidas de distancia y estando con mascarillas ("Y con tu espíritu", "Amén", "Lo tenemos levantado hacia el Señor").
Un buen ejemplo fue la Misa funeral en la Catedral de la Almudena por la CEE.
26/08/20 9:23 AM
  
Oremus
Pues yo agradezco mucho que ahora no se cante en misa, porque la mayoría de los cánticos, algunos bastante feos, desafinados más que entonados por una asamblea somnolienta, lo único que hacen es quitarme la devoción (no hay mal que por bien no venga y la pandemia al menos ha traído esa ventaja).
Tal vez se deba a que soy entusiasta de la música sacra, la que eleva el espíritu hacia Dios, ya sé que una misa de Mozart, por ejemplo, tendría que ser interpretada por voces excepcionales, cosa que no resulta fácil, sin embargo la misa De Angelis, sí puede ser cantada por un coro más corrientito, de no ser así, mejor que no se cante nada. Ya sé que hay mucha gente a la que le gusta cantar y lo respeto, lo que no quita que para mí resulte un suplicio oírlos.

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JAVIER:

Hay términos medios. Hay buenos cantos con órgano (ver, por ejemplo, el "Libro del organista", en 9 volúmenes, para el año litúrgico entero), y autores excelentes (como Marco Frisina).

Pero sobre todo, eleva el alma porque es lo tradicional en la liturgia, el canto del sacerdote del prefacio y demás elementos (diálogos, saludos a los fieles, aclamaciones...)
26/08/20 12:29 PM
  
José Luis (OFS)
Muchos ensayan para hacer gorgoritos.
26/08/20 2:42 PM
  
José Díaz
P. Javier, aprecio su artículo y sus comentarios y comparto cuanto dice, pero si los cantos terminan siendo los cansinos chunda-chunda o sensiblerías setenteras a lo Camilo Sesto, preferiría que no hubiera ningún canto.
Por lo demás, respecto a mi experiencia personal, sólo destacar lo difícil que resulta hacer entender, incluso a sacerdotes, que los cantos litúrgicos deben ser preferentemente bíblicos.
Un saludo y que el Señor y la Virgen Inmaculada le bendigan

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JAVIER:

"si los cantos terminan siendo los cansinos chunda-chunda o sensiblerías setenteras a lo Camilo Sesto, preferiría que no hubiera ningún canto." ¡CLARO! y yo también.

Me provocan casi ansiedad cantos como "Aleluya cantará quien perdió la esperanza...", "En el mar he oído hoy Señor tu voz...." y estupideces semejantes.

Pero, reitero, lo fundamental es cantar -haya o no coro- las partes propias del sacerdote. Esto, de por sí, crea un clima orante y va educando poco a poco en la solemnidad de la liturgia.
26/08/20 7:26 PM
  
Pax
¿Y que ocurre con aquellos sacerdotes que no tienen la capacidad de cantar, ni voz ni oído?

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JAVIER:

Pues es evidente lo que ocurre: que no entonarán ni cantarán.

Pero, volviendo a lo que pretendo en el post: lo que no es normal es que en los Seminarios no se eduque en el canto de las partes propias; que la Misa dominical cante el coro y casi ningún sacerdote entone habitualmente las partes que le son propias, como si eso fuera algo privativo del Obispo o del Papa, pero no de un sacerdote en su Misa dominical. Y canta el coro, y el sacerdote calla. O si no hay coro, se anima a entonar (un canto de entrada, y de ofertorio, y de...), pero no se le ocurre entonar el Kyrie, ni los saludos, ni el prefacio, ni la doxología. Es un cambio de concepción, de valorar qué es lo importante y qué lo secundario.
28/08/20 1:02 PM
  
Albert L
Hoy en día, el canto en las iglesias es tan lamentable que es mejor no oirlo. La liturgia ha sido destrozada irreparablemente. La unica solución es volver a la misa tradicional en latin. El novus ordo no tiene remedio, perded toda esperanza.

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JAVIER:

¡Hombre, cómo no!!!!!!!!
Si al enfermo le duele la cabeza, soluciones drásticas: la guillotina directamente en vez de una aspirina. Volvamos todos al Vetus Ordo que es la perfección en sí misma. El Novus Ordo no tiene arreglo, ni esperanza.

Y por cierto, ¿de verdad ha leído el post aconsejando que el sacerdote cante lo que es propio o solo viendo algo de "cantar" directamente ha escrito usted su afirmación?
28/08/20 7:39 PM
  
Carsten Peter Thiede
Como dijo san Pío X:
-"¿Santidad, qué cantamos en Misa?"
-"La Misa".

Don Javier, usted debería estar en el Culto Divino.

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JAVIER:

¡Ay, eso es!Si es muy fácil: cantar la Misa, no cantar en la Misa. Y el sacerdote que cante lo suyo: saludos, prefacio, aclamación, doxología...
01/09/20 4:35 PM
  
Albert L
La diferencia es que el Novus Ordo no es un enfermo, ni una persona, sino un producto de laboratorio creado por unos supuestos expertos con resultados catástroficos. No merece la pena poner parches a esta terrible experimento fallido. Hay que tener la humildad de reconocer el error. La reforma litúrgica ha sido un descomunal error. Rectifiquemos.
10/09/20 12:23 AM

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